Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.
Las NDE, o near death experiences son esas experiencias en las cuales la gente está a punto a punto de morirse y entonces ven un túnel y al final del túnel una figura antropomórfica con barba y grandes patillas que le dice “aún el tiempo tuyo no es llegado”, demostrando que hay vida más allá de la vida, que hay jamón serrano más allá del jamón serrano, y que todo lo que vendría a ser el tema gramática sigue igual de páuper que por aquí.
En realidad, atendiendo a fuentes un poco menos interesados en vender kawasakis de alta cilindrada que se gripan en la primera curva, las NDE tienden a ser bastante decepcionantes, incluso más que eso del túnel, aunque ya sé que es difícil imaginar algo más ramplón. Supongo que es la típica estrategia de contar una trola de forma tan rematadamente oligofrénica que a fuerza de tonto le tomen a uno por sincero.
Se han registrado NDE que nada tienen que ver con la historia del túnel. Experiencias que en vez de verse invadido uno por una gran paz era perseguido por un malo del señor de los anillos o por un elfo, y en las que se oían voces angustiosas. Estas experiencias
Pero la presencia del sesgo experimental es evidente cuando se da cuenta uno de que las experiencias que realmente han sido silenciadas son esas que equiparan las NDE con los sueños más tontorrones que pueda uno haber tenido. Y como ellos, son tope de full of sound and fury, signifying nothing.
Qué hacer si al despertarse entubado uno recuerda claramente haberse disfrazado de Marilyn para lisonjear a un preboste patrio? o bien de payaso Karloff y se le caían las botellas? o tener que explicarle a la familia y al párroco que mientras todo el mundo estaba asistiendo a una desfribilación impregnada de dramatismo lo que estaba haciendo nuestro espíritu es tirar piedrones en una palangana.
Por supuesto, se puede interpretar esto en clave sobrenatural y diferenciandolo claramente de un sueño normal, de cualquier glitch cerebral, o “ida de la pinza”, como se suele decir en el lenguaje hierático médico.
Eso es por supuesto porque lo que sí está muy demostrado es que la mente humana puede interpretar lo que quiera a partir de datos ambiguos, recomiendo a todos los lectores que sintonicen durante el día una radio de onda corta. Entre los chasquidos y los silbidos, se puede oir la voz de tu abuelito. Es mucho más descansado que pasar por una experiencia de esas, se lo aseguro.