No es acaso el stress la enfermedad más grave del siglo veinte, uy perdón, del veintiuno? Habrá quien diga que es el cáncer o el sida, pero los tarados new age como nosotros sabemos que esas enfermedades en realidad las produce la falta de armonía entre una serie de energías no identificables y una improvisación ad hoc empleando palabras guays.

Para ser breves, nuestro sueño debe ser armonioso con los seis elementos de la naturaleza. Para los que no sepan cuáles son los seis elementos de la naturaleza según el antiquísimo y simultáneamente sabio pueblo fanjí, acá se los narro. Qué cosa signifique ser armonioso con elementos, ahí ya no entro.

Los elementos de la naturaleza son:

1. Asbestos. Muy influenciado por el karma del Brahmahpuhtra. Drena mucho las arterias y el pulmón. Uno. Se encuentra en las zanahorias, en el brécol y en el morcón. Su piedra es el topacio, su número de la suerte, raiz de pi.

2. Fluzo. Representa la cualidad espiritual de lo que en nosotros es permanente a los cambios haciendo adscripción de ellos en nécora. Se simboliza mediante un dibujo que se parece mucho a otro que se encuentra a menudo en las puertas de los lavabos públicos.

3. Calcáñar. La sonriente benevolencia de lo infinito. El fleje unívoco del arauca vibrador. La armonía de la energía de la sinergia del yo. Para que quede más claro: La santa imbuencia del santo adiabático. Lo regalan con los cereales para el desayuno.

4. Chándal. Es ese elemento que se encuentra por igual en todos los seres vivos y les proporciona un aura que los diferencia de, por ejemplo, una piedra. Rara vez llevan chándal. El chándal se representa en un mandala en el que aparece en forma de peonza que lucha con una serpiente hecha aparentemente con calcetines.

5. Perloa. Es el elemento que une a los demas de una forma poco clara. La atracción entre los elementos puede considerarse de carácter magnético, o de carácter eléctrico, pero no se especifica claramente que sea una cosa u otra por miedo a que se descubra que en realidad no tenemos ni guarra y que hablamos con esdrújulas sólo para darnos importancia. Ya los antiguos chinos le daban importancia a este concepto de darse importancia.

6. Fardoba. Es el sexto y último elemento, y no nos queda. El último que nos quedaba se lo llevó aquella señora de allí.

Purranki