Vicio es todo en exceso y desmesura hasta que lo abandonamos por un nuevo vicio, o nos convertimos en coleccionistas de ellos. Nunca es tarde para desechar uno y encontrar otro nuevo. De los vicios y pasiones que exponen nuestra humanidad hablaremos aquí, en este espacio comandado por Elia Martínez-Rodarte, mexicana, viciosa y escritora, autora de ivaginaria, el día 6 de cada mes.
Centro de la ciudad
A las seis de la tarde truena la pirotecnia. La abuela teje en la mecedora, ubicada en la banqueta, junto al árbol que ha cuidado el porche de su casa durante años.
Ella reflexiona en voz alta diciéndole a la vecina, —quien a esa hora avienta tinas de agua para apacentar el volátil polvo que todos los días deposita la garganta de la cementera—:
“Adelantaron los cuetes Josefita, ¿no es la semana que viene la fiesta de San Judas?”
Josefita detiene su quehacer y su expresión se pasma: extrañeza, sorprendida, no comprende. Vienen corriendo en su dirección los niños que jugaban futbol en la calle; las chicas que eternamente pasan sus tardes en el estanquillo, espantadas, huyen; más pirotecnia y ruido atronante: empieza a oler a pólvora.
La abuela sigue tejiendo sin percatarse del asombro de su vecina. “Cómo corren estos niños…¿y ora?, ¿Qué les dio por arrimarse a ver los cuetes de la iglesia?”
Josefita paralizada. La abuela, quizás un tanto sorda y frunciendo la nariz como si oliese algo feo, continúa: un derecho, un revés. Los truenos siguen, el tufo a pólvora inunda la calle, motores rugen avanzando hacia los que huyen, más tronidos, corriendo todos por la avenida, dos chicos Marcelo y Tomás les gritan a las ancianas: “tírense al piso”.
….
Avenida Madero
Hey…Te llamo nomás para avisar: pasé el Arco de la Independencia y agarré Madero: estoy atorada: por aquí no te vengas, hay bloqueo. Está hasta la madre de policías: toda la bola de panzones que la cerveza mala de esta ciudad ha redondeado. Ni te hagas, tú también tomas mucha de esa mierda…
No pases por esta avenida: están cerradas diez cuadras. Me bajé del carro y es hasta donde alcanzo llegar a ver que está tomado. Si puedes métete al centro, rodea hasta Fundidora si hay calles abiertas, pero no sé cómo esté por allá. No, no, no por Constitución tampoco, acuérdate que está cerrada la mitad de esa rúa porque ya no existe: tonto, pareces nuevo: acuérdate que la destruyó el huracán…
Si todo va bien llego a casa de Luis en dos horas, si es que logro avanzar…Espérate ahí viene un gordo con la fusca en mano, suenan tiros, ay güey, estos putos se van a dar…¿Cómo que qué hago pendejo? Voy a correr lejos del carro, están tronando los fierros…¡Todos al suelo…!
….
Avenida Lincoln
Yo no vi nada. Nadie vio nada. Eso parecíamos decirnos unos a otros mientras avanzábamos en el atorado tráfico cuando por fin tuvimos la confianza de alejarnos.
Fue a las doce: en pleno solazo.
Dejamos pasar dos luces rojas y el tráfico no se movía. En la esquina pasando el semáforo, un coche fue interceptado por una camioneta, le cerraron el paso.
Lo vimos porque estábamos en el alto. Dos hombres, ni siquiera recuerdo cómo eran ni cómo andaban vestidos, bajaron de la troca: un arma corta y una larga, eso sí pude ver.
Del coche detenido bajaron a uno sin mucho protocolo: sólo un par de golpes quizás en la cara…no me acuerdo.
El del arma corta lo subió como a un muñeco a la cabina de la camioneta. El otro rafagueó las llantas del lado derecho del coche de donde sacaron al levantado.
La maniobra duró sólo el instante de la luz roja. Luz verde. Luz amarilla. Luz roja…Nadie avanzó por la avenida hasta que vimos alejarse a la camioneta por completo. No supimos si hirieron al otro que venía en el coche balaceado. Lo vimos todos los que ocupamos los cuatro carriles. Pero como siempre en esos casos: nos hicimos pendejos todos.
2010-08-07 01:02
Ta’ cabrown! Como dijo el gringo.
Te matan de a gratis en la calle y nunca los castigan.
Dicen que cuando te toca, te toca; pero creo que no hay que andar en la tocada.
Pero, cómo hacerle pa’ no andar cerca de la tocada?
Very keibron, no?
saludos.
2010-08-08 03:57
Eso de que cuando te toca te toca, lo queremos erradicar de nuestras mentalidades, porque nadie desea estar a merced de la violencia con tal resignación. Sin embargo hacemos lo conducente: estar en paz, con bajo perfil, no arriesgarnos para nada, no ostentar (lo cual en esta ciudad, la segunda más importante de México) es difícil.
Gracias y un abrazo.
E-