Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.
Cuenta Cervantes que el Licenciado Vidriera tenía que dormir forzosamente entre algodones por miedo a romperse. Porque el tipo creía ser de vidrio. De igual manera, hay gente incapaz de dormir en un tren o en un avión. Les preguntas que qué les pasa y te sueltan “es que no concilio, joder! no concilio!”. Hay que sentir lástima por estos congéneres nuestros.
En una gradación que, como todo lo humano, no parece conocer límite para el absurdo, encontramos gente que no consigue conciliar el sueño en un avión, en un autobús, en una macrodiscoteca, o si el fotón de más baja energía impacta sus párpados o el peinarse de pestañas de una mosca de la fruta llega a sus oidos.
Es más propio de gente neurótica y perfeccionista.
Mi remedio inútil del día es el siguiente: si vd no puede dormir vayase andando a la plaza más cercana a vd y que se llame Sanllehy. Aunque viva en Alemania. A la vuelta de su viaje ya verá como duerme como un bendito.
2008-01-11 11:04
¡Mentira! ¡Mentira! Yo una vez no me dormía y salí a pasear. Anduve tanto que pasé a otro país, y luego a otro y a otro, y nunca más regresé a mi casa, pero sigo durmiendo fatal. Me va mejor, hablar: me aburro tanto que acabo durmiéndome, o me golpeo la cabeza hasta perder el sentido.
2008-01-11 17:38
Pude encontrar el remedio al insomnio oyendo y viendo en la tele a Bush, algunas veces al somnifero Aznar y ocasionalmente por un culebron televisivo.
Pero lo mas efectivo es leer a Reverte.
2008-01-11 19:31
Un Levante B – Orihuela a las cuatro de la tarde por el 33 también suele funcionar bastante bien. Por cierto, te copié una frase, si encuentro una alternativa mejor la cambio, pero de momento espero que me sepas perdonar.