Kliong!, a razón de cada martes, se encargará de desmenuzar el mundo del tebeo y del cómic desde una perspectiva que llama a la rotura y al trompicón. Kliong tiene más que ver con una olla que cae por torpeza que con un arrebato o un golpe, aunque a buen seguro no saldrás sin moratones.
Hace poco aprendí que los afectos hacia una identidad nacional en la cual reconocerse provienen de una fisura, de una confrontación entre lo heredado y la experiencia personal. Esa fisura es, también, el lugar donde se enfrenta lo real con lo imaginario. Aunque lo cierto es que la identidad también se construye de enciclopedias y de folklore, de recuerdos ajenos avivando a las trampas de la memoria y del sueño como territorio pleno de libertades. Incluso en los ámbitos que tocan a los nacionalismos más inoperantes hay más que la simple búsqueda de proteínas. Vamos, que no se trata de mera supervivencia. Así, tanto el terreno de las certezas como el de la pertenencia se corresponden al ámbito de lo imaginario en cuanto se mezclan con lo re-citado. Esto, aunque en orden inverso, me ha recordado la lectura de El ángel de la retirada, tebeo recientemente editado por Bang Ediciones, que dibuja Paco Roca y que guioniza Serguei Dounovetz.
De ese empeño el tándem sale victorioso, por más que el trademark Guerra Civil sea recibido con ceño fruncido o como noción innecesaria en los márgenes de la juventú actual, pero tampoco es ahí donde está el interés en esta obra. El interés recae en la formulación de la identidad como contingencia respecto a un tiempo y a un espacio concreto, como relato que nos precede con forma de mito porque vuelve sobre sí para ser siempre el mismo y manifestarse, siempre, de manera diferente. En este caso se manifiesta a modo de sueño lúcido que se recompone de los elementos que poblaban la paz de la protagonista. Elementos que se revelan para dotar al relato de un sentido que revienta la contigencia de la identidad nacional. Hablamos, entonces, de un tebeo que subraya la importancia de la conciencia histórica al tiempo que la resuelve en base a elementos propios del género fantástico, con un amplio y grato mapa de sensaciones donde las constataciones, las valoraciones, los silencios y las extrañezas significan. Bravo.