Libro de notas

Edición LdN
Teatro abandonado por Alberto Haj-Saleh

Teatro Abandonado trata de recoger el 19 de cada mes fragmentos intermedios de obras teatrales que fueron dejadas a su suerte, a medio acabar, condenadas al olvido. Alberto Haj-Saleh es editor de Libro de Notas y de la bitácora Reducir al mínimo.

Ratas

¿Dónde está?

Ahí.

¿Ahí dentro?

Creo que sí.

¿Crees?

La oigo ahí dentro.

(Acercando el oído) Yo no oigo nada.

Creo que la has asustado con tu voz y se ha quedado quieta.

Qué le pasa a mi voz.

No le pasa nada a tu voz, sólo he dicho que ha oído ruidos y se ha quedado quieta.

¿Estás seguro de que la has oído ahí dentro? ¿La has visto entrar?

Sí. Bueno, creo que…

¿Otra vez crees?

Joder, no la vi con total nitidez, pero me ha parecido que entraba una sombra…

¿Ah, sí? ¿Y como era la sombra? ¿Alargada, estrella, gorda, pequeña, peluda, con dientes, con pata, con forma de maldita bola de polvo que entra empujada por el aire?

Eso no era una bola de polvo. Las bolas de polvo flotan, no se arrastran. Pude oír como arañaba el suelo… ¡escucha! ¡Shhhh, escucha, escucha! ¿La oyes?

(Silencio y más silencio)

No se oye nada.

Shhhh.

… sí, parece que… pero no, no es… bueno no lo sé.

¿Lo ves?

Lo que no sé es por qué no la matas de una vez.

¿Por qué no la matas tú? Te dije que llamáramos a un experto.

Mira, porque pensé que no sería tan difícil coger un bicho y matarlo. Aunque tendría que haberme supuesto…

El qué.

Déjalo.

Y una mierda déjalo, qué tendrías que haber supuesto.

Si es tan fácil, ¿por qué no la cazaste tú, por qué no la matas tú, por qué no abres tú la puerta y le das un palo en la cabeza? ¿Qué, qué pasa, que porque soy el hombre me toca defender el castillo? ¿Eso me estás diciendo?

No, si ya queda claro que para las cosas masculinas no puedo contar contigo.

Eres una hija de perra.

(Levanta la mano pero no la suelta. Luego respira hondo y vuelve a mirar a la puerta).

Venga, suéltalo, dímelo todo ya. Aprovecha que estás lanzada y suéltalo. ¿Tengo que provocarte? ¿Hija de perra? ¿Cabrona? ¿Malnacida?

¡BASTA!

¿Qué basta? ¿Qué cosas masculinas no hago? ¿Eh? ¿Eh?

Era coger una maldita rata, joder, una maldita rata. Se trataba de ponerle una trampa, un veneno, algo, y matarla. ¿Es que es tan complicado?

Se te da muy bien decirme lo que tengo que hacer y muy mal hacer cualquier cosa por ti misma.

Mira, no me hagas hablar.

Aprovecha, ¡es tu momento!

¿Sabes qué es lo que te pasa? Que no eres capaz de enfrentarte a las cosas, nunca. Por eso la rata nos tortura desde hace una semana, por eso no tenemos hijos, por eso sigues en la mutua todos los días, por eso tenemos las vacaciones en septiembre, por eso seguimos viviendo aquí.

¿Pero dónde está escrito que me tengo que encargar yo de todo? ¿De verdad te vas a agarrar a esa mierda de que tengo que protegerte y cuidarte todos los días de mi vida? ¿Desde cuándo decidiste que yo era el encargado de que las cosas fueran bien? ¿Y tú qué haces? ¿Dónde está tu trabajo, para qué coño estudiaste económicas, dónde está tu cuidado personal y tu buena forma?

¿Qué le pasa a mi forma?

Que no te mueves, hostias. Que no te mueves ni a la de tres, como no sea para encenderte un cigarro. Que cualquier día te desparramas.

(Sin mediar palabra ella se levanta, le mira y le suelta un bofetón de palma abierta con todas sus fuerzas. Él empieza a sangrar por el labio. Respirando muy hondo se levanta y va hacia la puerta del trastero. La abre de par en par).

Ahí tienes a tu puta rata. Espero que os llevéis bien.

(Se marcha rápidamente y ella da un respingo al ver la puerta abierta. Comienza a a frotarse los brazos por el repelús y la idea de que la rata aparezca. Inicia un grito que va in crescendo).

AhhhhhhhhhhhaaaaaaahhaaaAAAAAAAHHHHAAAAAAAAAAAAAHHHH!!!!!!!!

(Se marcha gritando como una bestia salvaje.

El trastero está abierto. La luz apunta al agujero negro que queda como puerta. No se vislumbra nada en su interior. Todo permanece así durante algunas horas. Ninguna rata aparece).

Alberto Haj-Saleh | 19 de enero de 2009

Comentarios

  1. Anti
    2009-01-19 10:45

    Me encantó!, me encantaría ilustrar la escena, con la rata imaginaria acosando a la pareja….

    Saludos

  2. noha
    2009-01-19 15:11

    casi siento la rata en mi casa que fuerte, hacemos de todo antes de ir a cabturar la maldita rata . siembre hay una excusa para ellos . me gusto

  3. Ana Lorenzo
    2009-01-19 19:45

    Soberbio.

  4. María José
    2009-01-20 00:44

    Alberto, muy bien escrito, pero para cuando una escenita con una pareja “feliz” :)

  5. Operador
    2009-01-20 06:54

    porque necesitaremos una maldita rata para dejar escapar el veneno interior? de no ser asi, viviriamos mas tranquilos……

    muy bueno el post

  6. Morita
    2009-01-22 05:24

    Hayyy ultimamente he leido muchos post de ratas jajajja pero este es excelso se siente en las venas esa ira jajaja pero…. no hay segunda parte de reconciliacion =|

  7. María José
    2009-01-25 20:13

    Me tomo la libertad de responder a mi homónima: el desamor es, sin duda, mucho más literario. Y Alberto escribe sobre él como nadie… ;)

  8. Marta
    2009-03-01 15:23

    Vaya, voy por la segunda entrada y ya me he topado con dos parejas relativamente malavenidas y en situaciones un tanto límites. Sí que es más literario y cinematográfico y tal. Pero resulta desgarrador que te guste tanto y que sea tan real todo lo que tienen que decirse. Está muy bien descrito, Alberto.


Textos anteriores

-
Telón [19/06/09]
-
No sex [19/05/09]
-
Western [19/03/09]
-
Ratas [19/01/09]
-
-
Justo después [19/10/08]
-
Visite nuestro bar [19/09/08]
-
Honestidad [19/06/08]
-
Edificabilidad [19/05/08]
-
-
Endogamia de Pascua [19/03/08]

Ver todos

Librería LdN


LdN en Twiter

Publicidad

Publicidad

Libro de Notas no se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus colaboradores.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Desarrollado con TextPattern | Suscripción XML: RSS - Atom | ISSN: 1699-8766
Diseño: Óscar Villán || Programación: Juanjo Navarro
Otros proyectos de LdN: Pequeño LdN || Artes poéticas || Retórica || Librería
Aviso legal