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Picasso y la infancia

Ricardo Bada contempló una exposición en 1995 de 185 obras de Picasso sobre la infancia y salió descolocado: “Niños que no sonríen. Espectador no profesional, me detuve a hacer una reflexión apabullante y que me saltó a la vista tras un atento recorrido de las salas y la no menos atenta contemplación de las 185 obras, tanto que repetí el itinerario para cerciorarme de que no me había equivocado, de que no había pasado por alto ningún cuadro, ningún dibujo, ninguna escultura que hablase en contra de esa reflexión. Y esta era que los niños del gran Picasso no se ríen nunca, ni siquiera sonríen, y en una impresionante proporción ni siquiera despegan los labios.
Es más, dos de los poquísimos que tenían abiertas sus bocas en lo que podría parecer que fuesen risas (uno de ellos la recreación del bobo de Murillo), me dejaban la fundamentada duda de si no estarían emitiendo gritos de dolor, tan poca distancia hay del dolor a la risa, al menos en pintura. Y en un tercero, la boca abierta era claro síntoma de idiotez o de alienación.” Picasso y la infancia.

Marcos Taracido | 04/11/2006 | Artículos | Arte

Comentarios

  1. Cayetano
    2006-11-04 10:45

    En mi opinión el autor del artículo cae en la trampa, muy frecuente, de confundir la biografía de artista con la obra (típico con un autor como van Gogh). Otra trampa suele ser considerar la representación de la realidad como un valor estético fundamental en pintura (o escultura, etc.).

    De Picasso no hablo porque es un autor cuya obra no me interesa demasiado.

  2. Marcos
    2006-11-04 11:06

    Fue lo primero que pensé cuando leí el artículo, esa tendencia a dar explicaciones sicológicas de todo… sin embargo, ¿a qué puede responder ese rasgo en todos los cuadros infantiles? Quiero decir que tal vez sí que se pueda unir de algún modo a su biografía.

    Creo que es absolutamente imprescindible separar biografía de creación, entendiéndo que una cosa es la ficción y otra la realidad… pero quizás no sea tan separable el modo de interiorizar la realidad y la ficción. Es decir, que yo sí creo que la interiorización de la realidad (de la biografía) se tiene que reflejar de uno u otro modo en la ficción que se cree. No sé si me explico.

    Saludos.

  3. Cayetano
    2006-11-04 11:06

    A propósito, ya que estamos :)

    Iván de la Nuez, escribe uno de los artículos más lúcidos que he leído en mucho tiempo acerca del tema bastante recurrente: La crisis del arte

    Nota: La forma de enlazar es un sistema de convertir un enlace en permanente, a buen entendedor ... ;)

  4. Cayetano
    2006-11-04 11:16

    Hola Marcos, preguntas:

    ¿a qué puede responder ese rasgo en todos los cuadros infantiles?

    Posiblemente a que no son cuadros infantiles. Eso que llaman tema para muchos autores no es más que un pretexto. Hay otros valores estéticos más importantes. El presunto retrato de Familia de saltimbanquis no es solo la representación de un grupo de fulanos relacionados por determinado parentesco, o la tristeza de la vida en un circo, etc. Mirar un cuadro sin ver historias o hacer literatura requiere un aprendizaje. Esto no es solo una opinión mía, muchos autores (Gombrich, , berger, etc.) insisten bastante sobre esto.

    Saludos

  5. Cayetano
    2006-11-04 11:34

    Otra anotación :)

    A proposito de:
    yo sí creo que la interiorización de la realidad (de la biografía) se tiene que reflejar de uno u otro modo en la ficción que se cree

    En mi opinión la calidad de un autor (no me gusta la palabra artista) se mide por su capacidad y dominio sobre su oficio, aunque su biografía y circunstancias personales pueden condicionar el tema. En este sentido admiro, entre otros, a Paul Klee o a Goya. Por poner dos ejemplos de fuerza interior y dominio sobre la superficie del cuadro. Velázquez es tambien un ejemplo a considerar, aunque se presta mucho a lectura literaria, es decir divagaciones sobre el tema y la representación :)

    Esto es solo una opinión, seguramente hay más …

  6. Cayetano
    2006-11-04 12:05

    Para ilustrar lo que pretendo decir un ejemplo al límite: Para Hakuin Ekaku (1685-1765) posiblemente la disposición interior (estado de ánimo, biografía, etc.) es muy importante, así que dentro de sus proposiciones estéticas hay que cambiarse y disponerse interiormente para que la tinta refleje ese estado y pueda transmitirse a un espectador (se pinta desde dentro).

    Ahora viene lo bueno, esa pintura no se entiende ni transmite su significado a un observador leyendo explicaciones o análisis de la obra. Para entenderla hay que copiarla hasta tranformarse en el espiritu del maestro, es decir hay que comprenderla haciendo. Es dificil explicar ciertas experiencias hablando. Quizás por eso se emplea, en estecaso, una herramienta como la pintura. Según los parámetros al uso ¿cómo explicas o analizas esta obra?

    Pues bien, no me canso de sentir la obra de Klee o la de Hakuin Ekaku y la verdad es que no tengo argumentos para explicar esa emoción.

  7. Marcos
    2006-11-04 12:17

    1. En cuanto a lo de los “cuadros infantiles”... da igual, llámale tema o llámale ocmo quieras; no se trata de que el hecho de que sean niños sin sonrisa tenga que ver con algún problema en su infancia, pero sí con que hay algo “detrás”, algo de su interior que emana de su experiencia de la realidad.

    2. Eso que dices no explicar los cuadros sino de “identificarse” con ellos (el lenguaje es pobre, lo siento) es exactamente lo que pienso de la poesía que más me gusta: te hace sentir (emocional o intelectualmente) sin que sea necesario (a veces es imposible) explicar nada.

    Saludos.

  8. Cayetano
    2006-11-04 12:19

    Terminando argumentación.

    Así, en los cuadros que representan a niños de Picasso hay otras cuestiones que van más allá del tema, hay otra forma de leer la obra. Quizá la obra de Picasso no me guste tanto porque cuenta demasiadas historias, eso representa, quizá, una dificultad para poder apreciarla (o despreciarla) completamente. La no sonrisa en Picasso o la sonrisa en Leonardo son meras anécdotas, como la biografía de van Gogh (que tanta admiración produce entre los aficionados a la prensa rosa del arte)

    Encuentro una similitud entre esto y la obra de San Juan de la Cruz, sus explicaciones y comentarios al poema han servido para confundir y despistar a más de uno (por ejemplo, creer descubrir el kamasutra cristiano y no era eso, no era eso …)

  9. Cayetano
    2006-11-04 12:38

    Al hilo, Marcos, de tu comentario recuerdo ahora la forma en que se “educa” en artes plásticas (si es que aun se dá esa materia en nuestras escuelas) o en poesía, las explicaciones deberían enfocarse hacia su práctica. A veces creo entender cómo a un niño deja de gustarle dibujar o pintar a medida que se le educa en otro sistema de pensamiento. Algo como perder otra forma de conocer el mundo.

    Es algo que me preocupa mucho: la mutilación de esa forma de conocer, quizá esa sea la causa de que perdamos la sonrisa de cuando éramos niños. (Volver a ser lo que fuimos antes de ser reeducados) La famosa cita que se atribuye a Picasso: He necesitado toda una vida para volver a pintar como un niño.


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