Daniel Martí Pellón

¿Posibilidades de futuro o errores del pasado? en marcha el parque medioambiental de Galicia

¡Qué apetitosos son los términos limpios, oxigenados, esos que están de moda con los que hablamos de valores en alza! Medioambiental es uno de ellos: ciudades medioambientales, parques medioambientales….

Una ciudad medioambiental es la que quiere hacer el gobierno conservador castellano leonés cerca de Soria y propone leyes para construir y vivir en un paraje natural protegido.

Un parque medioambiental, otro más, será el “Parque Medioambiental de Galicia” (presentación, en ppt 6megas 12 diapositivas en la web de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia).

¿Por qué transportar, concentrar y quemar la basura?
Hay que descongestionar el saturado centro de residuos que el PP gallego aprobó y realizó en Cerceda, A Coruña (mapa de google). En la actualidad Sogama, el vertedero de residuos, se está colapsando con más de 400.000 toneladas de restos de la basura quemada o acumulada. Poco se sabe de los porcentajes de energía o materiales recuperados que produce (página institucional de Sogama) y tampoco es un dato muy difundido el coste añadido que suponen transporte, almacenamiento e incineración.

En estos años Cerceda ha recibido un parque acuático y alguna que otra prebenda, pero su núcleo de población decrece, los empleados de Sogama no están nada satisfechos con su trabajo y han hecho alguna huelga. Además hay que esperar que se conozca la incidencia sanitaria en las poblaciones del entorno de los vertidos y la incineración.

Con todos sus defectos e incumplimientos, la Sogama del PP, se creó con tres años de información y de discusión. No sólo en la Comisión de Residuos, sino con las principales asociaciones ecologistas y sociales interesadas en las posibilidades y riesgos de la gestión y reciclaje de basura. Al menos se intentó orientar y adecuar a las sensibilidades y las posibilidades.

El nuevo vertedero se llama parque medioambiental
Si no hubiera otra solución que acumular, quemar, enterrar… ¿por qué transportar y acumular la basura sólo en una zona?
La respuesta todavía no ha salido de la actual Consellería socialista de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. Por el momento, no ha habido consultas ciudadanas a los vecinos, la información a las asociaciones ecologistas es muy escasa y sólo pasan a los medios de información, casi como notas de prensa, en un papel de relaciones públicas institucionales, lo que los diarios vienen contando desde mediados de febrero (Novas Xunta de Galicia, Novas Consellería Medioambiente, Axencia Galega de Noticias, España Exterior, La Voz de Galicia, la Región, etc)

Como se anunciaba en mayo de 2006 y en semanas pasadas, una de las claves para situar el vertedero, es tener conexión con la autovía A 52, la autopista de las Rías Baixas, que comunica con el interior y la meseta, y disponer de estación de ferrocarril en el eje Vigo – Ourense. Un convenio firmado el 1 de marzo de 2007 por la Consellería de Vivienda, la Consellería de Medioambiente y el municipio de Carballeda de Avia aporta los 3,7 millones de euros iniciales para comprar y urbanizar 600.000 m2, según unos; 845.000 metros cuadrados según otros. Semejante espacio reunirá la basura del sur de Galicia a una hora de Vigo y media de Ourense por carretera. A pesar de que la mayoría de la basura se genera en Vigo, será el pequeño municipio de la provincia de Ourense el que cargue con los residuos. Situado al otro lado del túnel de A Cañiza, antes del viaducto de la autovía sobre la comarca de O Ribeiro. Entre San Estevo y Vilariño (mapa, ) ocupará extensiones a ambos lados de la A52. Al fin unos 200.000 metros cuadrados más de los que ya ocupa Sogama en Cerceda.

Convendría transportar lo menos posible, y Sogama I está bastante más cerca de su principal fábrica de residuos, la ciudad de A Coruña y sus polígonos industriales. Repetir algo parecido se podría hacer clasificando y reciclando en origen, en los polígonos de O Porriño, As Gándaras, etc. donde se producen los principales residuos industriales del sur de Galicia.

La pequeña carretera de San Cristóbo tendría que recibir unos 600 camiones diarios si trasportamos hasta este monte todos los residuos urbanos del sur de Galicia. Vilariño, A Costeira y San Estevo son poblaciones a unos 600 metros y en la ruta de la llegada de basuras. A cerca de un kilómetro, bajando las laderas, están núcleos aún más poblados como Francelos, San Cristóbo o la misma capital del Ribeiro, Ribadavia. Con un colegio, un instituto, un centro de salud y una residencia de ancianos en esta villa.

De los más de noventa municipios de Ourense existen pocos que configuren una comarca con la variedad y riqueza de recursos que ha ido desarrollando O Ribeiro.

• Once siglos de vid, con sus epidemias y cambios climáticos y medioambientales hasta desarrollar una denominación de origen vertebral en la cultura local y apreciada en muchas otras culturas que conocen a sus cosecheros y se llevan sus pequeñas producciones o quienes simplemente se acercan vivir la antigua y viva Feira do Viño.
• Nueve siglos de monumentos románicos, judería, castillo, urbanismo medieval… que se mantienen y conservan enriqueciéndolos con estudios medievales, relaciones internacionales con el Sefarad y otras juderías urbanas, programas de rehabilitación y conservación de su casco histórico. No queda en piedra puesto que cada año se convierte en fiesta, una Festa da Istoria que puede ser la más antigua de Galicia.
• Podría y quizá debería seguir con la riqueza de montes y senderos, como el futuro momento natural de Pena Corneira, las sendas rurales de sus riberas y montes.
• Y seguir con la cultura del agua, en los afluentes del Miño y del Avia que están generando unos complejos de balnearios y aguas termales a pocos kilómetros de ese regato de Maquiáns del que bebe Rivadavia y que se nutre y crece con las aguas pluviales y los manantiales justo en los terrenos en los que se piensa empezar a urbanizar el polígono de los residuos.

No se debe alargar el tiempo de lectura de estas líneas, los datos se confunden con vivencias, seguramente de muchos. No es que el Ribeiro no tenga más recursos en su comercio, en su turismo rural y en otras maravillas de sus gentes, sus pueblos, sus ríos y sus montes. Pero todos podemos sentirnos un poco vecinos cuando piden información que tienen derecho a conocer. En estas semanas se empieza a configurar alguna plataforma ciudadana como el foro social O Ribeiro pidiendo no ser ignorados, no recibir sólo información desde la prensa.

Los diarios, hasta el momento, han destacado la información oficial, con poco dato técnico. Ese discurso no tranquiliza ni a los vecinos ni a los demás.
El momento puede exigir algún plus de periodismo ciudadano y una prueba de la capacidad de información y de comunicación que generen las comunidades blogueras, como Blogaliza y todas las demás. Para que las decisiones políticas no se tomen sin nosotras, sin nosotros, es necesario que expresemos nuestros miedos y forcemos a compromisos claros que puedan ser revisados cuando haga falta, antes de que sus consecuencias sean irreversibles. Como en otros casos recientes, por ejemplo en la contaminación de aguas en Caldas, seguimos contando con información más precisa, como la ofrecida por la Asociación por la Defensa Ecológica de Galicia, ADEGA, que detalla los riesgos de la incineración y de la gasificación por plasma. Otras organizaciones ecologistas y sociales están por manifestarse y participar en la cuestión.

Nadie quiere reducir las posibilidades de trabajo y de futuro de una comarca. Pero no podemos arriesgar recursos costosamente alcanzados o sostenidos. No puede estar en juego nuestra salud y la de nuestro entorno. Una decisión política no sólo debe tener el fundamento técnico o el cómputo de kilómetros y toneladas. Debe primar los valores personales y los activos culturales que pueden desaparecer o quedar mermados en un futuro. Por eso con O Ribeiro decimos que “temos dereito a saber”.