Kliong!, a razón de cada martes, se encargará de desmenuzar el mundo del tebeo y del cómic desde una perspectiva que llama a la rotura y al trompicón. Kliong tiene más que ver con una olla que cae por torpeza que con un arrebato o un golpe, aunque a buen seguro no saldrás sin moratones.
Si bien es cierto que la sentimentalidad que exhuda el volumen que ha tenido a bien editar Apa-Apa Cómics no se resuelve como en la mayoría de la obra de los autores de su generación, sí que hay un punto en común: un dejo que apunta a lo metafísico, que trasciende el costumbrismo al tiempo que juega con un paisaje más ligado a la fábula y al retruécano cercano a la moraleja. En ese sentido, Sally reformula lo que Craig Thompson llevó a cabo espléndidamente en Blankets, pero no a partir de las propiedades físicas del formato sino, más bien, en cuanto a sus características narrativas. Es, entonces, la idea de la muerte es la que transita más claramente en este Reincidente de Sally, el cuál no deja en ningún momento de formular una realización ligada más que nada a las formas de la narración que a la narración en sí, elaborando un complejo sistema de valorizaciones donde la muerte juega un rol alegórico que entiende a la muerte como cambio y al rito como resolución de las tensiones.
Reincidente se nos presenta, entonces, como una pista de pruebas en cuanto a la adecuación de la musicalidad en el cómic, a pesar de que, por momentos, no resuelve la necesaria cuestión temporal y evoca mucho más de lo que provoca. Pero tampoco nos vamos a poner espléndidos. El logro, enorme , es que Sally logra afianzarse en los resortes narrativos del tebeo para lo que él quiere contar, que no es otra cosa que la formulación de las sensaciones a partir de los roles. De allí, de esa meditación sobre los roles, el flirteo con el conspiracionismo pasado por agua y la renuncia constante. Porque si de algo nos habla la muerte, es de renuncia. Reincidente es, entonces, una formulación de los roles y su continua mutación abordados a partir de 6 historias que, si bien muestran sus flaquezas al abordarlas de forma unitaria, en conjunto ganan puntos en cuanto a lo que evocan. Porque, precisamente, lo musical va de eso. De evocar.
2009-12-23 14:31
Te ha gustado poco ¿eh?
2009-12-23 14:41
Más que no gustarme me ha costado, pero no porque la formulación fuera difícil sino porque no sé como encajar un reloj que pone “demasiado tarde”.