TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
Una pareja de la Guardia Civil llega al lugar de un accidente y se dispone a levantar un atestado. Los restos del coche y del cadáver se esparcen por la carretera y sus entornos. Uno de los guardias toma nota en un bloc y el otro le va dictando. Brazo izquierdo, en la cuneta; tronco, en el coche, pierna derecha, en la maleza adyacente a la carretera. Cabeza, en la acera. El que toma nota piensa un instante y pregunta: ¿“acera” es con h o sin h? El explorador se queda pensativo, y entonces le da una patada a la cabeza del cadáver: cabeza, en la cuneta.
La literatura de Palahniuk es como este chiste de humor negro, pero sin el humor, pura carne viva. Pero su violencia, muchas veces de una plasticidad brutal, es mucho mayor en el apartado moral, en la visión ética de la realidad que describe. Acabo de acercarme al autor norteamericano, y lo primero que leí es este cuento. Advierto que su lectura no es apta para cualquier ojo. En uno de los relatos más duros que he leído en mi vida, Palahniuk se regodea en accidentes sexuales de gente que trata de poner en práctica leyendas urbanas en torno a la masturbación, en cuya descripción quita todo velo que suavice la acción para resaltar los detalles más escabrosos. Después de eso leí Asfixia. La violencia, física y moral, de Cormac McCarthy en Meridiano de sangre tenía tiene un atenuante poderoso: lo que se describe sucede en el pasado, y el entorno, el contexto natural y social, explica y da sentido al desierto ético y la atrocidad continuada de sus personajes. Pero en Palahniuk el contexto lo construyen los personajes, y estos, todos ellos, no son excepcionales ni viven vidas extremas, son tú y yo con la sonrisa social rasurada, la piel vuelta del revés y mostrando al mundo siempre esa faz ensangrentada. Su literatura es como si todos nosotros anduviésemos constantemente con esas batas de hospital abiertas por la espalda. El narrador Palahniuk es lo más parecido a la única idea que puedo concebir del diablo: aquella parte de nosotros que sobrevive a cualquier precio y encarga al otro yo que lo maquille y le dé a todas sus acciones una justificación moral. Y, ¿se trata de violencia gratuita? Es decir, ¿el objeto de la narración y el sujeto es la propia violencia? No lo creo: Chuck Palahniuk nos muestra una sociedad devastada, ridícula, en la que los individuos sobreviven en una ficción que trata de dar sentido a sus vidas, pero que resulta ramplona, sucia y absurdamente defectuosa. Y el mal gusto adquiere categoría de figura literaria. En la cuneta.
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Un par de apuntes. Cuando decía que la literatura de Palahniuk es como el chiste de humor negro pero sin humor no quiero decir que su prosa no recurra al humor; la ironía y el humor negro son esenciales, aunque muy peculiares, muy finos, por extraño que parezca es adjetivo dedicado al autor.
Por otro lado, la Wikipedia dice de su estilo que «sus obras usan un vocabulario limitado y frases cortas para imitar la forma en la que una persona normal contando una historia hablaría». No es cierto; en primer lugar no es cierto porque sería una misión (sé que muchas veces pretendida) rota desde su raíz: o se habla o se escribe; en segundo lugar, la prosa de Palahniuk está muy alejada de cómo hablaría una «persona normal», atestado de descripciones poéticas (por muy brutales o sucias que resulten) y de comparaciones y metáforas muy elaboradas.
2010-06-03 12:43
La verdad es que después de leer el relato entiendo que haya gente que se desmaye (o al menos eso dice la leyenda). Suficiente para hacerme una idea de su estilo, porque no creo que lea más. Y sin embargo está bien escrito, muy bien construido, como piezas que van encajando perfectamente. La vieja discusión entre forma y fondo.
Aunque desde luego la literatura tiene más que ver con lo primero que con lo segundo.
PD. Si no estás de acuerdo con lo que dice la Wikipedia, ¡cámbialo! Esa es su esencia: la hacemos entre todos.
2010-06-03 16:02
Leí guts hace ya bastante tiempo y aunque estoy de acuerdo contigo creo que su prosa tiene, además de un efecto a corto plazo, otro a largo plazo: calibrar. El proceso de calibración de cualquier aparato consiste en buscar los extremos y medir el resto de elementos entre esos dos extremos. Pues Mr. Palahniuk gusta de juguetear en el extremo… ¡bien por el! (será por mi alergia a lo políticamente correcto)
2010-06-04 17:53
Pero Paco, ¿no lo leerás porque no te gusta? ¿porque te gusta pero no quieres pasar un mal rato? En Asfixia no hay tal extremo de violencia ni mucho menos, aunque ahí la violencia es moral en el sentido de que dibuja un mundo sin redención, seres patéticos todos.
Sí Oscar, además intenté hablar de eso: cuando digo que Palahniuk es el diablo me refiero a eso precisamente, a que nos ofrece el otro lado opuesto al habitual, es como si estuviese en nuestros oídos recordándonos constantemente que no, que renunciemos a las explicaciones bondadosas de nuestros actos, que somos patéticos y deplorables.
Saludos
2010-06-05 12:22
No, sé, igual sí que acabo leyéndolo. Tradicionalmente he encontrado puntos de apoyo en novelas tremendas como la nausea, los adioses o el extranjero, pero no sé si mi optimismo se ha ido desgastando con los años.
Aunque defiendo que la literatura es forma, en el fondo me traiciono porque busco algo más: la forma como soporte de algo indefinible que no sé lo que es, pero está anclado en el fondo, o entre el fondo y la forma, como una soldadura que los mantiene unidos. Lo literario es ESA soldadura.
Eso veo en Onetti, en Cortázar, en Sartre…
¿Llega este chico a eso? Podría ser. Igual hay que leerlo.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Óscar: las imágenes se quedan ahí durante días, acechando. Si eso me pasa a mí, que me considero un lector poco impresionable, no sé que le puede hacer a alguien impresionable.
En fin, recomiéndame uno de sus libros, para probar…
2010-06-05 19:07
Bueno, es que la forma al final depende del contenido: si no se cuenta algo la forma carece de sentido.
¿Que te recomiende? Como dije, yo recién empiezo con Palahniuk: el relato y Asfixia. Te podría recomendar ambos. Y me interesa, aunque no lo tengo todavía, Error humano, de tipo ensayístico, a ver qué dice alguien que describe la sociedad como un trozo de pizza mordisqueado y podrido en un cubo de basura.
Cada vez estoy más convencido de que, lejos del postmodernismo, estamos ante la vuelta de los grandes moralistas.
Saludos