Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.
1.- Soñar es basura. Leemos y vamos al cine, que son actividades basura, y con los trozos de esa basura armamos nuestros particulares espantajos de basura coloreada para que nuestros sueños tengan color. Para que tengan mayor consistencia que las cosas. Me molesta tener que explicar incluso esto.
2.- Lo que hacía esta vez era comprar un saxofón. Era de esos que se llaman barítono y sonaba un poco a lata, porque yo no sabía (no sé) tocar el saxofón. Yo le decía a la de la tienda que faltaba como una abrazadera en la lengueta que se llamaba “barbuquejo”. Ahora me quedo parado pensando en si no conoceré esa palabra de otra cosa porque, como ya he dicho, no tengo ni idea de cosas de saxofón o que sean de tipo tocante a saxofón o similar.
3.- Cuando los sueños empiezan a ser indistinguibles de la realidad, ahí ya sabes que te han pillado, que no hay escapatoria. Durante el sueño la única duda aterradora es “será esto un sueño?” La vigilia es mucho peor, porque la pregunta equivalente es “será todo esto una mierda?”
4.- Era una verdadera mierda. Estaba en un ascensor cayendo. Y acababa de recibir un premio por simpático. Esas dos circunstancias eran claras, reales. No era tan claro algo de escapar de un parque urbano con las manos llenas de fango. Así todo el tiempo. Cosas claras y cosas menos claras. Escapar no era fácil. Implicaba al final una cuerda y como rejas o ladrillos y al principio ir metiendo el pie en estanques con peces. Carpas no, peces de mar que yo conocía.
5.- El ascensor tenía cuatro botones y uno más que no servía. Test mode, off, piso nulo y velocidad. Los efectos eran variados pero invariablemente malos. Si apretaba test mode, aquello se aceleraba hasta la nausea. Si ponía off, se ponia en caida libre. Al final caía un poco mal y salía rodando hasta el kiosko, donde toda la prensa, lógicamente, estaba en árabe.
6.- Me molesta tener que explicar esto, pero lo del ascensor muestra una “secuencia inescapable de decisiones erróneas”. Supongo que esto les suena a su propia vida, aunque desearía que no. Lo del saxofón queda como ejercicio.
2005-03-22 20:22 Me ha encantado ¿Eres Bernhard resucitado? ¿Es tuyo esto que has escrito? ¿Donde puedo leer más?
2005-03-23 11:52 Los sueños, sueños son, como decía Calderón,y bendito aquel que viva en un continuo sueño, que no en una pesadilla.