Otra cosa que quería contar es que con el Nicer Dicer puedes preparar ensaladas en menos de dos segundos. Yo misma lo he hecho. Pero uno no tiene siempre tantísimo tiempo como dos segundos que dedicarle al feo vicio de la cocina, hay múltiples voces discordes que reclaman nuestra atención en todo lo que vendría a ser la vida cotidiana y estresada. Lo mejor es usar un aparato muchísimo más rápido pero del cual no tuve tiempo de apuntarme el nombre pero que en realidad se llama catapult luncher con el cual podemos no sólo preparar suculentas cenas de quince platos en tan sólo cero con tres zeptosegundos sino que además, gracias a su potente acción laxante podemos solucionar el tema de la digestión de forma prácticamente instantánea, y si Baal lo permite, definitiva. El nombre catapult luncher me lo he inventado y además está mal escrito. Dos veces.

Me he dado cuenta además de que en el párrafo anterior he escrito laxante con todas las letras, y no era esa mi intención al empezar el párrafo. Perdón por escribir laxante, con esta última un número de tres veces, es decir, tres perdones. Ahora hay que decir regulante del organismo aunque te vayas de baretta igual, y como si el organismo consistiera principalmente en un culano grande con una persona atachada. He de decir que, aunque discrepo de esa concepción aguda de las cosas, de alguna forma hay un fondo de verdad en todo eso.

Purranki