Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.
Es de lo más sencillo. Hay que tomarse una cocacola y una aspirina y mirarse en cueros al espejo llevando una vela y un cuchillo en la mano. Si es de noche y estamos cerca de una ventana será mejor para los vecinos, que confirmarán de esta forma todo lo que sobre vosotros venían comentando en la cola de la panadería.
Después de hacer un poco el tonto delante del espejo, imitando a Bisbal y mirando a ver si tenemos más o menos chichorras que la última vez que nos miramos encuerados delante del espejo llevando una palmatoria, haremos el tonto un poco más con unos bailes improvisados muy al estilo del concurso “pero qué se piensa usted que está haciendo”.
Entonces nos comemos sin más una fabada valenciana y nos vamos a dormir a nuestro lecho de púas de roble, en el centro de una estrella de siete puntas que habremos trazado con regla y compñas. Si el compás que tenemos es de los staedtler de toda la vida habrá que encogerse un poco.
Cuando veamos a Satán en sueños hay que mantener al máximo el decoro y no pedirle tres deseos, que el de los deseos era el genio. Lo que hay que pedirle es la vida eterna o algo así, que el demonio no se pone por nada.
2007-11-16 19:58
Uf.. qué vergüenza ¿de verdad tengo que mirarme? jo, mírame ahí, con el peazo barrigón…
Con las judias me cago vivo ¿puedo cambiar la fabada por una paella asturiana?
Y otra cosa: mi Staedler no hacía estrellas de 7 puntas, sólo hacía redondeles.