Libro de notas

Edición LdN
Román Paladino por Miguel A. Román

Miguel A. Román pretende aquí, el vigésimo octavo día de cada mes, levantar capas de piel al idioma castellano para mostrarlo como semblante revelador de las grandezas y miserias de la sociedad a la que sirve. Pueden seguirse sus artículos en Román Paladino.

Juan es un truhán

Las llamadas reglas de acentuación surgieron para resaltar las excepciones a la pronunciación de las palabras en una época en la que provenían casi exclusivamente del latín.

Es fácil resumir a solo cuatro las normas generales —obviemos hoy las excepciones— para ornar con tilde a una palabra: las esdrújulas todas; las agudas si terminan en vocal, n o s; las llanas ninguna salvo que terminen en consonante que no sea n o s; los monosílabos no llevan tilde. Ya está. Simple.

Sin embargo no todo está tan claro. Entiéndase: las reglas de acentuación no tienen anchas fisuras, pero algunas palabras son díscolas y escurridizas y no fáciles de encuadrar en una u otra categoría.

Concretamente hay dos casos posibles: que no sepamos si la palabra es aguda, grave o esdrújula, o que no tengamos claro si es monosílaba o no.

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Empecemos por el segundo caso, que viene a cuento de la regla ortográfica que estipula que los monosílabos, por regla general, no deben portar tilde ya que poca duda queda sobre su sílaba con mayor carga prosódica: la única que tienen.

Un diptongo, ya sabe, es una única sílaba con dos vocales. Como entendemos por sílaba cada golpe de voz oral, forman diptongo aquellas que combinan una vocal abierta (a-e-o) con una cerrada (i-u), o dos cerradas distintas (iu, ui), de manera que el flujo de aire sea compacto. Sin embargo, cuando la vocal cerrada sea tónica, así como cuando las dos vocales sean abiertas, la pareja vocálica se divorcia en dos sílabas y aparece la figura llamada hiato.

Pues bien, la doctrina académica desde su última ortografía publicada (1999) reglamenta de la siguiente manera el uso de tilde para estos casos: “A efectos ortográficos, son monosílabos las palabras en la que, por aplicación de las reglas expuestas en los párrafos anteriores, se considera que no existe hiato —aunque la pronunciación así parezca indicarlo— sino diptongo o triptongo. Ejemplos: fie (pretérito perfecto simple del verbo fiar), hui, (pretérito perfecto simple del verbo huir), riais (presente de subjuntivo del verbo reír), guion, Sion, etc.”

Hasta aquí correcto. Si fie, guion o truhan (la h no rompe el diptongo) son monosílabos merced al incontrovertible diptongo, no llevan tilde y sanseacabó. Pero no, la Real continúa el párrafo insertando una salvedad:

“En este caso es admisible el acento gráfico [...], si quien escribe percibe nítidamente el hiato y, en consecuencia, considera bisílabas palabras como las mencionadas: fié, huí, riáis, guión, Sión, etc.”

¿En qué quedamos? ¿es diptongo o es hiato? ¿es bisílaba tildada o monosílaba desnuda? Tenga en cuenta que la diferencia deberá ser percibida nítidamente en la oralidad del amanuense. El grado de nitidez, supongo yo, queda a la idiosincrasia del individuo. Averigüemos ahora si es usted diptonguista o hiatista.

Pronuncie atentamente: Juan es un truhan. Evidentemente Juan es un monosílabo ortográfica y fonéticamente; pero en el adjetivo, pese a la idéntica vocalidad, tal vez deje usted profundizar levemente la [u] para luego levantar la tónica [a] de forma que no quede duda para su audiencia de que está usando un bisílabo con derecho a tilde: truhán.

Diga pie, refiriéndose al lugar donde se pone el calcetín, y diga ahora pié, pretérito del verbo pajaril para hacer pío-pío. ¿Es capaz de percibir la diferencia? ¿Hace lo mismo en ion o hui? ¿Pronuncia riais con un único golpe de voz triptónguico o se recrea en la suerte de la tónica [á] para dejar claro que comienza una nueva sílaba?

Aclaremos que la respuesta puede depender en buena parte de que su español provenga de Nicaragua, Colombia, Argentina, Manhattan o Extremadura. Pero una cosa es que cada uno pronuncie como aprendió en su barrio, lo que considero digno de encomio, y otra muy distinta que se deje al albedrío acústico de quien escribe la elección que mejor le venga en gana.

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El segundo supuesto de duda es menos controvertido y se da en un reducido grupo de vocablos inadaptados a la lengua, pues por causas diversas no tienen claro dónde han de recargar la prosodia y, en consecuencia, cumplir o evadir las reglas de tildación.

Mas, en tanto en cuanto se deciden y unifican su pronunciación, habremos de convenir en aceptar ambas formas como válidas.

Algunas de ellas, como médula, cónclave o pentagrama ya están casi completamente decantadas a las formas expresadas. La primera fue grave hasta hace un par de siglos mientras que la segunda en ocasiones se aferra al latín italianizado donde se pronuncia conclave.

Pero otras como cenit/cénit, alveolo/alvéolo, osmosis/ósmosis, omoplato/omóplato, dinamo/dínamo o pabilo/pábilo bambolean la tilde ostensiblemente sin que haya trazas de qué uso será el que termine imponiéndose.

En no pocos casos, la vacilación proviene de barbarismos que han sido incorporados de forma desigual según las regiones. Tal es el caso de palabras de tan extendido uso como las llanas, en España, fútbol y chófer, que en América se han resuelto como oxítonas, más cercanas quizá al lenguaje del que provienen: futbol y chofer.

Otros, en fin, se han sumado a la ociosa batalla de hiatos contra diptongos: gladiolo/gladíolo, periodo/período, reuma/reúma, olimpiada/olimpíada ...

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La única recomendación razonable en todo esto es apelar a la honradez personal: tilde usted como pronuncie, será la mejor forma de que en sus escritos persista no únicamente sus pensamientos, sino también, de chiripa, algo de su voz.

Miguel A. Román | 28 de enero de 2008

Comentarios

  1. Alberto
    2008-01-28 11:15

    Genial :-) Me encanta cuando la Academia se lava las manos y dice “la regla dice que X pero excepcionalmente si es de Bormujos o de Castilleja de Guzmán puede usted decir XZ”.

    ¿Qué hacemos con elite? ;-)

  2. Ana Lorenzo
    2008-01-28 11:30

    Con lo fácil que es decir que se admite la doble acentuación tal / tál si no quieren optar por ninguna, digo yo. Pues no, como bien nos lo explicas, Miguel, ahí está eso de «según lo pronuncie»; hala, más subjetividad pa’l bote.
    Alberto, yo con élite lo que hago es pronunciarla esdrújula, porque como nos pongamos a pronunciarla a la francesa, que parece que ahora queda muy bien, a ver cómo le explico yo lo de la -e muda final a la gente ;-) Pero es cuestión de gustos, ya lo dice la RAE...
    Un beso

  3. Alex
    2008-01-28 12:37

    ¿Ý sí mí ideosíncracia súgiere qué pára mí tódas lás pálabras són esdrújulas íncluso qué téngan ménos dé trés sílabas, lás tíldo síempre?

  4. Orto
    2008-01-28 18:05

    Muy claro y muy atinado en su crítica a la RAE. Por la fecha de la edición imagino que ya está influenciado por el buen rollito políticamente correcto: todo vale, sólo depende del ojo con que se mire.

  5. Alex
    2008-01-28 18:17

    Ya hablando en serio. Aunque yo soy de los relativistas, mi lengua es algo que me importa mucho y creo que la RAE debería tener algo más de mano dura con ciertas cosas. En cuanto a los vocabularios: bueno, sí, es cierto que uno no puede ir añadiendo términos antes de que sean socialmente extendidos. Pero sí deberían – pienso yo – ser más activos en la creación y el mantenimiento de unas normas que salvaguarden la pulcritud de nuestro idioma, uno de los más ricos que existen hoy día, y de los menos imperfectos curiosamente.

    En el tema este de las tildes, por ejemplo, hasta que he leido este artículo siempre creí que cosas como “fié y huí” llevaban tilde porque era una característica del tiempo verbal, que era una forma deliberada de la lengua de romper el diptongo para enfatizar dicho tiempo verbal. Y mira tú por donde, resulta que es una regla de acentuación algo laxa.

    Por otra parte, me parece fantástico que sólo tengamos cinco vocales y unos sonidos consonánticos muy diferenciados que permiten que haya pocas confusiones a la hora de entender las palabras, y en mi afán perfeccionista yo eliminaría directamente letras como la Q, la H, la K, utilizaría la C siempre para el mismo sonido la Z para el otro, etc. Simplificar la escritura para eliminar esas molestas excepciones que hacen que no tengamos por completo un sistema ideal de “un sonido, una letra” y que haría más fácil el aprendizaje de nuestro idioma para propios y extraños.

    En fin, ya me estoy yendo por los cerros de Úbveda. Un saludo.

  6. Airos
    2008-01-29 00:50

    ¿No escuchan ustedes desde hace algún tiempo estadío y leen fuí? Lo segundo me hunde, lo primero acabo tener que comprobarlo en el diccionario.

  7. Xoán
    2008-01-29 13:40

    No entiendo esa manía de exigir reglas rígidas para escribir, ni entiendo esta aparente permisividad de la RAE como una concesión a lo políticamente correcto. En general, pienso que la intervención de las academias debería ser mínima y casi imperceptible, y me parece muy bien que los usuarios ejerzan su libertad de acuerdo con sus hábitos lingüísticos. En este caso de la acentuación, diría que el follón se monta porque a lo que es una escritura alfabética (y no fonética) se le añaden reglas de representación gráfica basadas en los hábitos articulatorios de los hablantes. Se alimenta así la ilusión de que en el español hay una identidad casi total entre grafema y fonema, lo que es manifiestamente falso, o que incluso, yendo más allá, la convención escrita del español refleja bastante bien el habla oral. En realidad, no lo hace, ni tendría por qué hacerlo, como sabemos echándole una simple ojeada a una transcripción fonética de un enunciado oral. Sin que debamos pensar por ello que esa falta de correspondencia total entre sonido y letra se trata de una “imperfección”, como se escribía por aquí arriba en algún comentario. En ese sentido, estoy convencido de que la pulcritud y la riqueza no tienen nada que ver con el español ni con ninguna otra lengua (a no ser que admitamos que todas las lenguas, y sus variedades geográficas, sociales, pragmáticas, son sin excepción pulquérrimas y extraordinariamente ricas, lo cual nadie podrá negar partiendo del simple análisis lingüísticos (y este comentario no tiene absolutamente nada que ver con “corrección política”, sino con ciencia lingüística)).

  8. Alex
    2008-01-30 10:50

    Por supuesto que no hay una correspondencia total entre grafema y fonema. Estaría bien, pero nunca será así. Sin embargo las “aproximaciones” son bastante claras. Por seguir con lo que dije sobre las vocales: el hecho de que sólo tengamos cinco hace que sea fácil diferenciar los sonidos. Al combinar las vocales con las letras adyacentes, los fonemas se transforman en otros diferentes a los “sonidos tipo” que son a, e, i, o, u. Sin embargo, al sólo tener cinco de estos, es claro qué síalaba o palabra estás diciendo. No podemos decir lo mismo del inglés, o más aún del francés, donde tienen muchos más sonidos vocálicos para los que no tienen grafema propio y es, para el extranjero, difícil de dominar, pues pequeñas diferencias en el acento hacen que, si no tienes cuidado, puedas estar expresando conceptos que no tienen nada que ver uno con el otro.
    Yo creo que precisamente porque el español tiene una concordancia sobre el papel bastante certera entre grafemas y fonemas, es rico en acentos, en variedades geográficas, sociales, etc, y a pesar de todo permite que gente de diferentes variedades se entiendan sin o con poco esfuerzo.

  9. Miguel A. Román
    2008-01-30 12:29

    Estoy algo más de acuerdo con Xoán que con Alex (que deberé pronunciar Aléx).

    Aparentemente en español hay aceptable concordancia entre grafema y fonema, pero no es más que una ilusión. Baste con comprobar cómo pronuncia la X un mexicano o la LL un argentino, por no nombrar la gama de ceceos-seseos o el betacismo

    La gente que comete faltas de ortografía, y los niños en particular, lo hacen precisamente porque utilizan una escritura fonética.

    El origen de esto es que nuestra escritura es, efectivamente, alfabética, pero el alfabeto que usamos no es nuestro. Nos lo legaron los latinos, que supuestamente sí tenían una mucho mayor identidad gráfica-fonética y no precisaban de tildes porque la estructura de la palabra definía su prosodia.

    Pero al pasar de aquella lengua a sus derivadas, las fonéticas localistas hicieron de su capa un sayo y adaptaron muy a la ligera las letras que tenían, simplemente porque no tenían escritura propia. Aún así, la mayor parte de los idiomas que hoy utilizan el alfabeto latino añaden de su cosecha un breve puñado de letras y signos diacríticos porque si no tendrían palabras homógrafas que no fuesen homófonas y cuando uno escribe normalmente no está delante del lector para corregir el sentido del mensaje, por lo que las ambigüedades son muy peligrosas.

  10. Álex
    2008-01-30 13:35

    u_U Rara vez me doy cuenta de que escribo mal el diminutivo de mi nombre porque lo cierto es que no lo uso. Todos los días tengo que insistir en que me llamen Alejandro porque aquí en Sevilla parece que no saben pronunciar la x, de modo que yo también poca práctica.

    He de apuntarme como castigo copiar cien veces El diminutivo de Alejandro se escribe con tilde.

    Por lo que dices, por eso desearía que se reformase un poco el alfabeto, porque dentro de que podrían seguir existiendo diferencias (hablas de la X y la LL como ejemplos) estarían bien definidas ellas también. Aún así entiendo que lo que se tiene por correcto es adoptar las reglas del lenguaje conforme al uso del mismo, y no al revés, pero me da pena que precisamente por forma de los diferentes usos a lo largo del tiempo dicho idioma se desvirtúe. Ya ves el caso que nos ha puesto Román en el artículo con las reglas enrevesadas llenas de excepciones que se resumen en “generalmente es así, pero en este 20% de los casos haz lo que te de la gana”. Mírame a mí, que no sé escribir ni mi nombre ;) Dentro de cien años nuestro idioma será conocido como SMSpañol.

  11. Xoán
    2008-01-30 15:59

    Alex, fíjate que tu argumento acaba resultando contradictorio. Decías que la concordancia, “sobre el papel”, entre letra y fonema hace que los hablantes de variedades diferentes se entiendan. Sucede exactamente lo contrario, si hubiese un alfabeto para cada variedad de español (correspondencia más o menos perfecta entre fonema y grafema), las posibilidades de entender textos escritos de hablantes de otras variedades diferentes de la propia serían mucho más reducidas. Además no se puede confundir la expresión escrita con la oral, como haces al citar los casos del francés o del inglés. La dificultad para los que queremos aprender esas lenguas radica en que debemos aprender a hablarlas y también a escribirlas, que son cosas diferentes. Aunque podríamos perfectamente aprender sólo una de las dos cosas y en ese caso la (falta de) correspondencia entre letra y fonema nos daría igual.
    Como explicaba Miguel, el español que quieres defender como realidad estática no es más que un latín “desvirtuado”. Habría sido la cada vez mayor diferencia entre los latines hablados y el latín escrito la que provocó la refundación del latín (la reforma carolíngia en el siglo X, que pretendía que el latín siguiese siendo lengua universal, para lo cual debía ser leída igual por todo el mundo) y, de rebote, el nacimiento de la escritura románica, con el alfabeto disponible, precisamente el latino.
    No creo que haya nada que temer sobre el futuro del español, que el uso lo haga cambiar es lo más normal, siempre ha sucedido y continuará ocurriendo. El español de dentro de cien años va a satisfacer exactamente las necesidades comunicativas de sus hablantes, sean las que sean. Infelizmente, no estaremos aquí para verlo.
    Un abrazo

  12. Francisco
    2008-02-01 19:50

    Las tildes son una invencion de la RAE que solo ayudan al aprender el idioma; una vez aprendido, hay que jubilarlas pues son antiesteticas e inutiles.

    El que escribe con ellas renuncia a la asepsia linguistica y semeja a alguien que no le importa a salir a la calle sin afeitarse o sin depilarse.

    Nuestra noble y bella lengua castellana es una lengua neolatina; es decir, proviene del latin que no usa esas antiesteticas y poco afortunadas ayudas cuneiformes.

    En Espana crearon otra lengua derivada del castellano que se titula ‘espanol’.

    Es prerrogativa de cada uno escribir el la lengua que quiera o pueda; es decir, en castellano, sin tildes, o en espanol con rayitas de lluvia como adorno.

  13. Marcial Fonseca
    2010-04-21 11:23

    Una curiosidad en la acentuación es el apellido Abreu, que debería llevar acento como lo lleva Fundéu, por ejemplo, pero en ninguna se lo ponen. Gracais…MF

  14. rafa
    2010-04-22 00:07

    Hoy he soñado que vivia en un pais de utopia, no habia restricciones de ningun tipo, no habia policia ni nada de nada, en fin, veia coches en los que ponia: “Bebe a bordo”. Vamos, la leche.


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