En Opinión & Divulgación se publican artículos de colaboradores esporádicos y de temática variada.
Jesús Salamanca Alonso
Aún colea la decepción tras la impresentable actitud de los Rolling Stones en Valladolid. Dos conciertos suspendidos en tres días por la laringitis de Mick Jagger. Hasta ahí todo normal, ya que no es la primera vez que se suspenden conciertos de la banda. Ahora comienza el trasfondo político del “ir y venir del dinero público”. La falta de transparencia económica, la ocultación de datos y actos, el elevado montante económico salido de las arcas públicas y la proximidad de elecciones municipales y autonómicas, hacen que el “tema Rolling” se lleve a las Cortes de Castilla y León.
De la actitud de la banda británica, nada tiene que decir la consejera. Cada cual es dueño de sus actos. Otra cuestión es la monetaria. Desde la Consejería de Cultura y Turismo se han adelantado 2,7 millones de euros, con la pretensión de recuperarlos tras la venta de entradas y otros servicios. ¡Hay que ver cómo se dispara con “pólvora del rey”! Y la mayoría de las carreteras de Castilla y León como hace veinticinco años. Desde Valladolid a León, Segovia, y Soria aún se transita por penosas y peligrosas vías, por poner un ejemplo. Del Patrimonio Histórico de la comunidad, mejor no hablar. ¡Hasta los archivos se los llevan!. Cualquier día se cierra la comunidad.
Ahora el problema inmediato es devolver el dinero a los compradores. De momento, si llega a recuperarse el dinero público adelantado, numerosos grupos y organizaciones han propuesto un nuevo destino: peticiones del alcalde segoviano, propuestas plausibles del grupo municipal ‘Socialistas por Cuéllar’, agrupaciones abulenses y UPL leonesa, por citar algunas.
Lo curioso del caso es que inicialmente la consejera dijo que se iba a adelantar solo un millón de euros. Ahora resulta que son tres, más otro medio millón adelantado por una entidad financiera. Si la organización del encuentro solo costaba 600.000 €, alguien debe explicar qué se iba a hacer con los tres millones restantes, cómo se iban a emplear y quién los iba a intervenir. Como a nadie le cuadran las cuentas, el grupo parlamentario socialista ha registrado la comparecencia de la consejera en las Cortes. Es urgente que dé explicaciones de su implicación en el espectáculo. Hay muchas lagunas e interrogantes por aclarar: A quién iba destinada la fiesta VIP organizada sin avisar, con qué dinero se iba a pagar, a quién pensaba invitar y cuál era el motivo de esa fiesta, entre otras.
Querida consejera: las medias verdades, los trapos y los sapos son buenos para los conjuros, pero nada más.