En Opinión & Divulgación se publican artículos de colaboradores esporádicos y de temática variada.
Francisco Serradilla – LdN
Este artículo forma parte de la campaña La ciencia en España no necesita tijeras, iniciativa que protesta por el recorte en I+D anunciado para los próximos presupuestos
Hace unos veinte años que leí la que para mí es sin duda una de las mejores novelas escritas por un español (y no digo en lengua castellana porque ahí topamos con los enormes escritores del Boom Sudamericano): “Tiempo de Silencio” del malogrado Luis Martín Santos, publicada en 1962.
En ella se mostraba un panorama científico español desolador; un investigador enfrentado a interminables problemas burocráticos, sin medios ni reconocimiento, desesperado al punto de abandonar la carrera investigadora.
Lamentablemente no ha habido cambios sustanciales. Solicitar y gestionar proyectos supone en nuestro país una ingente cantidad de burocracia que quita tiempo a la investigación propiamente dicha. La dotación para la contratación de becarios y personal de apoyo es escuálida y compleja, y la posibilidad de promoción de jóvenes investigadores casi nula. El dinero de las subvenciones a la investigación se lo llevan en gran medida las grandes empresas del sector correspondiente, y lo que queda es para los grandes grupos ya consolidados.
Me temo que el problema no es el recorte en inversión, sino que es mucho más estructural: burocracia, falta de control de resultados, becarios y científicos mal pagados frente al contexto europeo (con salarios hasta tres veces menores en el predoc), dedicación a la investigación compartida con otras mil tareas docentes y de gestión, y una carrera investigadora mal diseñada, con exigencias altísimas (sólo para acceder a profesor titular en la actualidad se pide mucho más que hace unos pocos años para acceder una cátedra de universidad) y recompensas casi nulas, y por último, pero no menos importante, con unas limitaciones gigantescas para la transferencia tecnológica.
No, el problema no es el recorte, sino que nuestro “Tiempo de Silencio” continua. Que inventen ellos.
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Francisco Serradilla es Profesor Titular de Universidad y Director del Grupo de Investigación en Agentes Inteligentes y Computación Ubicua
2009-10-08 13:59
Y es un excelente poeta, y un gran lector, como, además, se ve en el artículo (bueno, y encima un entendido en música, pero voy a parar ya, que si no Paco se va a inflar : )
Importante esto, que la ciencia y la investigación no están reñidas con las letras. Ayer en la campaña hubo blogs de ciencias, sí, pero también de letras, de todo: lo importante era que no siguieran recortando y abriendo más el agujero ya de por sí grandote del saco de dinero destinado a la investigación en España.
Un artículo muy bueno, Paco: no es solo el presupuesto, es que no funciona la gestión.
Un beso.
2009-10-08 14:48
Vaya, esta vez sí que me has sacado los colores :-P
Efectivamente, Ana, el panorama es casi imposible de cambiar: no recortar no sirve de nada; habría que multiplicar por 10 la inversión y en 10 o 20 años quizá esto empezara a ser otra cosa.
A día de hoy, la mayoría de los padres –si supieran de qué va el asunto, claro– dirían a un hijo que quiera dedicarse a la investigación que está loco. O que es un bohemio.
2009-10-08 18:30
Sin ánimo de molestar (aparentemente), a mi la campaña esta me parece una soberana estupidez. Prefiero apoyar esta otra (uno que es de pueblo). Argumentemos:
Para empezar mi vida laboral actual es mínima, pero en el pasado he trabajado para empresas donde el I+D es algo prioritario, sin subvenciones ni lloreras, o se innova o simplemente la empresa se va a freir puñetas. A las empresas que les sigo la pista capean la crisis con elegancia.
Comentando el asunto con “investigadores” privados los comentarios sobre la investigación e investigadores que arramplan con dinero público para ciencia básica son “peculiares”. Lo más frecuente es definirlos como una panda de inútiles y trepas más preocupados por su carrera profesional y ladrones de ideas y trabajos ajenos (de sus colaboradores becarios por ejemplo), buscando editar en revista científica y medallas pa curriculum, lo que se denomina comunmente científico burócrata. A éstos sinvergüenzas, que conozco unos cuantos, si habría que aplicarles la tijera (para cortarles la subvención o los cojones).
Mal que nos pese estamos en un sistema de libre mercado y la receta es sencilla: Empresa que no invierta parte de sus beneficios en ciencia e investigación se irá a tomar viento, no hacen falta dineros públicos para financiar inútiles. Ni montar saraos con nombre rimbombante. A no ser, claro, que de pronto todos empecemos a convertirnos al socialismo real.
Desconfío profundamente de todo el tinglado que hay montado actualmente desde instancias academico-burocráticas. No hace falta tijeras, necesitan motosierras y que rueden cabezas: Sangre, quiero acción y sangre ;-)
Hala, ya me he desahogao …
2009-10-09 03:17
Por cierto, un ejemplo de donde va parte de la pasta de I+D del estado espainol: Indra se adjudica un contrato millonario con el Ejército
2009-10-09 11:27
Cayetano, discrepo. Las investigaciones que, por ejemplo, hacen las empresas privadas en salud, concretamente las farmacéuticas, las hacen (los empresarios) por motivos estrictamente empresariales: para ganar dinero. ¿Cuántas veces no hemos oído hablar de que las enfermedades raras no se investigan porque a las empresas no les merece económicamente la pena?
Otro punto: una empresa que dedique dinero a I+D+i, no necesariamente investiga: yo también conozco cómo funcionan algunas empresas privadas: ¿crees que en ellas todo es de color de rosa? Pues muchos de los proyectos I+D+i se catalogan como tales pero no son más que un cursillo estúpido sobre Prevención en riesgos laborales (queda muy bien esto en España, es como Técnico de gestión medioambiental) impartido en un par de días a gente que ya está formada en ello y que no justifican todo el presupuesto que se le adjudica.
Otro: lo que una empresa investiga, no lo comparte. Lo un equipo investiga a cargo de fondos públicos lo comparte con el país que le ha subvencionado: y se puede aplicar a distintas disciplinas y empresas. (Aunque he de reconocer que este punto no lo tengo muy claro; a ver si Paco puede decirnos algo).
Y at last, but not least, si para la educación, la sanidad, la justicia social, etc. reconocemos que los impuestos que pagamos tienen que mantener un sistema público, ¿por qué estar en contra de que una de las cabezas tractoras de la sociedad en muchos de esos aspectos y en otros sea también objeto de presupuestos públicos? Eso no impide que la empresa privada invierta todo lo que quiera (ojalá). ¿Que no está bien gestionado y que hay mucha burocratización? Sí, eso ya lo dice Paco. Pero lo que tú propones es como decir que la sanidad pública no funciona bien y, por lo tanto, quitémosla y dejemos actuar al libre mercado: sanidad privada. Yo me niego, Cayetano.
Un beso.
2009-10-09 11:44
Cayetano (#4): a qué crees que me refería con lo de «El dinero de las subvenciones a la investigación se lo llevan en gran medida las grandes empresas del sector correspondiente».
Y sobre #3 creo que eres tremendamente injusto; caraduras los hay en todas partes, incluso en la empresa privada ¿no? Muchas empresas privadas van a pillar subvenciones sin más –también conozco de esas– y sin embargo otras que hacen investigación de verdad no pueden pedir ayudas por ser «muy pequeñas» y pagan de su bolsillo a la universidad.
Por otro lado, no hay que confundir innovación con investigación. La innovación se hace a corto plazo; la investigación no. Innovación es lo que hizo Google aplicando la investigación de Garfield y la de Kleinberg. La investigación no busca normalmente el beneficio económico (no digo que no busque otros beneficios); la innovación sí.
En el sector que conozco, que es el informático, y en España, es rarísimo que una empresa haga investigación. Innovación algunas, pero en general de la cacareada I+D+i, la D se lo lleva casi todo.
La única manera de vincular la I con la D a través de la i es la transferencia tecnológica, es decir, flexibilizar, como sucede en Estados Unidos, la participación de los investigadores en empresas. La ministra entró fuerte en esta dirección y al final no hizo nada de nada.
¿Sabes cuánto se queda una universidad que conozco si un grupo de investigadores registra un software y llega una empresa a querer utilizarlo? El 50%. Por poner el sello.
¿Sabes cuál es el primer gasto que recortan (a quien ose pedirlo) en una solicitud de proyecto? Los de personal: ni técnicos de apoyo, ni becarios ni nada de eso. Y el profesorado que trabaje por amor al arte, que para eso le pagan su sueldo. Sólo que el que no investiga cobra lo mismo. Afortunadamente habito en una universidad que casi se financia en proyectos con la empresa privada, y en esos casos nadie se mete en qué empleas el dinero (lo creas o no, a veces para pagar becarios de otros proyectos de I pura que el estado no financia).
Y finalmente, ¿en qué empresa el trabajador se tiene que pagar el viaje y el hotel cuando presenta un trabajo en un congreso y luego pedir que le devuelvan el dinero gastado como si fuera una limosna? Ah, y dietas ni se te ocurra pedir; cualquier otro gasto va a cargo del profesor.
Esto es España. Lo más sencillo y barato, efectivamente, es lo que decía Unamuno en su famosa frase. Que inventen ellos. Aquí, dar unas clases y a casa.
2009-10-09 16:13
Acabo de llegar y estoy un poco cansado. Breve nota: Hablo desde mi experiencia y cada uno tiene la suya, eso no significa nada. Pero prometo, Paco y Ana dedicarle unos minutos al tema.
2009-10-10 03:38
He tenido que buscar en la caché de Google una reseña aparecida en el Diario de Noticias de Alava: Una nueva empresa de biotecnología se genera cada tres meses en el País Vasco
Pues bien, el asunto (en este caso) es el siguiente: Se inyecta dinero público en investigación básica y los resultados se patentan y se los quedan a precio de saldo empresas privadas. En el enlace un buen número de entidades implicadas.
Ana: Para nada es comparable este asunto con el tema del modelo de Sanidad Universal y gratuita. Me refiero a otra cosa: A programas de ciencia básica diseñados por determinados políticos que absorben ingentes recursos para no llegar a nada (salvo lavar la imagen de su gestión)
Quizás, que no lo se, haría falta un método de gestión más eficiente de los recursos públicos destinados a investigación en ciencia básica. Antes de pedir más dinero, cuando se demuestre un sistema público de gestión eficiente (y de paso más ético) sería entonces hora de reclamar más medios.
Ahora bien, supongo que cada centro y universidad es un mundo y un caso aparte. Quizá he tenido la mala suerte de encontrarme con los peores escenarios posibles, quien sabe … igual hay centros que funcionan bien, pero no puedo saberlo. Me guío por lo que veo de cerca: lo que no es precisamente un dato que favorezca la objetividad de mi opinión en este asunto.
Saludos