En Opinión & Divulgación se publican artículos de colaboradores esporádicos y de temática variada.
Enrique Bustamante
Editor de das Mystische
Haber vivido de cerca el movimiento, haber participado tan activamente en él como creo que yo participé, y haber destrozado órganos vitales en un ambiente perjudicial y divertido y, de acuerdo, algo desproporcionado, no sé si habla en mi favor o lo hace en mi contra, aunque ahora ya pueden ustedes pensar lo que quieran: nada de lo que se diga sobre ello importa, no hay nada cierto, y dudo en realidad que hubiera un allí o un yo mismo o un verdadero movimiento. ¡Tonterías! ¡Ni The Rocky Horror Picture Show ni la Caída del Imperio Romano! Yo, de verdad, ahora que toca “la memoria” desconfío de todo, vamos, que no me creo nada de nada.
El hecho de que determinados sucesos ocupen la primera plana de los periódicos, o un lugar destacado en las pantallas de las nuevas tecnologías de la información, no es una prueba fehaciente de su posibilidad real de existencia (sea esto lo que sea), y no sería la primera vez que nos enfrentásemos a una conspiración colectiva destinada a confundir nuestra ya de por sí confundida conciencia. Hay ejemplos terribles a lo largo de la Historia que deberían, al menos, activar nuestras defensas. La invención del planeta Tlön (recogida en documentos seleccionados en The Anglo-American Cyclopaedia y en Lesbare und lesenswerthe Bemerkungen über das Land Ukkbar in Klein-Asien), por ejemplo, o la conspiración de Cristo (la mayor ficción de la historia desvelada por Acharya S. en su famoso libro), o la escandalosa volubilidad de la presidenta de la Comunidad de Madrid (¡nadie puede existir en nuestro país y declarar a un tiempo que no llega a final de mes con un sueldo de 100.742,91 euros anuales!), planean aún sobre nuestras cabezas. Y puedo asegurarles que cosas como éstas hacen daño, muchísimo daño.
Ahora, cuando damos pasos inseguros hacia el interior tenebroso del siglo XXI, quieren hacernos creer (¡curioso, de nuevo la Comunidad de Madrid!) que hubo un tiempo mejor en esta ciudad nuestra, y que en ese tiempo sucedieron cosas que resulta imposible que sucedan (sin intercesión divina) en una ciudad como ésta. ¿De Madrid al cielo, dicen? No, seguro que no, amigo mío: le han engañado de nuevo.
Para estos días, la Comunidad de Madrid ha programado una serie de actividades que pretenden recordar hechos que (ahora sabemos) nunca sucedieron: películas que nunca se filmaron, fotografías que nunca se revelaron, canciones que, con total seguridad, jamás se grabaron. En fin, versiones malvadas y ficticias de algo inexistente que debemos denunciar, cuanto menos, por higiene neurobiológica. Los actos se agrupan bajo el pretencioso epígrafe de LA MOVIDA (más información en 2www.madrid.org (madrid.org)2:http://www.madrid.org/, tel. 012 y lamovida@madrid.org), y es mejor que alejen a los niños y a los sociólogos de su perniciosa influencia, porque el mundo ya está lo bastante jodido como para salpicar a los pobres inocentes con bromas nefastas y funestas.
¿Un grupo de rock castizo que se levanta sobre los escombros (metafóricos) del expresionismo alemán cinematográfico y de la inconsistencia poética de “La matanza de Texas”? ¿Un cantante visionario, políticamente incorrecto, que mezcla en su batidora las baladas movilizadoras de Ernst Jünger, la locura de Foucault y las voces hogareñas de Vainica Doble? ¿Estatuas en el Jardín Botánico? ¿Cámaras asesinas? ¿Monjas drogadictas? Falso, todo falso, y el que diga lo contrario miente. Todos los nombres que figuran citados en exposiciones, conciertos, mesas redondas, etcétera, son absurdos, infundados. Han usurpado identidades inexistentes de una pesadilla que no sobreviviría ni en el peor programa de la televisión española. ¿A principios de los años 80’, dicen? José Tono Martínez, insigne filósofo de la escuela del Instituto de Ciencias Desconocidas de Londres, escupió en su día la prueba definitiva que demuestra que estamos ante un intento fallido y que todos los que juegan a este maléfico juego son unos estafadores: “Si viviste los 80’ y te acuerdas es que no los viviste”. Así que, ya saben, desconfíen de todo este montaje. No hay manera humana de volver a un tiempo imposible, inefable, desconocido. Y toda ilusión de acercamiento es como una nube a punto de desaparecer en el cielo. ¿La década de los 80’, dicen? O no estuvieron allí o todos mienten.
2006-11-30 15:08
Siempre pensé que ensalzar una etapa basada en obras de una pobreza general bastante acusada y que eran creadas en un ambiente que ensalzaba el alcohol y las drogas como estado de vida era bastante lamentable.
2007-01-06 13:44
Por supuesto que la Movida existió, pero para darse cuenta de ello había que vivirla. yo la viví y puedo asegurar que afortunadamente lo recuerdo y lo recordaré siempre, no episodio por episodio , ojalá pudiera y escribiría un libro lleno de anécdotas, pero si el sabor que tenía entonces la vida nocturna, el panorama musical, los muchísimos conciertos en la Escuela de Caminos o Rock-Ola, las batallas callejeras entre rockers y mods. Todos éramos una especie de gran familia unida por un mismo deseo:liberación. Transgresión. Gracias a esos años se abrió una nueva forma de vida para la juventud actual, que ahora puede vestir como quiera, llevar piercings o el pelo de colores, tatuajes, salir por la noche, etc…sin ser considerados delincuentes, como nos ocurría entonces…Fuimos vanguardia y me siento muy orgullosa de haber vivido aquella etapa y saber que puse mi granito de arena para lograr la libertad que todos disfrutan ahora, aunque ya sin el toque mágico que tenía antes de ser privilegio de unos pocos elegidos, que se eligieron a si mismos para nadar contracorriente.
Comprendo que haya gente que la ignore y diga que no existió como tal:la gente que se quedó al margen pasó por aquellos años como quien pasea por Paris con los ojos cerrados…Lo siento por ellos…M
2009-05-28 18:59
Por lo que puedo leerte, te recomiendo, y muy vivamente, un libro que acaba de salir que se llama Treinta y siete minutos en el atasco. Trata de aquellos años, con el incendio de la discoteca Alcala 20 como fondo. Un tipo de literatura emocional muy moderna y muy cercana, que nos traslada a los años en que la mayoría de este pais teníamos 20 años. Es de una tal Macarena Márquez y la editorial, eso sí lo recuerdo por la diosa… es Hera ediciones. Yo lo he tenido que pedir en la librería, me lo han recomendado y yo a ti. Viva la movida madrileña y todos los que la vivimos. Un abrazo y enhorabuena por tu blog. Carlos.
2009-05-29 12:16
Gracias por la información. Buscaré el libro de Macarena Márquez. Ahora, por diferentes motivos, estoy trabajando temas relacionados con aquella época, y con la cultura de masas en general. Echaré un vistazo también a tu blog. Gracias de nuevo.
2009-06-02 12:28
Hay un blog en la coctelera en el que hablan del tema. Un saludo.
http://mr-raymond-cricket.lacoctelera.net/post/2009/05/23/treinta-y-siete-minutos-el-atasco