Cuando me enteré de que pasábamos no sé qué barbaridad de años durmiendo a lo largo y ancho de nuestra vida me dije que ahí había algo. Algo estúpido pero algo. Podría haberme fijado en el tiempo que pasamos esperando trenes o lavándonos los dientes. Pero no me motiva tanto. Hay que empezar por lo más trepidante. Por dormir.

Claro, con lo de dormir viene parejo lo de soñar, y lo de las veces de quedarse frito y hablar en sueños, y hacerse pis, y todas esas cosas divertidas que tienen que ver con la cosa de dormir, haya o no doctores norteamericanos mirándole a uno y apuntando cosas en cuadernos. Pero sobre todo lo de soñar.

Es curioso lo que pasa con lo de soñar. Parece fácil sentirse inclinado a pensar que el mundo ese de los sueños ofrece un material más dúctil e impreciso, más sujeto a opinión y a interpretaciones. Se habla muchísimo de la interpretación de los sueños, de su significado. Si los sueños fuesen una cosa sólida y de fiar entonces no haría falta pensar en su significado ni en su interpretación. Los sueños serían lo que parecen y punto, como el resto de cosas.

Pero creo yo que es al revés. Precisamente porque no está nada claro cuál es el significado de nuestras experiencias durante las horas de vigilia. Vivir es la verdadera patraña. No se la cree nadie. Ni a nadie se le ocurre que podría tener algún significado cualquiera de esas secuencias obtusas de cosas inconsistentes que llamamos nuestras vidas. Cada cual puede poner su propio ejemplo de cómo ha llegado a una situación en la que se aburre o en la que espera la muerte entre increíbles dolores. Buscarle un significado a eso ofende a la inteligencia. No será que buscamos el significado en los sueños porque parecen más susceptibles de tenerlo? ehehehehé? no será?

Esa es una de las cosas que quería decir para presentar el tema acerca del cual pretendo escribir.

El tema de esta columna es el sueño y la vigilia y el lugar fronterizo en el que habitamos transtornados.

Es mi modesto cometido señalar algo que se sabe de antemano. Que estamos dormidos y que es casi imposible despertar. Que el despertar casi imposible sólo lleva a la locura. Y que la locura tiene ventajas incontestables.

Así que, sin ánimo de despertar a nadie, pienso desvelar aquí lo que tenga noticia que ha ocurrido en o de camino a ese otro mundo dúctil y acuoso pero con significado pleno, como la oración gramatical.