Vicio es todo en exceso y desmesura hasta que lo abandonamos por un nuevo vicio, o nos convertimos en coleccionistas de ellos. Nunca es tarde para desechar uno y encontrar otro nuevo. De los vicios y pasiones que exponen nuestra humanidad hablaremos aquí, en este espacio comandado por Elia Martínez-Rodarte, mexicana, viciosa y escritora, autora de ivaginaria, el día 6 de cada mes.
Estaba a punto de investigar simbologías acerca del pelo, el asunto del corte y la tradición, cómo rige el peinado nuestras emociones y personalidades, pero creo que con todo y eso seguirá siendo inexplicable la razón por la que muchas mujeres se cortan el pelo al terminar una relación.
Un exhombre mío me contó alguna vez que su exesposa se había cortado el pelo cuando terminaron y que además le había quedado espantoso. Todo ello me lo comentó justo en el momento en que yo llegaba con un novedosísimo corte con tinte a tres colores, como si trajese la bandera de Croacia en la cabeza. Sólo que yo no había terminado con nadie. Había sido víctima de un estilista ecléctico, y huelga decir, obscenamente caro. Nunca volví.
No sé si sea una especie de mutilación, o un ritual de limpieza, o una forma de evidenciar el peso que estamos quitándonos de encima, o una forma de torturarnos más, o el recordatorio de nuestra desgracia.
Pero las personas que se cortan el cabello cuando han finalizado una relación sin duda están reaccionando ante una etapa de su duelo al removerse el pelo, cortándolo, cambiándolo de forma o de color.
Es una mutilación, sin duda un ritual, en donde estamos por fin mandando al infierno a la persona que fuimos y que estuvo con el otro u otra que ya pasó a mejor vida. Es como anular la relación anterior y tratar de dar paso a una reconciliación con un@ mismo. A menos que seas una loca que se empezó a trasquilar el pelo tan pronto supiste que tu novio se anda follando a tu mejor amiga, el corte ritual de pelo después de los truenes puede resultar una experiencia liberadora.
Lo que me parece muy conmovedor, porque a tod@s nos ha pasado alguna vez, es que nuestras formas de defender nuestro corazoncito siempre resultan ser creativas y catárticas. No sabemos bien a bien porque nos bañamos minuciosamente y con mucha aplicación cuando nos acabamos de forniciar a alguien que no debíamos. Es un acto instintivo también cambiar de pronto muchos aspectos de nuestras vidas cuando hemos tronado, y ahora evitamos esos restaurantes, antros, sitios públicos, calles, recorridos o sitios que ibas con tu ex, por salud mental.
Debemos darnos la oportunidad de exorcizar la vida. Cuando alguien tiene una necesidad de realizar un acto tan relevante como es un corte de pelo, en especial en una sociedad que valora tanto y neciamente al pelo, hay que respetarlo.
Había una mujer en mi anterior trabajo de quien se decía que era una noviera compulsiva y de muchos truenes porque siempre andaba de cortes de pelo diferentes. Otra nena que conocí se arrancaba el pelo cuando estaba estresada o tenía tensión en su relación, lo cual es un problema psiquiátrico que se trata desde hace mucho tiempo. Asimismo conocí a un tipo que intenta un tratamiento de crecimiento de cabello nuevo, cada vez que empieza una relación así como se de otro tipo que, pese a que es calvo, se deja el pelo largo porque a su mujer le gustan los hombres con pelo en la cabeza. Todos los caminos del amor y del desamor llevan al pelo y a la forma en que lo manejamos, cuidamos, desaparecemos o trasquilamos.
Un corte de pelo después de un truene puede ser considerado un paso importante hacia lo nuevo, rumbo a las posibilidades amorosas, hacia parejas sexuales diferentes y romances de prueba y error, o hacia muchas perspectivas inimaginables. Es una forma de renacer y de transformar a nuestra persona, quemando las naves y buscando la manera de saltar el duro paso del truene, que siempre nos deja tan desvencijados.
Que la cabellera siempre se pierda por una buena pelea.
2012-09-07 13:34
Interesante. Retrospectivamente veo que también yo me cortaba el pelo después de cada ruptura. Supongo que es un corolario de la tendencia “I’m gonna wash that man right outa my hair”, como cantaba Nellie Forbush en South Pacific.