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Kliong! por Carlos Acevedo

Kliong!, a razón de cada martes, se encargará de desmenuzar el mundo del tebeo y del cómic desde una perspectiva que llama a la rotura y al trompicón. Kliong tiene más que ver con una olla que cae por torpeza que con un arrebato o un golpe, aunque a buen seguro no saldrás sin moratones.

Es posible conseguirlo todo de un modo mucho más sencillo

A veces no sé si es que estoy muy a mis cosas o qué, pero el caso es que continuamente tengo la sensación de que me estoy perdiendo de algo. Aunque ésta vez no sé si es que de verdad me lo he perdido, o es que el ya típico meme ese de “mira tú qué importante son los tebeos, tanto que hasta los ponen en un museo” no ha sucedido. Me refiero a una fantástica expo en la Tate Britain que llevaba por nombre Rude Britannia: British Comic Art, de la cual hemos sabido gracias a los papelotes y su tendencia latente a informar sólo sobre lo que pasa fuera. Al menos en cuanto a cultura. O al menos cuando en la cultura lo que importa es todo menos el pintoresquismo. Uhm. Perdón, me disperso.

El caso de la cosa es que estoy profundamente desconcertado con esta ausencia de eco, a pesar de que entiendo que esto podría tener que ver con que a) la expo se compone, también, de otros medios y formatos y que, quizá, no sé, b) el único hilo conductor de la expo es el carácter irreverente del humor. Algo que parece no gustar demasiado a los que hablan de tebos. Ahora, una pregunta que me atenaza desde que me enteré de lo que pasaba en el Tate: ¿Se imagina –sí, avispado lector, a usté le hablo – qué hubiera pasado si la expo contenía algo relativo a Chris Ware? Imagine que en una expo sobre Diseño Gráfico se exponen dos cositas de Chris Ware. ¡Comitivas de autocares y colchones inflables para no perderse la expo, oiga!

Uhm. Igual me he pasado. De hecho, es posible que gracias a este último comentario usté me tilde de tendencioso, estimado lector, pero no. Lo que me enerva, lo único que me enerva de todo esto, es el silencio sostenido acerca del humor gráfico como parte importantísima de lo que es el cómic. De hecho, sino entiendes el humor, la formulación del humor, es casi imposible entender a Chris Ware porque significa no entender a sus referentes directos. En fin, que al humor gráfico se le trata como si no tuviera conexión con el cómic….

Pero eh, cuidao, que siempre hay alguna excepción. Sin ir más lejos, una de ellas es el estupentástico y fantabuloso catálogo de la Expo sobre Manel Fontdevila: Retrat del Cronista. Un adminículo con páginas, maleable y variopinto, donde es posible advertir, incluso desde una hojeada rápida, un interés en posicionar la labor de este estupendo humorista sin excusas culturetas ni monsergas.

El volumen, de hecho, se revela dueño de una cantidad de contribuciones sumamente llamativa porque trasciende contextos y ámbitos de contingencia y supervivencia: transcurre a medio camino entre la loa sin freno y la descripción del contexto del autor; entre el homenaje de amigos y vecinos y el approach crítico a la obra de Fontdevila. Pero, sobre todo, entre las solapas amarillas de este volumen lo que más valor tiene es el retrato de la genésis y el desarrollo de una obra que hoy a primera hora se entiende madura y consciente de su valía.

Y es ahora cuando debo asumir que gracias a este volumen redescubro una obra cuyas Claves de Continuidad Conceptual trascienden por mucho el aspecto humorístico. Claves de Continuidad Conceptual que funcionan en cualquier registro, incluso en el coloquial, y que se proponen como material de estudio exhaustivo gracias a ubicarse más allá del sometimiento a un único resorte narrativo. Fontdevila es tan buen humorista que no le hace falta construir una punch-line para demostrar su incontestable talento. Y de su uso portentoso de los lápices y de la tinta hablaremos en otra ocasión.

Como colofón, debo repetirme. Mientras leía, y miraba, atentamente los santos de este catálogo descubrí a un autor que hoy se enfrenta a un ámbito de madurez artística que no se suele adjudicar a humoristas y chistolaris. El caso, mira tú por donde, es que a Fontdevilla se lo han reconocido y de hecho este volumen así lo demuestra. Sin monsergas, chuminadas o meadas fuera de tiesto porque, al igual que la expo británica, la iniciativa que viene de Manresa tiene como eje Su Obra Completa. Sin omitir nada. Y ahí la única posición posible es la de agradecer, porque en ella todas las loas a Fontdevila se contienen entre sus piezas, porque se contrastan y responden como una totalidad. Bravo.

Carlos Acevedo | 14 de septiembre de 2010

Comentarios

  1. Sir Sayco
    2010-09-14 21:56

    Nada es imposible….


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