Teatro Abandonado trata de recoger el 19 de cada mes fragmentos intermedios de obras teatrales que fueron dejadas a su suerte, a medio acabar, condenadas al olvido. Alberto Haj-Saleh es editor de Libro de Notas y de la bitácora Reducir al mínimo.
GABRIEL sigue en el lugar donde se quedó la última vez, sentado en su mesa de escritorio, resolviendo papeleo, como siempre. Las alas negras reposan en el respaldo aparentemente inertes. JEAN CLAUDE le observa sentado en el suelo.
JEAN CLAUDE: Gabriel…
GABRIEL: (Afanado en los suyo) Dame un minuto.
JEAN CLAUDE se levanta y pasea despacio intentando ver algo en el suelo o en lo que deberían ser las paredes. Rasca algo aquí, trata de limpiar una superficie allá… pero nada cambia, todo es más o menos igual que al principio. Finalmente GABRIEL levanta la cabeza y sonríe al ver a su amigo intentando ver algo que no sea la nada aséptica del limbo.
GABRIEL: Qué, ¿todavía buscando algo nuevo?
JEAN CLAUDE: Pse… me cuesta creer que no haya nada más.
GABRIEL: Bueno, llevas aquí una buena eternidad, a estas alturas deberías estar acostumbrado.
JEAN CLAUDE: Sí pero… ¿Qué significa? Quiero decir… ¿uno pasa los meses, uno tras otro, y al final, sin más, no hay nada?
GABRIEL: Bueno… yo no lo llamaría “nada”, querido. Digamos que es un estado de transición. Pasar de un lugar que era de una manera a otro lugar que es de otra manera. Esto de aquí es simplemente… lo que hay en medio de esos dos lugares.
JEAN CLAUDE: Una pausa.
GABRIEL: Un punto y seguido, más bien.
JEAN CLAUDE: ¿Y ahora qué vendrá?
GABRIEL respira hondo y se encoge de hombros. Se ha quedado meditando la pregunta de su compañero. Después de unos segundos se levanta y se pone a su lado, como mirando ambos un paisaje o una ventana imaginaria.
GABRIEL: En cualquier caso, será otra cosa, Jean Claude. Siempre hay otra cosa.
Bajan las luces.
Telón.
Ha sido un placer.
2009-06-19 11:06
El placer ha sido nuestro, al menos en mi caso. Seguiremos pendientes de la otra cosa.
2009-06-19 14:17
A ver, falta algo:
Aplausos (se levanta el telón, aparecen los figurantes, inclinan la cabeza). Más aplausos (vienen los secundarios, hacen una leve reverencia). Siguen los aplausos (sale el primer actor, dando saltitos, hace una reverencia exagerada, la ovación aumenta de tono). Aplausos y aplausos (sale la primera actriz, la ovación se desmadra, el público se pone en pie, ella no hace ninguna reverencia porque el escote no es apto para ello, en su lugar envía un beso “volado” al patio de butacas, se oye algún “¡bravo!”). Aplausos mantenidos (la primera actriz hace un gesto al lateral izquierdo y aparece la directora artística, hace una leve inclinación de cabeza con la mano en el pecho y aplaude a los actores, una acomodadora acerca sendos ramos de flores a la actriz y la directora). Baja el telón, palmas acompasadas —veinte segundos-, sube el telón (aparece todo el elenco cogidos de la mano como para jugar al corro, vuelve la ovación, el primer actor y la primera actriz tienden una mano a la platea izquierda. Desde allí, el autor, con sonrisa beatífica, se pone en pie y saluda con las manos abiertas como si fuera el Papa). Baja el telón, los aplausos decrecen paulatinamente, las luces de la sala se encienden y algunos alcanzan el pasillo mirando su reloj y murmurando algo del tráfico.
Una bonita velada. Muchas gracias por habernos invitado a todos. Avisa para la próxima.
2009-06-19 21:11
Una pena, a mí me gustaba mucho, le tengo especial devoción a Edificabilidad.
2009-06-20 02:06
Ojalá la compañía vuelva pronto de gira ;)
2009-06-20 06:35
Doña Crisis— (Apenada) Por mi culpa, dice el autor, echamos el cierre.
El autor— (Repirando hondo) A alguien habia que echar la culpa. El dueño del local nos ha subido la renta.
Marcos— (Firme) Solo subí lo que la Ley me permitía.
Doña Crisis se cuelga del brazo del autor y se van a la cama.
Doña Crisis— Las penas en el lecho saben a gloria.
El autor— (Resignado) Aqui no quedaremos esperando a Godot.
Doña Crisis— Yo me voy a aprender de memoria “La bruja de Saleh”
Y el autor entra. .
2009-06-20 12:15
Pues yo no he cogido mi abrigo. Lo he hecho a conciencia, hala, para que tenga que volver a abrir el Teatro Abandonado.
Marcos, por Dios, pon un poco de orden aquí. Claro, mira a quién se lo voy a pedir… si cerró su Teratología.
A ver, ¿quién tiene aún cabeza en este sitio? ¿María José? ¿Miguel? ¿Paco? ¿Manuel?, venga, que a ti a lo mejor te escucha… ¿Alguien por ahí que no se fíe de Gabriel y de su promesa de que siempre hay otra cosa? Miren que eso es un acto de fe a ciegas…
Alberto, guapo, ¿y un soborno?
2009-06-20 20:58
Una lástima, todas aquellas representaciones tienen un encanto único que definitivamente se echara de menos por estos lugares.
2009-06-21 03:40
Está bien, dadme a mí los sobornos y veré si puedo convencerle. Y coincido con María José en destacar “Edificabilidad”. En cualquier caso, conste que el genente estaba muy contento con la asistencia de público y las ganancias, y con que eso no fuese en detrimento de la calidad del espectáculo. Y si hubiese metido un poco más de sexo… Ahora habrá que programar musicales.
Saludos
2009-06-22 02:31
Siempre me han gustado los cambios (también llamados aguijones), sobre todo cuando se instalan en las tripas de uno…
Suerte.
:*