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Transtornos del sueño por Purranki Sandongui

Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.

Pesca de agua dulce

Cuando uno es chico quiere ser cosas estupendas. Todos estamos llamados a la estupendez. Nadie aspira a ser una medianía, nadie espera ser tirado al cubo de la basura. Ni de lejos habría imaginado nadi responder a la pregunta “tú de mayor que quieres ser” con la frase “lo que sea con tal de poderle dar cuanto más dinero mejor a un banco despersonalizado para así poder dormir bajo techo”.

Con los precios por día de la hipoteca acercandose cada vez más al precio de una habitación de hotel en temporada baja la pregunta de qué quieres ser de mayor se hace cada vez de peor gusto. “Un puto esclavo” o bien “un porculizao amargao y neurótico que sobrevive tratando de pensar lo mínimo” es cada vez más una respuesta obvia. Qué más da lo que deseemos cuando no lo podemos conseguir en modo alguno?

Antes los niños decían que querían ser azafatas o toreros. Ahora quieren ser magnates de la construcción, traficantes de droga como su hermano o bien motoristas, tenistas o motoristas de agua y tenistas pero de la familia real. Se puede perder el contacto con la realidad, de forma total, y recuperarse sólo de tanto en tanto, una vez cada veinte años, como en el cuento aquel pero en la realidad. Ese es mi consejo de hoy, queridos niño.

Purranki

Purranki Sandongui | 27 de julio de 2007

Comentarios

  1. Ana Lorenzo
    2007-07-31 21:16

    Qué lástima, Purranki, porque tienes toda la razón: antes decíamos «bombero», «bailarina», «jardinera de jardín de infancia», «granjero»; ahora, lo más creativo que he oído decir a un niño ha sido que quiere ser «policía, pero de esos de negro que solo detienen marcianos»; claro, al lado de un par de niñas que lo que querían era «hacer abogado, y luego hacer eso que hace que ganes mucho dinero y trabajes muy poco». «¿Jueces?», les pregunté yo. «No, otra cosa.» «¿Notarios?» «Sí, eso» ¿Estarán los niños subestimulados o sobreestimulados? Señor experto en sueños, lo que está claro es que los sueños de estos niños sí que están trastornados.

    Un beso


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