Libro de notas

Edición LdN
Porque me quité del vicio por Elia Martínez-Rodarte

Vicio es todo en exceso y desmesura hasta que lo abandonamos por un nuevo vicio, o nos convertimos en coleccionistas de ellos. Nunca es tarde para desechar uno y encontrar otro nuevo. De los vicios y pasiones que exponen nuestra humanidad hablaremos aquí, en este espacio comandado por Elia Martínez-Rodarte, mexicana, viciosa y escritora, autora de ivaginaria, el día 6 de cada mes.

Salud sexual para todos y para todas

El 4 de septiembre celebramos el Día Mundial de la Salud Sexual. De esta efeméride emanan los derechos sexuales universales para gozar del fornicio de forma responsable. Estos han sido recopilados y enunciados por la Asociación Mundial de Sexología (WAS por sus siglas en inglés) en buscan nuestro bienestar: el sexo y su ejercicio responsable y sano es parte de nuestra salud total.

El primer derecho que poseemos es el de la libertad sexual. “abarca la posibilidad de la plena expresión del potencial sexual de los individuos… excluye toda forma de coerción, explotación y abuso sexuales en cualquier tiempo y situación de la vida”. Esto quiere decir que nadie tiene el poder de obligarnos a prostituirnos, a entregar nuestro cuerpecito en contra de nuestro antojo, ni a tener sexo si no lo deseamos.

El segundo derecho es el de la autonomía, integridad y seguridad sexual del cuerpo que radica en “la capacidad de tomar decisiones autónomas sobre la propia vida sexual dentro del contexto de la ética personal y social… incluidas la capacidad de control y disfrute de nuestros cuerpos, libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo”. Si alguien quiere tomarte a la fuerza, hacerte mañas o movimientos que no apruebes, pegarte o violentarte, es que es un enfermo equivocado. Tú sabes qué quieres recibir en tu cuerpo y cómo cuidarlo para que puedas gozar del sexo. Debe ser sólo felicidad y reproducción cuando así lo decidas.

El tercer derecho es el de la privacidad sexual. “a las decisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de la intimidad siempre y cuando no interfieran en los derechos sexuales de otros”. ¿Tú quieres usar látigos y máscaras de látex?; ¿disfrazarte de colegiala o de osito panda para follar? Cada quien sus gustos, siempre y cuando no mancillen los deseos de la persona con quien compartes.

Como cuarto derecho tenemos el de la equidad sexual. “se refiere a la oposición a todas las formas de discriminación, independientemente del sexo, género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o limitación física o emocional”. Si tu vecino es gay y vive con su morro. Si tu prima es lesbiana y quiere casarse con su amada. Si tu tío es transexual y quiere vivir en plenitud…No es tu asunto intervenir. El sexo es inherente a todos los seres humanos, sean hombres, mujeres, gays, lesbianas, trans, inter, bi o lo que ellos decidan por su orientación y preferencia. Todos somos parte de una enorme diversidad.

El quinto derecho es el de placer sexual. “…incluyendo el autoerotismo, es fuente de bienestar físico, psicológico, intelectual y espiritual”. Desde que somos unos fetitos sin conciencia los humanos franeleamos nuestras partes y cuando maduran nuestros cuerpos deseamos la complacencia placentera y erótica. Nadie tiene derecho de coartarnos.

El sexto versa acerca de la expresión sexual emocional: “va más allá del placer erótico o los actos sexuales. Todo individuo tiene derecho a expresar su sexualidad a través de la comunicación, el contacto, la expresión emocional y el amor”. Poseemos la gracia de poder enamorarnos, desenamorarnos y liarnos con quien se nos pegue la gana, claro, sin vulnerar voluntades ajenas.

El séptimo se refiere a la libre asociación sexual. “Significa la posibilidad de contraer o no matrimonio, de divorciarse y de establecer otros tipos de asociaciones sexuales responsables”. Cada quien sabe si se casa, se amachina, se arrejunta, se desjunta…Nosotros sabremos cuándo saltar al pozo de las emociones profundas de una relación.
El octavo es: “el derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables. Esto abarca el derecho a decidir tener o no hijos, el número y el espacio entre cada uno, y el derecho al acceso pleno a los métodos de regulación de la fecundidad”. Si tu tiyita o tu mami quieren que ya te reproduzcas, si tu pareja te urge a tener hijos, si estás embarazada y no deseas llevar a término tu gestación, si planeas tener un bebé o ninguno. Ponles el alto. Es tu opción. Tu cuerpo es sagrado y tú decides sobre ese territorio.

El noveno es el de la información basada en el conocimiento científico.“Este derecho implica que la información sexual debe ser generada a través de la investigación científica libre y ética, así como el derecho a la difusión apropiada en todos los niveles sociales”. En este renglón nos atoramos un poco, porque cada quien jala datos a conveniencia: las instituciones conservadoras citan estudios de quienes les convengan y las religiones a veces desinforman y lo hacen con la autoridad que les asiste.

El décimo es “el derecho a la educación sexual integral. Este es un proceso que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida y que debería involucrar a todas las instituciones sociales”.

Todas las personas desde que nacen deben ser educadas e informadas sobre su cuerpo, salud, erotismo, placer, responsabilidad y conocimiento de cada consecuencia emanada del uso de nuestro organismo. La salud sexual debe ser promovida y protegida en cualquier sitio del mundo para propiciar una calidad de vida saludable no sólo en la sexualidad de una persona, sino de todas las que le rodean o puede afectar. Todo lo que implique sexo genera responsabilidad y concientización por parte instituciones de salud, de educación y la familia. Es obligación del gobierno de cualquier nación hacerse cargo de ello seriamente.

Y se relaciona íntimamente al onceavo: “El derecho al atención de la salud sexual (que) debe estar disponible para la prevención y el tratamiento de todos los problemas, preocupaciones y trastornos sexuales”. Todas las instancias de salud están obligadas a orientar, informar, atender, prevenir, educar y guiar a una población sobre una mejor calidad de vida cuando se trata del uso de su genitalia. Desde repartir condones y métodos anticonceptivos, hasta proveer interrupciones de gestaciones de forma segura, higiénica y saludable.

Sólo el respeto y la responsabilidad en el ejercicio de nuestra sexualidad nos transformará en seres humanos más plenos. Conoce y ejerce tus derechos sexuales.

Post scríptum: una mejor comunicación siempre nos ayuda a tod@s: les veo Ivaginaria en Twitter, en Facebook o en el correo elia.martinez.rodartegmail.com

Elia Martínez-Rodarte | 06 de septiembre de 2011

Librería LdN


LdN en Twiter

Publicidad

Publicidad

Libro de Notas no se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus colaboradores.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Desarrollado con TextPattern | Suscripción XML: RSS - Atom | ISSN: 1699-8766
Diseño: Óscar Villán || Programación: Juanjo Navarro
Otros proyectos de LdN: Pequeño LdN || Artes poéticas || Retórica || Librería
Aviso legal