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En Opinión & Divulgación se publican artículos de colaboradores esporádicos y de temática variada.

Oda a los periodistas sin periodismo

Javier Monjas
Editor de Nuevo Digital

No acaba de amanecer y ya los pequeños talibanes del cainismo buenista triunfan en la cheka del sectarismo y la moralina mientras toman los cuarteles de la Montaña a golpe de populismo bolivariano de izquierda bananera y banalista. Es su patria la tierra baldía de los periodistas huecos, de los periodistas rellenados, la secta de los reponedores de soponcios en el todo a cien de la España del talante, heredera admirable de los toreros paseíllos a las tapias y los terneras de paseo.

Únicos dioses de la incólume trinidad carpetovetónica del padre, hijo y espíritu santo, los periodistas sin periodismo funcionan por bandas, sueñan con quienes se defienden por cuotas y, a falta del campo abierto de la información, deforman las cosas y dividen el campo en un Nosotros y Ellos donde, liróforos celestes de la cachiporra, glosan en cuanto se levanta el sol como marionetas de los grandes hermanos que les ponen cabezas y después se las quitan, leen la consigna y tal es la insignia del día, lo que diga el comité central independiente en el panfleto de la mañana o el triste y condenado muecín en la oración del ocaso.

Si hay que linchar, son los que más linchan; si hay que gritar, son quienes más gritan; si hay que callar, callan y callan. Como los reyes sol nacían reyes por gracia divina, otros nacen emperadores por gracias sobrevenidas y bajopedidas, victorias sin la más mínima escaramuza previa, cachorros del destino en lo universal, los mandamases por la gracia supina de las orejeras y los cepillos de lomos en caña, comida sin alimento, despojos corrompidos por el aire viciado, polvo que se lleva el tiempo mas polvo envilecido por las memorias históricas que les salvan del vacío.

Su marketing es el de las grandes palabras y sermonean con poderes populares de nuevos periodismos con números de versión pero sólo piensan en la única versión de los asentimientos, consentimientos forzados bajo el restallar de un correaje de prietas las filas del clan, muñecos rotos a los que llega la lejana energía del enchufe de lejanas nomenklaturas en pleno enriquecimiento al asalto de su parcela, de preescolares a doctorados sin pasar por la humildad de quien informa poniendo lo más importante delante, lo menos, detrás. Y después calla.

Evosmorales del periodismo, los periodistas sin atributos comen entre ofuscadas salivaciones de verdades de beatas seguras con la cercanía del capellán y, entre una reducida turba de rémoras de monaguillos, dormirán después como galeotes estabulados por quienes nombran cónsules a sus caballos y con ellos cuadran sus cuadras de periodistas mientras sueñan como benditos la purga necesaria entre los fachas que no tienen tan claro lo de los buenos y lo de los malos.

Pistoleros a sueldo, examinados de la camarilla para ganar méritos, la nueva nomenklatura periodística destila la excrecencia del periodismo de tertulia de saldo en una redoma vacía, y ni sabe que existen quienes hacen guardias frente a puertas o cogen aviones para contar lo que vean, horas y días de notas para cuarenta y cinco segundos o cinco párrafos o dos páginas de lo que vieron mientras allí estaban, esos que terminan dando explicaciones a los becarios de las manchetas.

Son el fondo de armario del sectarismo de la España maldita y negra, sombreros con cabezas y agujeros para las orejas, juramentos al rey sol que más calienta los óbolos de la secta, el periodismo de lo que conviene frente a la humildad de lo importante, del hecho al dicho, un agit-prop de militantes disfrazados de periodistas cool y futuros académicos de requeté progre, los últimos petardos sesentayochistas.

Oda a los periodistas que nunca existieron, los periodistas sin periodismo que nunca vivieron ni llegarán a vivir como periodistas, parias de la prensa, la famélica opinión de una profesión muerta por el ataque de los copia-y-pegamoides de diseño, peluches del sistema, escaladores de las simas de un doctrinarismo incendiario de botellón, oh, jacobinismo servil… oda por quienes cambiaron el nervio de las rotativas por el tío vivo de los rotados, por quienes escriben con tinta invisible como reyes desnudos que pasean por despachos donde se calla y donde ya ni se disimula ni se aparenta.

Javier Monjas | 10 de mayo de 2007

Comentarios

  1. Marcos
    2007-05-10 09:28

    Podría estar de acuerdo con varias de las cosas que se apuntan aquí, sobre todo las que apuntan al press clipping, pero no entiendo que todo eso se vea sólo en un bando, en la izquierda, cuando hay múltiples ejemplos hacia el otro lado.

    Saludos

  2. Mar
    2007-05-10 10:18

    Por desgracia, este artículo es un buen ejemplo de lo mismo que critica. Detrás de una retórica artificial y repetitiva, encantada de escucharse a sí misma. Aunque viene envuelto de presunto amor al periodismo y la verdad, no contiene más que uno o dos conceptos repetidos hasta la saciedad. No hacía falta escribir tanto para decir que hay periodistas sectarios (que, por cierto, también abundan desde la derecha: 10 puntos a la imparcialidad).

  3. Tooru Okada
    2007-05-10 10:42

    Si miran el tal Nuevo Digital comprobarán cómo este periodista no tiene naaaaaada de sectario ni insiste casi naaaaaada en estas líneas: Sarkozy recibe críticas injustificadas, La inmigración, la lacra de Europa y El islamismo nos va a decapitar a todos. Un ejemplo de honestidad y de amor a la verdad, vamos.

  4. leo
    2007-05-10 16:08

    Los jóvenes gays y lesbianas se sienten ignorados y desamparados

    Los adolescentes GLBT se encuentran aíslados y desamparados en su entorno y en la sociedad de hoy

  5. pessoa6
    2007-05-10 17:30

    Hace falta ser muy cortito para tomrse en serio al tal Monjas

  6. andres
    2007-05-10 17:56

    “En una de fregar, cayó caldera” Así burla Quevedo del barroquismo gongorino.
    Hay que reconocer que hermoso, el artículo es hermoso, pero se puede decir lo mismo, pero más claro.

  7. Blas
    2007-05-10 18:29

    Válgame dios, ¿de qué hablará este buen hombre?. Sólo una cosa me ha quedado clara: es de derechas, pese a que, según leía lo de linchar y todo eso, pensé que se refería a un muy conocido señor bajito de ultraderecha

  8. Jose
    2007-05-11 01:20

    Esto se llama “Tribalismo” puro y duro.
    Y es lo que hay.
    2000 años de historia Ibérica, para llegar a esto.
    ¡ Vamos bien!

  9. José Luis Anido
    2007-10-19 04:59

    Javier, estoy de acuerdo punto por punto con tu artículo, escrito con agilidad, claridad e ingenio. Con la técnica del ‘copy-paste’, hasta un mandril puede llegar a redactor jefe de cualquier periódico. Un saludo.

  10. criticus
    2009-01-01 22:47

    José Luis Anido, leyendo tu comentario lo primero que se me ocurre que siempre habrá rotos para un descosido. Lo segundo ya ni lo mento, son respetables todas las opiniones. Saludos.


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