Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.
Esto del sueño tiene también su cosmética y su ortopedia. Existen, por ejemplo, los muñequitos bolivianos que se dejan bajo la almohada y se quedan con todas las preocupaciones de uno y con todos los problemones. El mecanismo es muy sencillo. Por un sencillo mecanismo de filtrado, las preocupaciones y otras bajezas descienden a través de la almohada y pasan a enquistarse en la psique del muñequito, que despierta tan preocupado como estabamos antes con cosas que rápidamente hemos olvidado.
Al día siguiente, ya sin procupaciones y convertido en un irresponsable sin memoria, podemos enfrentarnos a la vida límpidos y virginales como monaguillos. Si nos preguntan algo o alguien se despeña en un lejano desfiladero debido a que hemos dejado de cumplir con nuestras graves obligaciones, siempre podemos alegar que de esos asuntos ahora se encarga el muñequito.
Cualquiera puede darse cuenta de que esta práctica es injusta. En primer lugar, es injusto con las demás personas que tienen que soportar las caras felices de los que seguimo el portentoso método muñequítico y carecen de preocupaciones. Y en tercer, a nadie se le escapa que estamos siendo injustos con el muñeco. Al menos la mitad del mes deberíamos hacer al revés y colocar el muñeco encima de la almohada y meter nuestra cabeza debajo. De esta manera la dirección de filtrado de los problemas sería la opuesta y el intercambio de karmas estaría equilibrado. El segundo lugar no ha podido venir hoy, lo estan peinando.
De esa forma, durante la primera quincena del mes podríamos ir mucho más despejados y olvidando nuestros compromisos y responsabilidades, quizás hasta tropezando con objetos cotidianos, pero sin sentir dolor ni congoja ni preocupación. Y la segunda quincena consistiría en sufrir nuestros propios problemas superpuestos a los de un muñequito. Se me escapa ahora mismo en qué podrían consistir los problemas de un muñequito, pero seguro que tiene algunos. No hay forma de vida, ni siquiera de vida inerte, sin sus propios problemas, quizá crónicos.
Tienen miedo los muñequitos chupasueños de ser confundidos con réplicas vudú de personas malvadas? tienen miedo de que un niño de corta edad les chupe la boca y los pringue con sus purulentas encías de lactante? miedo de crecer y convertirse en personas de verdad, o miedo al moho y a las parejas de misioneros mormones? Nadie lo sabe con certeza, porque la humanidad ha sido hasta ahora muy injusta con la comunidad de muñequil.
2005-11-02 01:51 Purranki, creo que te estás haciendo mayor porque,,,¡he entendido lo que dices! :-)
Pero me sigue gustando exactamente igual que cuando no lo comprendía
Agur,
saldama
p.s: también parece que te estás haciendo famoso :-)