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James Joyce sostenía que todo escritor alberga en sí una única novela, y que las demás son variaciones artísticas sobre el mismo texto esencial. De haber sido de ese modo cabría afirmar que su novela fue publicada en tres entregas, perfectamente diferenciadas, cada una de las cuales pertenece a una de las edades del hombre: El Retrato, Ulises y Finnegans Wake, correspondiendo a tres estadios vitales de un espíritu artístico, al cambio que experimenta el alma humana en su viaje por el tiempo.
Para la mayoría, la crónica de un día en la vida de Leopold Bloom, en su recorrido exhaustivo por Dublín, que relata en Ulises y que su autor fijó en el 16 de Junio de hace ciento tres años —conocido como Bloom’s day— fecha en la que conoció a Nora Barnacle, quien habría de ser su compañera el resto de sus días, sigue siendo su mayor contribución a la gloria de la literatura universal.
Tras la feroz campaña desatada por el puritanismo anglosajón contra el libro, la primera edición se imprimió en Francia. Joyce deseaba que su obra viera la luz el día de su cuadragésimo cumpleaños. Y así fue: el 2 de Febrero de 1922 tenía el primer ejemplar en sus manos.
Muchos nos hemos extraviado en ese dédalo narrativo y debemos su lectura, total o parcial, en lengua española, a sus traductores José Salas Subirats en su primera versión, a José María Valverde en la segunda y a Francisco García Tortosa y María Luisa Venegas en su última y reciente versión.
El libro se cierra alrededor de las tres y media del 17 de Junio, viernes, de 1904. El sol ya está despuntando, el único personaje que recibe despierto al nuevo día es Molly. Este último capítulo es un soliloquio, escrito sin signos de puntuación, e intenta reproducir el caótico discurrir del pensamiento humano, una mirada al alma de James Joyce. Para haber sido capaz de escribir con una profundidad psicológica como la que alcanzó, tuvo que haberse basado en su propia conciencia.
Molly, ambigua, práctica e idealista al mismo tiempo, una mujer como millones de mujeres, con sus singularidades, secretos, silencios, recuerdos e ilusiones, pronuncia este «sí quiero Sí», terrenal y femenino, poniendo un maravilloso broche final a este triunfo del lenguaje que es Ulises.
bq. YESbq. SÍ[...] and O that awful deep down torrent O and the sea the sea crimson sometimes like fire and the glorious sunsets and the fig trees in the Alameda gardens yes and all the queer little streets and pink and blue and yellow houses and the rose gardens and the jessamine and geraniums and cactuses and Gibraltar as a girl where I was a Flower of the mountain yes when I put the rose in my hair like the Andalusian girls used or shall I wear a red yes and how he kissed me under the Moorish wall and I thought well as well him as another and then I asked him with my eyes to ask again yes and then he asked me would I yes to say yes my mountain flower and first I put my arms around him yes and drew him down to me so he could feel my breasts all perfume yes and his heart was going like mad and yes I said yes I will Yes.
[...] y O aquel abismal torrente O y el mar el mar carmesí a veces como fuego y las puestas de sol gloriosas y las higueras en los jardines de la Alameda sí y todas aquellas callejuelas extrañas y las casas de rosa y de azul y de amarillo y las rosaledas y los jazmines y los geranios y las chumberas y el Gibraltar de mi niñez cuando yo era una Flor de la montaña sí cuando me ponía la rosa en el pelo como hacían las muchachas andaluzas o me pondré una roja sí y cómo me besaba junto a la muralla mora y yo pensaba bien lo mismo da él que otro y entonces le pedí con la mirada que me lo pidiera otra vez sí y entonces me preguntó si quería sí decir sí mi flor de la montaña y al principio le estreché entre mis brazos sí y le apreté contra mí para que sintiera mis pechos todo perfume sí y su corazón parecía desbocado y sí dije sí quiero Sí.
_Traducción de Francisco García Tortosa _
OUI
bq. SÌ[...] et O cet effrayant torrent tout au fond O et la mer la mer écarlate quelquefois comme du feu et les glorieux couchers de soleil et les figuiers dans les jardins de l’Alameda et toutes les ruelles bizarres et les maisons roses et bleues et jaunes et les roseraies et les jasmins et les géraniums et les cactus de Gibraltar quand j’étais jeune fille et une Fleur de la montagne oui quand j’ai mis la rose dans mes cheveux comme les filles Andalouses ou en mettrai-je une rouge oui et comme il m’a embrassée sous le mur mauresque je me suis dit après tout aussi bien lui qu’un autre et alors je lui ai demandé avec les yeux de demander encore oui et alors il m’a demandé si je voulais oui dire oui ma fleur de la montagne et d’abord je lui ai mis mes bras autour de lui oui et je l’ai attiré sur moi pour qu’il sente mes seins tout parfumés oui et son cœur battait comme fou et oui j’ai dit oui je veux bien Oui.
[…] e Oh quel pauroso torrente laggiù in fondo Oh e il mare il mare qualche volta cremisi come il fuoco e gli splendidi tramonti e i fichi nei giardini dell’Alameda sì e tutte quelle stradine curiose e le case rosa e azzurre e gialle e i roseti e i gelsomini e geranii e i cactus e Gibilterra da ragazza dov’ero un Fior di montagna sì quando mi misi la rosa nei capelli come facevano le ragazze andaluse o ne porterò una rossa sì e come mi baciò sotto il muro moresco e io pensavo be’ lui ne vale un altro e poi gli chiesi con gli occhi di chiedere ancora sì e allora mi chiese se io volevo sì dire di sì mio fior di montagna e per prima cosa gli misi le braccia intorno sì e me lo tirai addosso in modo che mi potesse sentire il petto tutto profumato sì e il suo cuore batteva come impazzito e sì dissi sì voglio Sì.
2007-06-16 18:34
Gracias, Candi, por acercarnos esa políglota versión del final. Y por recordarme lo bien que lo pasé con el Ulises. Cada capítulo me sorprendía de una forma nueva y diferente. Echaba de menos no ser bilingüe porque me habían dicho que los juegos de palabras de Joyce eran continuos, así que, diccionario en mano, con la versión castellana a un lado y la irlandesa al otro, trataba de seguir todos los matices en una relectura (me cansé al poco, ja, ja).
Recuerdo que no recuerdo qué capítulo (y también la ópera rock Jesus Christ Super Star) consiguieron enseñarme por fin qué era una obertura; en la música clásica, la falta de educación musical de que adolece este país y mi oído me lo habían negado por muchas explicaciones que me dieran.
En fin, una de mis debilidades son algunas novelas y algunos novelistas del xix, qué le voy a hacer si me parece que en ese siglo se juntara la genialidad novelística en pleno.
Un beso
2007-06-16 21:37
Estupendo trabajo de opinión y divulgación con un tíulo llamativo y elegante, un contenido claro y conciso y un final “erudito” y curioso. Perfecto para esta mañana luminosa de junio en Brooklyn :)
Gracias, Candi. Queremos más.
2007-06-19 08:18
Un excelente texto, Candi, gracias.
2007-07-03 13:18
Muchas gracias: Ana, Hilario, Magda. Disculpad el retraso. No estaba aquí.
Lamentablemente me encuentro entre los no lectores, o lectores parciales del Ulises: demasiados escollos, que consideré insalvables. Como para intentar abordarlo en inglés y gaélico… :-). Pero me encanta releer ciertos capítulos y recordar el «Bloomsday». A ver si ahora, en esta nueva edición de Cátedra, ampliamente explicado, en traducción de Francisco García Tortosa y María Luisa Venegas, avanzo un peldaño.
Aquí interesante página: traducción de fragmentos de Ulises —referencia tomada de El Librillo de Ramón Buenaventura—: http://www.seikilos.com.ar/Ulysses.html
Y para los más valientes: http://botheration.org/ulysses/index.html
Traducciones de este fragmento al gallego —la primera lengua a la que fue traducido Ulises en España, tengo entendido—, euskera, catalán, finlandés, alemán, árabe, hebreo…, a cualquier lengua hablada en el mundo, serían bien recibidas. Gracias.
Saludos.