TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
En su nota sobre la muerte de Michael S. Hart, fundador del Proyecto Gutenberg, Juan Luis Chulilla recuerda los tiempos de la génesis de internet en los que voluntarios transcribían y escaneaban novelas enteras para compartirlas con el mundo sin obtener nada material a cambio. ¿Se imaginan lo que supone ese trabajo? Yo sí, lo hice cuando empecé con Artes poéticas, un puñado de extensos ensayos que obtenía de la biblioteca, escaneaba página a página y corregía. Ese impulso altruísta continúa intacto en centenares de usuarios que se guían por el impulso que les lleva a compartir con otros lo que a ellos les entuasiasma: y doblan series y películas, o escanéan libros enteros o los traducen. Recientemente me he encontrado con un extenso cómic traducido viñeta a viñeta y con una novela igualmente extensa volcada al castellano por un aficionado. Y en ambos casos no había alternativa oficial, digital se entiende. Es decir: en ambos casos las editoriales tienen un archivo electrónico que manipulan y formatéan para editarlo en papel, pero toman la decisión de no hacer lo mismo para lanzar una versión digital.
Hace unos días, tras encontrarme con http://epubgratis.es/ comentaba que estas páginas surgían «cuando los aficionados tienen las cosas más claras que los profesionales. Y son más rápidos. Y eficientes.»
Ahora, tras leer un artículo recomendado por Vicente Luis Mora me voy a Random House Mondadori y busco, sin muchas esperanzas, la versión digital de la última novela de Belén Gopegui, Acceso no autorizado . Sorpresa: la tienen, y además en epub, y a demás a 6€, cuando la versión en papel cuesta 20. Así que sin pensármelo más clico sobre “comprar”… y primera decepción: aparece una ventanita en la que tengo que escoger en qué librería compro ese ebook. Bien, no sólo me veo obligado a irme a comprar a otro sitio, sino que en letra pequeña ya se me advierte: «NOTA: El hecho de aparecer en el listado no garantiza que la librería disponga de todos los libros del catálogo.» Y así es, claro: armado de paciencia, y casi con afán documentalista, compruebo la existencia de la novela en las cuatro principales librerías que se me ofrecen: en tres no existe más que la edición en papel, y en la cuarta sí, está, y a 6€, pero… según advierten en los “detalles” en PDF y con DRM. Cabreado por la pérdida de tiempo, me voy a Google y tecleo Acceso+no+autorizado+epub+gopegui. Voilá: el primer resultado me lleva a una página en que se me ofrece el libro en epub y, claro, gratis. Así que ha vuelto a ocurrir: dispuesto a pagar un precio razonable por un libro digital, acabo descargándome una versión pirata por imposibilidad de conseguir la oficial. El mensaje de las editoriales parece claro: no compres nuestros libros, piratéalos.
2011-09-16 05:06
Comparto totalmente esa opinión. recientemente, además, he adquirido algún ebook a precio excesivo que tardé un día en poder descargar y encima, no respetaba márgenes al aumentar el tipo de letra, una de las grandes ventajas del libro electrónico sobre el de papel, y tenía errores ortográficos de los que hacen que duelan los ojos.
2011-09-16 05:41
Y está sucediendo mucho con libros de texto en niveles superiores. Las ediciones están agotadas, no hay versiones digitales, hay que leerlos de una semana a otra, no están disponibles en bibliotecas, y los estudiantes son expertos en compartir —además de contar con suficiente tiempo disponible.
Tu paciencia y “afán documentalista” los compartimos muchos. El desenlace de estás aventuras, también.
Un gran saludo, Marcos. Ahora que los sigo en twitter he tenido oportunidad de volver a leerlos de vez en cuando. Por acá nos leemos.
2011-09-16 23:08
Últimamente, cuando compro el libro en papel busco (y con frecuencia obtengo) la versión en digital, para poder disfrutar de mi adquisición en mi lector electrónico. No hay piratería, es mi derecho a la copia privada y bien privada.
Ética ruinosa la mía, que pago por algo que no voy a usar, pero bueno, siendo sincero, la copia papel queda preciosa en la estantería y siempre puedo prestársela a algún conocido que no tenga lector digital… claro que, si se la presto entonces ya no es copia privada sino piratería ¿no? Ay, hijo, qué lío.
De paso, quisiera advertir que Román (#1) no soy yo, es decir, que sí soy Román, pero no ese Román. No sé si se me entiende ;)
2011-09-17 12:56
En general la gente no “piratea” libros, los “comparte” Parece que el término piratear ha calado muy hondo.
2011-09-17 13:22
Hombre, Adolfo, cuantísimo tiempo, alegría leerle.
Miguel, lo tuyo es… a ver cómo lo digo… Mejor no lo digo :) El caso es que para mí una de las grandes ventajas del libro digital es el espacio: y en casa ya no tengo espacio.
Cayetano, claro, yo utilizo el término a propósito.
Y por cierto, prueba de que se han sustituido los comentarios por las redes sociales es que en mi cuenta de Google+ se ha establecido un debate extensísimo e interesantísimo sobre esto.
Saludos
2011-09-21 18:15
Novedad importante: me escribe Belén Gopegui. Me dice que ella solicitó a la editorial que sus libros digitales careciesen de DRM y que le dicen que así se hizo, y que están intentando mejorar la interfaz de venta para aclarar todo eso. Compruebo, efectivamente, que en alguna otra librería online el libro se encuentra en EPUB y sin DRM, aunque no se anuncie expresamente. Y a 5.99. Ese es el camino.
Saludos