Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.
Y entonces para mejorar nuestro aislamiento podemos poner unas músicas como de taichí y un botafumeiro de esos para quitar el olor a devorolor y sutituirlo por pestuzo místico, y con eso estaríamos casi completamente aislados y listos para un sueño de reparadora lujuria. Ay no, de lujuria no. Póngame de lo otro, de lo que no era lujuria pero que no me acuerdo como se llama. Era otra virtud pero así de las aburridas, tipo mirarle la cara a diso, o contemplar el infinitomi entras se hacen dibujines con un palito.
Yo es algo que hago mucho cuando hablo por teléfono. Hago dibujines de muchas cosas. De chinos que llevan pescao. De hongos nucleares. De florecillas rurales. De sólidos platónicos.
Luego me siento un poco culpable de no prestar suficiente atención a la conversación telefónica, aún a sabiendas de que ésta me sorbe sólo una parte de mi capacidad y podría emplear el resto en hacer listas de la compra o cualquier otra fazaña ayurvédica. Hay una especie de tabú acerca de la indivisibilidad de la conciencia. Es de muy mala educación multitaskar a pesar de que sea algo perfectamente posible y hasta frecuente. Todo el mundo exige que cualquier comunicación humana sea respaldada por el total de la atención por mucho que el contenido en sí de la comunicación sea fácil laxo somero etc.
Otra de las cosas que se resolverían con las piscinas de bolas sería el típico de dónde pongo las cosas. Al llenar el espacio habitable de un criptolíquido, o quizás podríamos decir de un sólido supercooled podríamos ocupar el 90% del espacio posible. Un piso de 30 metros cuadrados podría tener 67.5 metros cúbicos, dejando 2.5 metros cúbicos a modo de recibidor/cámara de descompresión.
Hay consideraciones prácticas como por ejemplo la de que sería complicado cocinar en este tipo de habitáculo, debido a la posible flamabilidad de las bolas, o ver televisión, debido a su falta de opacidad, o ir al baño, porque sería directamente una guarrada que acabaría con todo.
Sin embargo, qué bellos amaneceres translúcidos, mejorados por un aislamiento acústico aumentado, qué maravilla poder practicar un buceo infinito y ponerse a dormir en cualquier punto xyzt.
Perdón me ha vuelto a pasar.
2008-02-01 13:49
Cuando hablo por teléfono (dentro de la piscina, claro está) suelo hacer reproducciones de cuadros famosos. El de los girasoles, ponele.
Pero es que soy telemarketer y eso no se lo deseo a nadie. Te juro.
Me llevo “Porque sí” de Sergi Puertas. Ya lo tengo, pero es para regalar.
Con moño, porfa.