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Bitácoras: universo y ombligo

Marcos Taracido

Las bitácoras no han llegado para quedarse, sino para expandirse y metamorfosearse. Desde su nacimiento, el crecimiento ha sido tan espectacular que es imposible buscar una taxonomía o una definición, porque su mayor logro ha sido el de superarse a sí mismas constantemente encontrando nuevos usos, nuevas formas y nuevos modos. Este crecimiento se debe, no hay que olvidarlo, al sentimiento de comunidad, que arropa, protege y autopublicita a sus miembros, pero sobre todo —y esto es lo que a mí me interesa— a la capacidad que tienen de incorporar gente a la red, de dar voz a quién no la tendría de otro modo. Una parte importante de la llamada blogosfera está constituída por circuitos de bitácoras que se retroalimentan y cuyo casi único tema es el metabitácorero —permítaseme el vocablo—: hablar de, sobre, para y por las bitácoras. En sí mismo este grupo es inoperante socialmente, en el sentido de que su desaparición pasaría desapercibida para el resto de la sociedad; sin embargo, incide directamente en esta pequeña revolución: sin ellos el desarrollo técnico de las herramientas que facilitan la publicación de contenidos no avanzaría. Y es que, por encima de hitos históricos para la cultura como la invención y desarrollo de la imprenta, la internet está suponiendo un avance radical, profundo y totalmente desestructurador de las actuales redes de cultura y sistemas sociales, proponiendo y desenvolviendo avances como el del replanteamiento de los derechos de autor y la propiedad intelectual, la difusión y uso de herramientas de libre uso y de construcción solidaria y, sobre todo, agrandando la libertad de expresión hacia límites hasta ahora desconocidos; libertad de expresión política, sí, pero también en lo que atañe a las posibilidades económicas para poder ser escuchado y a los conocimientos técnicos. Y ahí es dónde las bitácoras están jugando un papel importantísimo, porque sus sistemas de publicación permiten un acceso inmediato y efectivo a la publicación de contenidos, y asistimos a diario al maravilloso despertar de múltiples voces que de otro modo jamás serían escuchadas. ¿Periodismo? ¿Información? ¿Diarios? ¿Confidenciales? Llegados a este punto ya no existen las bitácoras; incluso, muchas de las herramientas que nacieron para crearlas ahora se definen como herramientas de publicación en la red, eludiendo un término que se ha vuelto limitado. Ahora, cualquiera puede construir fácilmente su propia publicación —publicus, del pueblo, de todos—: un diario personal, el soporte de una novela, un periódico, una revista o una comunidad en red. Un puñado de locos por la internet idearon este nuevo modo de hacerse oír y el sentimiento de comunidad, la tribu, hizo el resto. Ahora queda que siga expandiéndose, fuera ya de ritos, lazos o murallas que la detengan.
Marcos Taracido | 23 de enero de 2004

Comentarios

  1. David Iwasaki
    2004-01-23 13:18 Creo que uno de los principales fallos que se cometen en los análisis que se hacen de la blogosfera es que no se contempla en toda su dimensión su dinámica. El panorama está cambiando todos los días y es muy difícil adjudicar categorías a una realidad que lleva tan poco tiempo desarrollándose. Todo el ombliguismo de las bitácoras terminará con una ‘reestructuración’ en la que la autorreferencia y el contenido metabicarorero será central pero muy reducido. Todavía nos queda por ver qué pasará con la expansión en número de las bitácoras, pero lo que está claro es que hay rumbos indudables: apertura en la temática (más temas, temas distintos a los que ahora priman) y aumento de la calidad. Un saludo.
  2. Marcos
    2004-01-23 13:41 La evolución ha sido espectacular y es precisamente sobre eso sobre lo que pretendía hablar: que bitácoras como la tuya, David, le dan una nueva dimensión a la blogosfera y, en realidad, terminarán por hacerla desaparecer, en el buen sentido. Porque ahora ya es tan dispar el tipo de temática y forma de las páginas que usan herramientas para bitácoras que es inevitable esa reestructuración total de la que hablas. Por poner ejemplo: Almacén usa Movabletype, pero no es una bitácora en absoluto sino una revista digital; Artes poéticas usa Movabletype pero tampoco es una bitácora sino una base de datos o un directorio. Intentaré ser más claro: la blogosfera tuvo su sentido (y lo tiene aún, sobre todo como soporte tecnológico), pero su revolución ha sido tan potente que ha provocado tantos cambios y metamorfosis y ha crecido tanto que va a carecer de sentido el término porque va a integrarse en los métodos de publicación en red como un fenómeno más. Vamos, que una comunidad tiene sentido cuando hay que impulsarse y crecer entre escollos y dificultades, pero llega un momento en que se hace tan grande y tan importante que se pierde el sentido de comunidad para simplemente ser. Saludos.
  3. Víctor R. Ruiz
    2004-01-23 18:17 En general estoy de acuerdo con lo que dices, en especial en el énfasis de que las bitácoras son solo un sistema de publicaación muy fácil y hasta barato. Sin embargo, la retroalimentación me parece básica para la motivación. Desde luego que algunos no la necesitan, y escriben por el gusto de escribir. Otros, sin embargo, se plantean que si nadie los lee, para qué escribir, aunque sea fácil, porque lleva su tiempo. Es ahí donde el sentido de comunidades me parece esencial, como forma de asegurarse una cantidad mínima de lectores. Sobre el metabitacoreo, apenas lo practico en mi blog personal, pero es normal que quienes están en la avanzadilla reflexionen y debatan sobre el asunto (casi hasta hartar a la concurrencia ;)
  4. Marcos
    2004-01-23 21:26 Víctor, estoy de acuerdo con la reflexión que haces sobre el sentido de las comunidades a la hora de mantener la audiencia, aunque a veces se retroalimenten tanto que caigan en un círculo alimenticio viciado: se come lo que se caga y vuelta a empezar :) Saludos.
  5. Víctor R. Ruiz
    2004-01-24 01:21 Marcos: No comment ;)
  6. JJ
    2004-01-24 19:25 Para empezar, buen artículo. Creo que tienes bastante razón en lo que dices. Es difícil clasificar algo que consiste en que cualquiera puede publicar. En lo que no acabo de estar de acuerdo es en lo de los “círculos viciosos”. En una bitácora, la interacción viene de todos sitios, a través de comentarios, de emails, de trackbacks, y de enlaces. Por mucho que tú quieras situarte en un círculo cerrado, tendrías realmente que no leer nada para no darte cuenta que “hay algo ahí fuera”. Evidentemente, los círculos cerrados existen, pero yo creo que no son consecuencia del medio.
  7. Marcos
    2004-01-24 20:53 Gracias, JJ. Es que el problema del “círculo vicioso” es que no creo que nadie quiera situarse en él, sino que es un efecto característico de la comunidad (entiéndaseme, de una parte pequeña, y cada vez más, de la comunidad). Me refiero a dos cosas con ello; por un lado, la tendencia a formar anillos cerrados: todos conocemos bitácoras que enlazan a 10 colegas que a su vez enlazan a los otros diez, etc, etc… allí sólo (o casi) comentan los diez en las bitácoras de los otros diez; ojo, no me parece mal, sólo constato un hecho. Y por otro lado, la temática: son legión las bitácoras que sólo y exclusivamente hablan de otras bitácoras; tampoco me parece mal y en el artículo hablo de su importancia. Saludos.
  8. JJ
    2004-01-27 11:16 Algún círculo cerrado puede haber, pero yo creo que duran poco. Y bitácoras que solo hablan de otras bitácoras, conozco solo una.
  9. Algernon
    2004-01-28 00:31 Todos negando la existencia de “círculos viciosos”, de retroalimentaciones cerradas y de micro-comunidades endógamas. ¡Las hay! Es un hecho del cual debemos dar cuenta; es más, creo que es inevitable. Y deseable, pues permite la formación de pequeñas y robustas redes sociales. Por mi parte, procuro enlazar blogs de cualquier origen, y leo con frecuencia blogs ingleses e italianos. No de solo castellano vive el hombre :) Excelente artículo, Marcos.
  10. Algernon
    2004-01-28 00:34 Por otro lado, Marcos, si encuentras irritante y/o deprimente el que cuatro amigotes se enlacen y comenten… ...bueno, pues que sepas que yo también lo encuentro irritante y/o deprimente. Y no sabría decirte el porqué, fíjate :D
  11. Marcos
    2004-01-28 12:08 No, no, no lo encuentro deprimente ni mucho menos irritante (a buenas hora voy yo a alterar mi sistema nervioso por eso ;) ), es simplemente una constatación y es algo que me parece limitarse y cerrar el círculo. Si yo sólo enlazo, por ejemplo, a quién me enlaza, estoy evitando a mis lectores el descubrimiento de otras bitácoras y, además, minando mi credibilidad a la hora de ofrecer enlaces, pues no lohago por la supuesta calidad sino porque me enlazan a mí. Gracias por tus comentarios Algernon. Saludos.
  12. Diego León
    2004-02-05 13:15 Creo que debemos tener clara la diferencia en weblogs y CMS (Content Management System). El término weblog apunta al uso, mientras el término CMS a la herramienta a utilizar. Podemos entonces sí decir que los webloggers están contribuyendo en el mejoramiento de los CMS. Y como los CMS están (desde antes de los weblogs), sirviendo para múltiples propósitos, por un razonamiento lógico: los webloggers están contribuyendo con el desarrollo de todos esos propósitos.

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