En Opinión & Divulgación se publican artículos de colaboradores esporádicos y de temática variada.
Daniel Martí Pellón
Editor de Comunisfera
Últimamente se habla mucho de símbolos. Aunque trata de mapas y configuraciones (superestructura, en fin) de nuestro mundo, cada vez los tenemos más en cuenta y se nos hacen más visibles. En las redes digitales, los símbolos están como nexo para múltiples uniones, corazón escondido en los nodos. Son símbolos los lazos semánticos que vinculan nuestro día a día digital con los demás, con lo que otros dicen y hacen con/en Internet.
Pero, ¿hablamos de los mismos símbolos? Supongo que otros muchos habreis tenido una educación parecida. De mi época de aprendiz (inconclusa), conservo dos escuelas magistrales en esto de los símbolos: los semióticos y los hermenéuticos (años después, los cognicionistas).
Herencia, construcción y conversación (El símbolo desde la tradición hermenéutica)
En Internet (google scholar) puedes encontrar más artículos en pdf relacionados con la tradición hermenéutica o la constructivista, que los artículos sobre el símbolo en acepción semiótica. Como autor más citado en español gana Piaget con sus trabajos sobre la formación del símbolo en los niños. Así que en lo digital podría ganar el símbolo como materialización de nuestras ideaciones, como formas exteriorizadas de algo más íntimo, algo a caballo entre lo estructurado en nuestros textos y la manera interior como vemos y organizamos lo que nos rodea.
Otra nota común del símbolo en la tradición hermenéutica puede ser su inercia, su duración. Cada símbolo viene de unas tradiciones y admite reconfiguraciones, otras formulaciones en sucesivos estadíos. Algunos autores, ya en el psiconanálisis , hablaron de unos símbolos primarios, que encuentran mil veces repetidos entre los símbolos de la historia de la humanidad. Parecen patrones de toda nuestra expresión y comunicación (p. ej. K Jung, arquetipo).
En nuestros días, es frecuente, algún significado más relativo. Los símbolos actuales se multiplican, pero su importancia pierde bastantes enteros. Richard Rorty (antigua página personal) dejó la filosofía para buscar un pensamiento menos integrista, en las artes y las humanidades. La conversación pasa a ocupar el paradigma de nuestra construcción de acuerdos, mapas y estructuras. Para los seguidores de este filósofo humanista quizá habría que ir cambiando lo de sociedad del conocimiento por sociedad de la conversación. Y algúna razón tiene, pero atendamos a la otra gran escuela del símbolo, la semiótica.
Repertorio, referencia, anclaje (el símbolo en la tradición semiótica)
Para distinguir el anterior, del símbolo entre los semióticos, podemos notar la ausencia de una comunicación de la intimidad y de una perspectiva histórica. No suelen ser asunto de los análisis semióticos, al menos hasta sus relaciones con el cognicionismo en las últimas décadas.
Los sentidos más clásicos del significante en la semiótica francesa, y del símbolo en la tradición norteamericana de la semiótica, destacan más el carácter expresivo, colectivo o incluso arbitrario; porque estos símbolos a diferencia de los hermenéuticos pueden ser fijados por convención, por acuerdo más o menos regulado. Tanto en la perspectiva de Saussure como en la de Peirce, el símbolo representa (icono) otra cosa (ausente, objeto) a la que alude (índice, señal, indicio) y estableciendo, además las condiciones bajo las que se pueden aplicar determinados símbolos a determinados objetos o fenómenos. Este símbolo más externo y normalizado pierde tanto su valor como expresión de una colectividad antecedente que nos lo lega, como el valor de consenso y acuerdo regulado del pueden hablar constructivistas o relativistas. Un buen repertorio de ejemplos de análisis semiótico sobre Internet se puede encontrar en el número 38 de Razón y Palabra, dedicado a las relaciones en semiótica e informática.
Sin embargo este sentido semiótico, menos histórico y más formal del símbolo se presta mejor, a la comunidad tecnológica. Se ciñe bien a cuestiones de formatos, pesos y medidas, al menos en los primeros desarrollos informáticos, y también es bastante acorde a los intereses y entretenimiento que hemos destacado en los usos iniciales de tecnologías de la comunicación y de la información. Quizá a algunos pueda parecer una pérdida volver al símbolo como representación, es decir, a los márgenes de la filosofía clásica, la lógica occidental o lo que se pueda etiquetar como pensamiento moderno. Pero, ¿hay vía media entre estas escuelas? ¿tiene esa vía media que ver con la comunicación y la información digital?
¿Es posible un símbolo intermedio?
No cabe una vía media cuando remarcamos los extremos. Y he radicalizado las posiciones para dibujar un esquema más visible del debate, de las cuestiones en discusión. Como mucho del camino, se hace al andar, o al navegar, puede que encontremos autores que no se ajusten a la etiquetas teóricas con que se clasifican. Entre los semióticos hay algunos textos como los del recientemente fallecido Jean Marie Floch (curiosamente ausente de referencias, tampoco en otros idiomas, sus publicaciones) o de Paolo Fabbri que recuerdan formas y tonos hermenéuticos. Como hay búsquedas de rigor en el tono general relativista de textos hermenéuticos. Este es el tono intermedio que percibo también en los posts de Fabio Tropea para Infonomía. com (61 publicados como Penélope y Ulises: nuevo léxico repleto de términos en WikiLearning (exige registro, gratuito).
Han sido años de discusión, con algunas famosas controversias públicas, pero al menos el tono y lenguaje ha pasado la membrana osmótica de la fidelidad a la escuela. Internet más fragmentaria y promiscua puede acortar los plazos para una reformulación de los símbolos, que permita explicar e interpretar, a la vez, la relaciones y los grandes conglomerados de las redes sociales en Internet.
En definitiva resulta que una aproximación a los matices y tendencias en el símbolo, nos devuelve a territorios de luchas ancestrales entre el funcionalismo y el culturalismo, al enfrentamiento básico entre la epistemología del representacionismo (desde el realismo hasta el pragmatismo) y la ética relativista del constructivismo (desde el platonismo hasta la postmodernidad). Un debate de principios hoy por hoy muy alejado de la vida ordinaria de la Red. En el afán de comprender (hermenéutica) o de explicar (semiótica) la comunicación tecnológicamente amplificada se nos está colando un vocabulario importado, no nativo que puede resultar insuficiente para reflejar su realidad y usos habituales. A falta de un desarrollo sincrético e interdisciplinar como se propone hacer en un futuro la NetCiencia (enlaces en ComuniSfera). Mientras tanto, éstas son las herramientas intelectuales que encuentro a disposición pública en el pasado de nuestra civilización.