Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.
Si el sueño fuera un isomorfismo respecto de la vigilia se verificaría que cualquier parte de la realidad tiene un reflejo y sólo uno en el mundo de los sueños. Esto no es siempre así, ni mucho menos, pero es la tesis comunmente aceptada. Se supone que oniria es un reflejo especular de vigilia, aunque el cristal diste mucho de estar limpio.
El truco al que suelen recurrir los psicólogos es el típico de explicar que la aplicación que hace corresponder a un suceso x perteneciente a la vigilia un suceso F(x) correspondiente al loco loco mundo de los sueños no está completamente especificada.
Entonces, por supuesto, agrupan los sucesos de la vida cotidiana en clases de equivalencia. Dos sucesos son de la misma clase si dan lugar al mismo sueño. Y se define otra aplicación que hace corresponder el conjunto de clases de sucesos con el de imágenes de sueños, y de esa forma se salvan más o menos los escollos formales.
Sin embargo es todo una ficción. La relación de los sueños es exactamente con otros sueños anteriores o posteriores. Cada sueño es reflejo de uno anterior que se ha tenido. El mundo de los sueños constituye un endomorfismo, porque hace corresponder dos a dos unos sueños con otros.
Es inútil buscar el significado de los sueños: es posible buscar su imagen o su origen en otros sueños, pero no nos van a desvelar nada de otro mundo más comprensible.
Si la correspondencia se establece con otra parte del mismo conjunto entonces se llama endomorfismo.