TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
Cosas, Celalba mía, he visto extrañas:
cascarse nubes, desbocarse vientos,
altas torres besar sus fundamentos,
y vomitar la tierra sus entrañas;
duras puentes romper, cual tiernas cañas;
arroyos prodigiosos, ríos violentos,
mal vadeados de los pensamientos
y enfrenados peor de las montañas;
los días de Noé, gentes subidas
en los más altos pinos levantados,
en las robustas hayas más crecidas.
Pastores, perros, chozas y ganados
sobre las aguas vi, sin forma y vidas,
y nada temí más que mis cuidados.
Yo no sé a ustedes, pero a mí este soneto de Góngora me conmueve, igual que me conmueven muchos otros suyos y de sus contemporáneos, como me arrebatan pasajes del Quijote, de Clarín, de Valle, de Machado, de don Juan Manuel, de Galdós… o me emocionan algunos poemas de Bécquer, o me avasallan las sinfonías de Bethooven, de Mozart, los conciertos para piano de Rachmaninov, la música de Bach. Sus estilos, maneras, formas de concebir la prosa o el verso, motivos incluso, no han vuelto a repetirse, pues han sido superados por el paso del tiempo y las nuevas concepciones literarias o musicales que les han sucedido. Pero yo hoy sólo escribo aquí para transmitirles una pregunta que no sé contestarme, o no sé hacerlo más que con razones sociológicas (creaciones siempre coyunturales, que dan respuesta a un tiempo y una época, pero entonces, ¿por qué me siguen impactando siglos después?): ¿por qué no escribir hoy como entonces? ¿Por qué no componer sinfonías al modo dieciochesco? ¿Cuál es el muro que nos impide escribir un soneto culterano, un ensayo barroco, una fábula dieciochesca, una novela decimonónica (bueno, quizás la novela es la que más anclada esté todavía en el XIX)? Solemos contestarnos a menudo que escribimos lo que quisiéramos leer; al margen de la vagueza de esa respuesta, y si nos gusta Quevedo, ¿por qué no repetir su poética? Si un poema como el “Miré los muros de la patria mía” sigue dándonos hoy respuestas, ¿por qué sería extemporáneo y rechazo escrito por un poeta del siglo XXI?
2011-07-07 11:17
Quizá voy a contestar una obviedad: lo que el arte tiene de personal, de búsqueda, de encajar las piezas de otro modo.
Tan poco valioso es escribir como Quevedo (si no eres quevedo, es decir, el primero que escribió como él) como escribir poesía de la experiencia (con perdón), porque eso ya lo hicieron muchos.
El arte es exploración, y aunque el humano está limitadísimo para escapar de sus influencias y de los estilos de su tiempo, cuando el arte no aporta elementos nuevos no es arte.
Sin embargo tu pregunta abre otros caminos: ¿Podemos innovar a partir de Góngora? El arte una y otra vez vuelve al pasado a encontrar inspiración, rescatando elementos que integra en el presente a la bsqueda de esa novedad que lleve a una voz única.
2011-07-07 12:00
Graves preguntas. Y peligrosas. La respuesta más común que oigo es “eso ya lo han hecho otros, está superado, es obsoleto, arcaico, …”
Acabo de leer a Paco (se me ha adelantado) y lo cierto es que racionalmente tengo que estar de acuerdo con él. El ingenio, ciertamente, no debe detenerse en los campos domeñados y ya segados; debe avanzar, innovar, investigar y explorar. Pero si son todos exploradores ¿no hay colonos?
2011-07-07 12:15
No sé si me he explicado bien, concreto más: si hoy yo escribo un poema exactamente igual (no ese mismo, pero sí igual en forma y fondo y calidad) al de Góngora, ¿es válido? ¿es genial? ¿conmueve y provoca temblores de emoción o lleva al éxtasis intelectual? ¿no es ese el sentido de la literatura?
Entonces, innovar sí, pero ¿no innova cada poema genial independientemente de cuándo fue escrito? Es decir, yo aprendo tanto (o más) leyendo poetas barrocos como leyendo a mis contemporáneos.
Difícil.
2011-07-07 13:53
No sé. Te planteo la ucronía al revés: si Góngora viviera hoy, es decir, si el mismo genio hubiese nacido en 1961 y no en 1561 ¿hubiera escrito igual? (y no me refiero a si se le hubiera “reconocido” igualmente). Y si no ¿habría sido por ello menos genial?
Sí, es complicado.
2011-07-07 15:41
Hablar como Góngora de un mundo que es muy distinto al suyo sí sería algo nuevo, creo.
Es cierto que si se entiende la actividad artística como exploración formal, no tiene sentido repetirse (aunque no debería estar de más: los experimentos científicos se repiten muchas veces y cada conclusión redundante afianza y amplía su validez).
Pero creo que entender el arte como una pura exploración formal es dejar al margen al lector, al diálogo que se establece entre la obra y él. Y de esa subjetividad, de lo que el lector siente, vaya, también se habla en el artículo. Por seguir con la no necesariamente pertinente analogía científica, tal vez para comprender el arte haya que estudiar no sólo la obra sino también al observador.
2011-07-07 17:53
Claro que no habría escrito igual, pero eso es tramposo: planteas un imposible, mientras que lo que yo propongo es posible. De hecho, y en parte, ya se hace y se hizo. Es habitual, por ejemplo, en las bandas sonoras, en las que se componen pasajes sinfónicos totalmente clásicos. Mi pregunta es no ya si es legítimo, sino si es aceptable desde sus contemporáneos.
Saludos
2011-07-07 20:05
Me parece muy interesante lo que planteas, Marcos, y sin embargo no estoy del todo de acuerdo en que se mezclen las distintas disciplinas artísticas dentro de la misma reflexión: el lenguaje es la materia prima más cultural e históricamente codificada de todas las artes que mencionas. No digo que el resto no lo esté nada, por supuesto, pero una película puede usar como banda sonora un fragmento de un canto gregoriano y no estar atentando contra ninguna convención. Estaría causando un efecto determinado asociado a la experiencia de la recepción relacionada con ese tipo de música, y ya. Pero decir “fermosura” en un poema hoy en día sería de lo más… raro. Como lectora no sabría interpretar eso. Por qué el autor habla así. Qué se supone que me quiere transmitir, o en qué clave tengo que leerlo. El lenguaje literario se mide, además, a partir de nuestro conocimiento del lenguaje instrumental que manejamos a diario. Eso no pasa con las otras artes, por lo que al exponernos a ellas podemos, hasta cierto punto, estar más abiertos, menos condicionados.
2011-07-07 22:33
Este soneto que escoges, y el que citas (Mire los muros: “… Entré en mi casa: vi que amancillada // de anciana habitación era despojos…”) son dos magníficos ejemplos.
Creo que se puede seguir haciendo poesía como ellos (o como Verlaine, por seguir en la tradición del soneto sin necesidad de anclarlo idiomáticamente), porque lo que se refiere a escribir, ya escribimos influenciados irremediablemente por ellos.
No sé mucho del arte (por no decir que no sé nada), pero creo que el arte no puede estar en la forma de hacer la poesía, ni en una u otra estructura lírica determinada, o una pretendida originalidad. El arte tiene que residir en su mensaje y en la manera de sintetizarlo y expresarlo: la capacidad de transmitirnos una idea, o un concepto, o de que los reimaginemos de diferentes formas.
2011-07-10 01:24
Yo creo que se pueden seguir haciendo sonetos, rimando en consonante, y todo lo demás, y no queda raro. O al menos yo me aprendí en su día algunos de memoria de Borges, que no es del siglo XVII, y no lo sentí como un poeta arcaizante. Quizá lo sea.
Claro que tendrian que ser sonetos en el español que se habla hoy, porque lo contrario sería una afectación forzada y además nunca saldría bien, porque no somos “hablantes nativos” del español del XVII. Y esa es la dificultad que yo veo para escribir como Quevedo. Por lo demás, a mi Miguel Hernandez me suena a ratos a poeta barroco pero escribiendo en el español del XX. No sé si eso es bueno o malo, no conozco tanta poesía, pero que se puede hacer, me parece claro.
El caso de la música es bastante diferente.
2011-07-11 17:58
No, María José, no me refería a incrustar piezas clásica en la banda sonora, sino a fragmentos originales al más puro estilo clásico. Por lo demás, no es necesario mantener el arcaísmo lingüístico, sin él puedes mantener exáctamente la misma poética que entonces.
Gracias a todos por vuestras aportaciones.
Saludos
2011-07-11 21:39
Marcos, yo creo que es más bien un problema de lo que hace que alguien sea realmente creativo. SI eres un genio lo que haces es crear a partir del pasado, por lo que no creo muy probable que te conformes con hacer más de lo mismo. Siguiendo con el mismo ejemplo de Borges, a mí me parece un genio en relatos pero justamente como poeta me aburre porque me parece una mala imitación de Quevedo. Y las bandas sonoras de las películas están bien como banda sonora pero tampoco creo que alcancen el nivel de Bach.