Libro de notas

Edición LdN
Transtornos del sueño por Purranki Sandongui

Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.

Transformación!!!

Se ha hablado mucho, y con mucha torpeza, de la simbología dual que presentan al intérprete de sueños, los Autobots. Es mi intención tratar de despejar algunas dudas. Siendo la primera la de que el intérprete de un sueño es aquel que lo sueña, igual que pasa con lo de tocar el piano o cantar boleros. El que está al loro mientras otro sueña o cuenta haber soñado, es únicamente público, y púbico, con perdón, innecesario y lateral, como suele ser el público. Todo son actividades parecidas, así que no nos descentremos más de la cuenta.

Vengo de soñar uno de esos sueños con cosas articuladas, e incluso mientras lo iba soñando me daba cuenta de lo defectuoso del sueño y de lo mucho que habría mejorado si hubiese podido introducir aunque sea un mísero autobot. No ha sido el caso, pero eso no es óbice para nada. Hay mucha gente que sueña exitosamente con autobots y disfruta del nuevo significado que introduce en sus vidas, hasta el momento grises y como con brillo de plata vieja y a partir de ahí coloridas y con mucha diversión y regalos para todos.

Los Autobots son una de las dos tribus de Transformers. La otra tribu son los Deserticons. Los Transformers son robots que pueden cambiar de forma y funcionalidad. Lo normal es que la forma sea distinta y la funcionalidad, mucho más limitada a causa de la especialización del sector. Los Deserticons se transforman en dinosaurios y los transformers principalmente en coches y camiones. Aparentemente, el diseño de la serie quiso que los Autobots fueran los buenos y los Deserticons los malos, como indica el hecho de que los Deserticons se transformaran únicamente en depredadores gritones y los Autobots en industriosos maquinones al servicio de la humanidad.

Son tres de estos maquinones los sujetos de mi análisis: el camión volquete, la grabadora y la pistola. O “los robots que se transforman en”. Es difícil calificar a una pistola o a una grabadora como un auto, pero eso no debe detenernos, como no detuvo a los productores de la serie los problemas de escala, de chapa y pintura o el acento mexicano de los robots interestelares. Eso son minucias.

Lo que venía a plantear es lo siguiente: en términos utilitaristas humanos, cualquier historia en la que aparezca un camión volquete junto con una grabadora y una pistola, adquiere por sí misma una lógica inescapable y siniestra. Yo diría que de realismo sucio con tintes agrarios.

El camión volquete es como el sacerdocio: imprime carácter y genera por sí mismo un personaje. La grabadora es un regalo para el narrador subconsciente: Un electrodoméstico cuya magia no ha sido aún superada, y que puede traicionar, revelar, y recordar cuando nosotros no queremos hacerlo. Algo que, pudiendo estar tan en blanco como pudiera estarlo un papel, puede, igualmente, dar cabida a una sentencia de muerte.

Y ¿qué decir de la pistola? es un deus ex máquina poderosísimo. Es una máquina de perforar personas que permite, a través de la perforación de uno o más de los protagonistas, generar desenlaces de la misma conocida forma súbita y poco discreta en que se activa su mecanismo.

Sin embargo: qué es lo que hace que los episodios de transformers no sean un duro drama proletario homosexual en el que recios camioneros discuten, descubren terribles secretos de alcoba (grabadora) y acaban bastante mal (pistola)?

La respuesta es el dinosaurio. La acertada introducción de unos partenaires incontextualizables e igualmente mexicanizados quita hierro a todo lo demás. Ya no tendrán que discutir en los bares de las gasolineras. Ahora el problema no es la infidelidad y la rutina, sino algo mucho más leve y fácil de tratar: un pterodáctilo guey, o un triceratops chévere.

Quién, como problema vital, no preferiría un brontosaurio o un archeopétrix antes que la mesa vacía y a un lado la grabadora y al otro la pistola?

Y hasta aquí un poco lo que venía siendo el análisis.

purranki

Purranki Sandongui | 02 de junio de 2006

Librería LdN


LdN en Twiter

Publicidad

Publicidad

Libro de Notas no se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus colaboradores.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Desarrollado con TextPattern | Suscripción XML: RSS - Atom | ISSN: 1699-8766
Diseño: Óscar Villán || Programación: Juanjo Navarro
Otros proyectos de LdN: Pequeño LdN || Artes poéticas || Retórica || Librería
Aviso legal