Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.
El tema para mí consiste en hasta qué punto podemos tener culturas diferentes según estemos ojo avizor o bien durmiendo como benditos. No digo que seamos estrictamente samoyedos o bosquimanos mientras dormimos, pero sí que es cierto que se han observado frecuentes cambios de comarca, de provincia y hasta de escalera A a escalera B.
Por ejemplo, es frecuente entre los oscenses soñarse turolenses, y entre los habitantes del pais vasco francés es normal el sueño de hablar correctamente la langue d’Oc de la etapa del renacimiento. No sólo frecuente: MUY frecuente. La mayoría de las personas que tienen este tipo de sueños lo suelen ocultar por miedo al rechazo de sus conciudadanos.
Es cierto: el patriotismo no es más que el odio a otras naciones. Este odio es particularmente intenso contra las naciones vecinas,y no por otra cosa sino por el miedo a ser confundidos, con lo que conlleva de poner en entredicho la identidad y de desleir las nobles esencias patrias etc.
Explicado el motivo por el cual la gente no suele confesar que se sueña francés o gallego o tunecino, la ausencia de testimonios es la mayor evidencia que podría aportarse en favor de la tesis de que estos sueños son recurrentes y constantes.
Cada vez que un conciudadano nos conteste que no suele soñar con nada sabremos que seguramente sueña con volver a hundir orgulloso la armada invencible, o en el caso de ser italiano, sabremos que se sueña Bikila humillando a la metrópoli en la olimpiada de Roma.
Y así sucesivamente.
Todos tenemos motivos para mentir en las encuestas.