Un poquito de ciencia desmitificadora y educativa: Los olores de la vagina, de Sergio Parra aclara algunas mitologías populares asociadas a los aromas genitales, muchos provenientes de prejuicios o creencias erróneas.
«Tal vez sea cuestión de higiene, pero más bien de la higiene de nuestras ideas preconcebidas y del lavado de cerebro al que hemos sido sometidos. La gente suele imaginar una vagina como un reducto de gérmenes que debe de lavarse con dedicación hasta que de ella desaparezca cualquier olor o lubricación. Esto no es así. La flora vaginal está repleta de gérmenes, es cierto, pero los gérmenes se pasean tranquilamente por todos los órganos de nuestro cuerpo. Lo importante es dilucidar qué tipo de gérmenes son, porque la total ausencia de gérmenes también es nociva. En condiciones saludables, por ejemplo, las bacterias de la vagina tienen una función beneficiosa.»
2009-01-19 11:37
Dice:
una vagina sana desprende un aroma similar al del ácido láctico del yogur y posee un pH del 3,8 al 4,5, más o menos la que tiene un vaso de vino
Pues no es exactamente así. Una vagina sana tiene un aumento del láctico que baja hasta ese pH en los días previos a la menstruación. El resto del ciclo los niveles de láctico son moderados (y casi inodoros) rondando el pH hacia 4.5 alto y subiendo a valores cercanos al 7 durante la menstruación.
Pero además, el pH del vino sí debiera ser claramente inferior a 4.0, idealmente en torno al 3.5, bajando más aún en los blancos. De hecho, la alcalinización de los caldos, debida a modificaciones en las técnicas de cultivos y vinificación, es un factor indeseable que se viene corrigiendo con el añadido de tartárico u otros ácidos débiles.
Pero, vamos, que un buen vino y una buena vagina tienen valores de acidez, aroma y retrogusto bien diferentes. Si el autor del artículo no sabe distinguirlos es problema suyo.
Y dice también:
El flujo vaginal […] sólo es un lubricante, como el que provoca que nuestros ojos no se agrieten o nuestra lengua no parezca un pedazo de corcho
Pues, tampoco es del todo cierto. Tanto el flujo vaginal como la lágrima y la saliva, además de una función lubricante y humectante son, ante todo, soluciones antibacterianas selectivas, cuya misión es la de hacerle la vida imposible en esos nichos a la flora indeseable.
2009-01-19 12:55
La madre que os parió ;-)
La publicidad de Google aprovecha el tema e inserta un anuncio “apropiado”, nos informa:
¿Picores vaginales? GineCanesgel protege tu equilibrio íntimo. Recomendado por ginecólogos
Eso por un lado, por el otro:Soy especialmente sensible a los olores y, aunque solo sean imaginaciones mías, soy capaz de determinar el estado y disposición de ánimo de mi pareja por su olor. Todo un mundo de sensaciones, todo un libro o cuadro de experiencias estéticas y sensoriales que algunos intentan reducir a meras reacciones bioquimicas …
Igualito igualito que lo que ha hecho Google con los cuadros del museo del Prado
A esto lo llamo yo la deconstrucción del coño . Un suponer :-)
2009-01-21 16:43
Me sorprende la manía que el autor muestra ante la comparación del pescado, que no sólo es cierta para los genitales femeninos, sino también para los masculinos. Ambos adquieren ese característico olor tras una cierta actividad (no hace falta que haya semen) que no haya sido seguida de una buena higiene. Los lubricantes que segregan, acaban teniendo ese olor si no se limpian al poco rato, y de ahí la creencia (real, por lo que yo mismo he comprobado) de que huelen a pescado.