En Opinión & Divulgación se publican artículos de colaboradores esporádicos y de temática variada.
Silvia Banfield
El silencio se hace posible en la Redacción cuando todo el mundo está revisando su agenda y queda poco tiempo para ordenar notas, salidas, entrevistas, ver apuntes, verificar datos, consultar fuentes y tomarse un café. El Editor suele estar escribiendo su nota de fondo y camina en las proximidades de su pequeño campo de golf para respirar la atmósfera de sus palabras, tomar el mismo aire e impulso cuando el hierro golpea la pelota. Se siente en Augusta. Le habla al oído a Tigre y le dice: este es un mundo de perdedores. El rey del green sonríe. Hicieron más difícil este año la cancha de Augusta. Razones profundas del gran ocio, dificultar la felicidad fácil, el éxito previsto. Augusta se defiende de sus campeones. Vi en la pizarra, en el tablero de la Redacción, lleno de mensajes, recortes de prensa, una esquina que parecía sobrar por su contenido, la palabra mundo. Sobre ella sostuve mi dedo índice y repasé de memoria esta época podrida, maloliente, putrefacta, y recordé la frase célebre del canalla número uno: un mundo más seguro y mejor. Miré por la ventana para ver si encontraba ese mundo y me detuve sobre un pedazo de asfalto inútil, sin vida, estéril, vacío, un metro de tierra muerta. Lo sentí tan desamparado como nosotros. Un pedazo de olvido. Un parche de pirata en el ojo sano del planeta. Por el asfalto que no se niega a ser pisado, miramos nuestros días. El mundo no frunce el ceño, orina sangre, defeca muertos, vomita, se sacude el mortal parásito humano. ¿Quién lo instaló sobre el cetro de cerezas muertas? ¿Quién sigue llenando de estiércol la primavera? ¿Toda la nieve no puede borrar sus huellas de sangre? ¿A quién envenena la serpiente, ahora que no hay paraíso?
El peor de la historia
El magnate Donald Trump ha revelado a la CNN su pensamiento político. No es poco decir, porque los magnates suelen poseer una caparazón insensible sobre cuanto ocurre más allá de sus intereses personales, esa frontera que colinda con el ego y el bolsillo. Buscó una tribuna global, donde se diseminó la mentira sobre la invasión y posterior guerra en Irak. Sin duda, algo tarde, porque los acontecimientos sobrepasaron por fin a la ficción de las palabras y de la TV. (Alguien podría decir: que suerte que el mundo cuente con tantos idiotas) Trump soltó la lengua ante el gran basural de la mentira, porque ni toda la mentira del mundo podría ocultar la verdad sobre Irak y la capacidad para gobernar de George W. Bush, el delfín del caos. Trump suena a trampa, pero esta vez ha sido un estampido verbal. Dijo: “Es el peor presidente en la historia de Estados Unidos. La guerra en Irak es una catástrofe y me gustaría que Bush sacase a las tropas de ahí, pues sólo va a empeorar. Todo en Washington ha sido una mentira, empezando por las armas de destrucción masiva, que fue la excusa para atacar Irak. Sólo hay un culpable, el actual presidente.” No es mucho, es nada lo que se podría agregar para una lápida de este tamaño, profundidad y precisión. Es como una bomba antisubmarina. Esto no cambia el estercolero global, como la preocupación de S.S., por este circo romano. Joseph Ratzinger se ha pronunciado por el crítico escenario mundial. El mundo cruje, hace agua, sangra, explota, y la muerte genocida se ha transformado en una tradición, un ejercicio más del deporte global del terror. (Noé nos mira con sus ojos de cordero degollado y sabe que ya no quedan cupos para un segundo viaje)
En estos discursos donde se pasa revista a lo que está sucediendo en la superficie del mundo, la cáscara de la tierra, se olvida de una manera inexcusable, lo que en verdad se cocina en la gran olla del espanto, esa antesala del verdadero Infierno. El mundo quizás se alivió con el decreto de la abolición del limbo, un estado natural de muchas personas y situaciones volátiles que nunca terminan de aterrizar. Una especie de licencia blanca para un espacio flotante, algo parecido al rincón suave del castigo. ¿Terreno fértil para las ánimas? Tal vez piensen algunos, una piedra menos en el camino para llegar al cielo, o quizás una parada menos para viajar directo al Infierno. S. S. Se refirió también a los desastres naturales, el calentamiento global, al que las Naciones Unidas le dedica un análisis de terror y ahora sabemos gracias a los científicos, que el Infierno se consolida firme en la tierra. Un 30 por ciento de las especies desaparecería de la faz de la tierra, América latina perdería un 5O por ciento de sus tierras cultivables y aumentaría la escasez de agua en el ámbito mundial, mientras el mar ascendería arrasando lugares costeros, islas. Un mundo más miserable aún para cientos de millones de personas, más inseguro y peor que el que predice desde la invasión de Irak, el inefable G.W. Bush, calificado de “imbécil” por el abogado norteamericano Bill Goodman.
Noches sin Superman
Ningún discurso es capaz de retratar el mundo real, los fantasmas que le acosan, la profundidad de la tragedia que le devora, los días que le esperan, el panorama desolador de los más olvidados y de aquellos pueblos que sólo conocen y viven la guerra diariamente. Parecen postales del terror estas palabras, imágenes del Apocalipsis, pasajes dantescos, noches sin Superman o Batman.
El mundo tiene sus caminos fantasiosos, prados edénicos, otra parte donde estar en otro lugar, donde cada año un jugador de golf se calza la famosa chaqueta green y se reparten algunos millones de dólares en el Master de Augusta. Para algunos, la vida es el green, ahí está todo su mundo verde, clorofílico y van de hoyo en hoyo dejando su sabiduría. El mundo es verde y color de rosa y lleva un carrusel lleno de música, sólo que a veces explota de una mala manera. Estalla en una carretera. Vuela en un café. Vuelve a estallar en un cuartel. Se hace pedazos en una calle o en una mezquita. El mundo deja de tener nombre cuando cae un cohete en una casa u hospital. El cuerpo de un niño calcinado, mutilado, si vida, no puede ser recogido en un discurso Urbi et Orbi.
Este fin de semana, para saber en que mundo vivimos, murieron 10 soldados norteamericanos en Irak. Otros seis soldados canadienses de la OTAN, murieron en Afganistán. Y en Guantánamo, Base Naval de Estados Unidos en Cuba, campo de detención de musulmanes, 13 hombres desconocidos han iniciado una nueva huelga de hambre. Este es el paisaje que recogen los diarios, el escenario que los poderes fácticos divulgan y nos conceden, con unos gramos de pimienta o mostaza, más o menos. Pintura Naif de un mundo de horror.
Estos pantallazos casi celestiales del planeta, no sólo chocan con un presente caótico en África, Medio Oriente, Asia, de pobreza en América latina, sino con un futuro sombrío acosado por una violencia tecnológicamente más sofisticada, donde se perderá la libertad. Este es un futuro corto, no tiene más de tres décadas para que toque a nuestras puertas. La disminución de los recursos naturales por el impacto ambiental, una mayor población mundial, menos agua, son algunos de los aspectos a considerar para el depredador humano. El ministerio británico de Defensa ha divulgado un informe patético sobre el mundo que viene, él que ellos vislumbran, para el cual se preparan.
Vuelve Marx
Los ingleses le asignan un papel protagónico a las clases medias, las cuales se proletarizarán y asumirán un hipotético nuevo rol histórico. No detallan a qué se debe este ascenso hegemónico, predominio y función social de una clase “tapón, que se maneja con la marea”. Vislumbran las autoridades militares británicas en este hipotético escenario, dado a conocer en su informe de 90 páginas y comentado en el diario The Guardian, armas de pulso electromagnético capaces de destruir centros de información. Lo que deja entrever el informe es el uso cada día más probable de ciudadanos comunes y corrientes de las armas más sofisticadas y al mismo tiempo de la creciente tecnificación de los organismos represivos del estado. Armas, subraya el informe, como bombas de neutrones capaces de realizar silenciosas limpiezas étnicas. El informe británico revive a Carlos Marx, lo que para algunos el dossier parecería una especie de ensalada rusa del futuro. En este plato surgiría una progresista, radical, revolucionaria clase media, cada día más alejada de los ricos, y se fortalecerían los que se separan del pragmatismo, para buscar “un sistema que incluye una mayor ortodoxia religiosa y populista” El análisis es casi un batido de helado con mayonesa elaborado para los guardianes de Su Majestad. Ciertamente no estamos necesitando mucho del futuro para estar viviendo este período pre-dinosáurico. Islas que vuelan en medio de tsunamis como si fueran en una montaña rusa de agua sin fin, ni destino. Pueblos que buscan su identidad en medio de los escombros. Familias que son sepultadas en sus casas bombardeadas. Soldados de fortuna que vuelan desafortunadamente al más allá. Cementerios llenos de vidas muertas inútilmente. Ciudades, pueblos ancestrales, museos, arrasados por la civilización de la muerte. Cruces en Occidente, arena en Oriente. ¿Un Dios que reparte sus huesos?
Si el terror y la ocupación se han trasladado a remotos pueblos, casi a paisajes entre las montañas y el desierto, la pérdida de los derechos ciudadanos es un hecho en Estados Unidos, según Bill Goodman. Y va más lejos este director de Asuntos Legales del Centro para Derechos Constitucionales, cuando afirma que Estados Unidos sufre una crisis constitucional a partir de la manipulación de la tragedia del 11 de septiembre por parte del ejecutivo norteamericano. El presidente, denunció Goodman al diario mexicano La Jornada, ha concentrado el poder de otras ramas del estado, violando más de dos siglos de institucionalidad. Todos estos desplantes transformados en derecho, han intimidado a buena parte de la población norteamericana, atemorizada por la mentira de los medios de comunicación. El futuro no puede producir escalofrío, porque ya está aquí.
Epitafio global
Hace cuatro años se invadió Irak y de paso Afganistán. Las armas de exterminio masivo, que supuestamente tenía Irak, nunca se encontraron. Han muerto decenas de miles de iraquíes, en su mayoría civiles. Sadam Hussein fue ahorcado. Se escogió un nuevo gobierno y escribió una nueva Constitución. Han muerto más de 3 mil solados norteamericanos y otros tantos de la coalición que ocupa Irak. Unos 20 mil fueron heridos, mutilados o están bajo tratamiento psiquiátrico. Se han gastado cifras desconocidas en miles de millones de dólares en esta guerra. El Pentágono ha reconocido que no es posible ganar la guerra, como en Viet nam. El 60 por ciento de los norteamericanos están en contra de la guerra y la ocupación. Alemanes y franceses no participan directamente del conflicto, y han pedido que cese cuanto antes. España retiró sus tropas de Irak. La opinión pública mundial no avala esta guerra de ocupación. G.W. Bush ha enviado más tropas a Irak. Se han cumplido 4 años de la ocupación y cientos de miles de iraquíes(chiítas) han pedido en las calles de su ciudad sagrada de Nayaf., el fin de la ocupación extranjera y terminar con la falsa democracia. Lo que ahora viene, es Irán.