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El mundo gira sobre un eje podrido por Alber Vázquez

Alber Vázquez es escritor. “El mundo gira sobre un eje podrido” es una columna de opinión que se publica todos los lunes y que alberga como firme propósito convertir a este planeta en un lugar más habitable donde los hombres y las mujeres del mañana puedan compartir su existencia en condiciones igualdad y justicia. Estamos seguros de poder lograrlo. El mundo gira sobre un eje podrido dejó de actualizarse en abril de 2008.

Dame las drogas y te traeré la gloria

Hay dos tipos de ciclistas: los que se ponen hasta las cartolas y los que se ponen hasta las cartolas y les trincan. No hay más. Y el que diga lo contrario, miente como una puta.

El caso es que por alguna razón misteriosa que a mí se me escapa, todo Dios prefiere fingir y mirar para otro lado: hacer como que no. La épica se consigue con las venas limpias y un inmaculado afán de victoria. Eso es, oficialmente, el ciclismo: un buen montón de chavalotes sanos a más no poder que entrenando duro, comiendo carne de vacuno gallego y bebiéndose un buen vaso de leche todas las noches, consiguen hilar gestas más allá de lo sobrehumano. Se te eriza el vello del cogote al leerlo, ¿a que sí?

Pues no, pero nosotros nos lo creemos, porque aquí somos así. Aquí nos mola la épica y tragamos con carros y carretas muy a pesar de ese parroquiano tocahuevos y amargaetapas, por lo general con una copa de más, que habita el hostil ecosistema del bar a la hora de la partida: que si este año Valverde no va porque le han quitado el chute, que si Zubeldia antes sí pero ahora ya no tanto, que si Mayo se viene abajo a partir de la segunda semana, etcétera. Con estos ojitos que se ha de tragar la tierra, este servidor ha visto cómo a tipos así los sacan a empellones del establecimiento. Porque aquí somos todos devotitos de Fulano y tú no vienes a amargarnos la fiesta. Borracho. Cantamañanas. Y así.


Foto (cc) John Spooner. Axel Merckx en el prólogo del Tour de Francia 2007.

La verdad es una y sólo una, las cosas claras: nadie va más puesto que un ciclista. Ni siquiera los miles de aficionados patrios que atestan y apestan las carreteras del Tour cuando este atraviesa los Pirineos. Que ya es mucho decir, oiga. ¿Y por qué? Porque el ciclismo se hace a partir de drogas, cuantas más mejor. Si no, ¿de qué? Que se ofendan todos los que quieran, que se echen a llorar o que se rasgue las vestiduras hasta el último mecánico del equipo más modesto: sin drogas, no hay ciclismo. A misa con esto.

Y ojito, que no hablo sólo del ciclismo profesional, que a fin de cuentas, lo practica la gente para poner el pan encima de la mesa. Me refiero también al deporte aficionado, a esos cientos de chavales que se juegan todo a una carta para destacar y conseguir que alguien les eche el ojo encima y les pase a profesionales. Esos también se ponen. Que lo sé de buena tinta. Vale, igual no se ponen todos, pero sí muchos. Sí todos los que lo consiguen. Porque conseguirlo e ir puesto, son sinónimos deportivos. Un gran vaso de leche no es suficiente. Donde esté un buen camello, que se quiten mil vacas.

De manera que convendría ir dejándonos de monsergas, de idioteces y de mojigaterías. Hay que llamar a las cosas por su nombre y si queremos espectáculo del bueno, debemos permitir que los ciclistas se droguen todo lo que puedan. Es decir, tenemos que permitir que las cosas sigan como están, pero sin hacer como que no están como están. Cuando lo están. Porque lo están. Digan lo que digan, se indignen lo que se indignen, lo están.

El ciclismo ha de convertirse, para sobrevivir, en algo similar a la lucha libre mexicana: en un teatrillo para echarnos unas risas. ¿Que podemos creernos que todo es épica y pundonor? Pues sí, que cada uno se crea lo que quiera. Como en la lucha libre mexicana, dicho sea de paso. La fantasía es necesaria para vivir y en estos perros tiempos que nos ha tocado, más que nunca. Yo también pienso a veces que Sharon Stone me llama por el portero automático para ver si me voy a tomar unas copas con ella.

Pero lo que a mí me parece obsceno e intolerable es toda la doble moral que envuelve la gesta. Si toman drogas, pues que las tomen. Si nosotros hemos venido a pasar el rato. ¿Qué más dará? Que las tomen, por el amor de Dios, cuantas más, mejor, y que suban montañas y montañas hasta reventar. ¿Que damos un mal ejemplo a los chavales? Sí, es cierto, damos un mal ejemplo. No seré yo el que ponga por escrito que tomar drogas está bien. No, niños, no, las drogas son malas, malísimas, y se te comen las neuronas. Pero cuando se toman, hay que decirlo: se toman. Y los ciclistas las toman.

Debemos afirmarlo abiertamente y admitir que los ciclistas son gente chunga. Gente tramposilla que hace todo lo que está en su mano para ganar. Ganar a cualquier precio y sin respeto alguno por el nota que pedalea al lado. Ese, que se joda. Cuidadín que no te pillen, nada más. Y si te pillan, negarlo todo y hasta desgañitarte. Esas son las dos instrucciones básicas.

Puede que las drogas sean malas. Puede que sí, no lo sé. Yo sólo tomo un vasito de vino con las comidas, y porque lo recomienda la dieta mediterránea. Pero de lo que estoy seguro con absoluta certeza es de que mentirse a uno mismo está fatal. Y mentir a la chavalería, ya ni te digo. “Si estudias mucho y te sacrificas mucho, estará en tus manos conseguir lo que te propongas en el mundo; mira, si no, los ciclistas”. Ya, pues no, porque siempre habrá un listo haciéndose el listo que te pasará por encima. Y tú con el vasito de leche en la mano y una mueca idiota en mitad del rostro.

Alber Vázquez | 30 de julio de 2007

Comentarios

  1. Rumba
    2007-07-30 11:19

    Pues para empezar un comentario pelín crítico.
    Estoy de acuerdo en que en el ciclismo hay doping, y que eso evidentemente es malo, malísimo.
    Pero no creo que haya más que en cualquier otro deporte, o sino que alguien me explique cómo se puso Gasol de cachas cuando llegó a la NBA; se están cebando con el ciclismo.
    Además da la sensación de que con meterse algo ya está, puedes ganar el tour de Francia sin sudar la camiseta, y no, hay que entrenar y mucho, todos los días (TODOS).
    Yo soy de las que piensa que cuando el “deporte” llega a límites tan elevados deja de ser deporte porque sobrepasa los límites humanos, eso ocurre en la mayoría de los deportes de élite.
    ¿Por qué nadie habla de las niñas de gimnasia artística o rítmica de 15 años que en épocas de competición sólo comen un yogur y desnatado? Cómo luego pueden hacer lo que hacen? No lo entiendo. Por no hablar de lo que les dan para que no les baje la regla en los días de campeonato, INHUMANO.

  2. Camilo
    2007-07-30 12:01

    Pues yo siempre he creído que Induráin se preparaba con una estricta dieta a base de cuajada para machacar frenceses en los Pirineos. No venga usted ahora, señor Vázquez, a decirme que mis ídolos tienen pies de barro y me van a poner el suelo perdido.

    Y de la gimnasia rítmica mejor no hablo, que me pongo muy burro y creo que es delito.

  3. Baquis
    2007-07-30 14:07

    ¿Como que no se droga usted señor Vázquez? ¿Y la aspirina o el ibuprofeno, o el paracetamol imprescindibles para el dolor de cabeza? O el jarabe para la tos, el almax para la acidez y la resaca, siempre acompañado de su buena cervecita, que en cuestion de resacas la solución es la misma que con los antidepresivos, ir eliminándolos – si es que el usuario así lo decide – de a poco. Y de vez en cuando, o de manera continuada un buen somnífero que ha veces hay que dormir.
    Todos nos drogamos. Las drogas forman parte imprescindible de nuestra vida. ¿De qué nos sorprendemos, nos enojamos o nos rasgamos las vestiduras entonces?
    En cualquier deporte profesional, para que te paguen tienes que ser el mejor, o al menos estar entre los mejores y, como bien sugiere usted señor Vazquez, los mejores lo son porque van hasta las orejas, pues adelante dejémonos de purismos y pendejadas.
    That’s entertainment!! y no otra cosa.

    Saludos

  4. pessoa6
    2007-07-30 17:09

    Te has pasado unos puertos. Si se trata de epatar, perdón por el galicismo, vale, pero no se debe meter a todo el mundo en el mismo saco. Sobre todo porque se desconocen los hechos. Es hablar por hablar. Cuando se desbarra de esta manera hay que apoyarse en algo sustancial y no en conjeturas. Hace daño a mucha gente que disfruta con un deporte maravilloso. Punto.

  5. joseluis
    2007-07-30 20:18

    Pessoa6 : ¿... y punto? Pues no, señor, y punto y coma.

    Que el tropel de ciclistas endrogados se ha hecho evidentísimo en los últimos años. Pronto la noticia será de alguno que, controlado, resulte sin más droguerío que la aspirina de ayer por la tarde. Del cursi “serpiente multicolor” que se decía antes, a la “serpiente de drogatas bajo anuncios” del hoy.

  6. Luc
    2007-07-30 21:04

    ¡Qué horror! Las cosas que pasan en el primer mundo…

    El señor Alber se droga con Pacharán. Yo lo ví.

  7. Alber
    2007-07-31 22:21

    Mayo, positivo.

    En cuanto a lo del parachán, lo niego rotundamente y solicito contraanálisis.

  8. Marcos
    2007-08-01 11:48

    Alber, te has pasao tres pueblos…

    1. Presunción de inocencia
    2. Si dejamos que todos se droguen, ganará el que mejor se drogue (el que tenga un equipo con más pasta para pagar mejores científicos).
    3. Tus deseos para con Sharon Stone son realmente humildes, ridículos incluso; para tomar una copa puedes desear a alguna del cine español, hombre.

    Saludos

  9. Alber
    2007-08-01 12:04

    ¿Presunción de inocencia? Yo no les acuso de nada delictivo. Lo de que tomen drogas a mí me da igual. Lo que yo critico es la hipocresía inmensa que rodea este deporte. Un ejemplo: si tienes un nivel de 49 por ciento de hematocrito en sangre, eres un tío fenomenal y los niños quieren hacerse fotos contigo. Si tienes un 52 por ciento de hematocrito en sangre, eres un apestado y te repudiamos. Eso le pasó a Pantani hace unos años. Acabó suicidándose.

    “Si dejamos que todos se droguen…”. ¡Ya dejamos que todos se droguen! Yo lo que pido es que nos dejemos de mojigaterías y que llamemos a las cosas por su nombre. Iban Mayo era el héroe de todos los niños vascos hasta anteayer. Ahora es escoria y como vuelva por el País Vasco, lo sacamos a gorrazos.

    Mis deseos para con Sharon Stone son realmente turbios, te lo aseguro. Pero no los pongo aquí por escrito para que no venga el juez del Olmo y nos secuestre el web. Ha sido un gesto de responsabilidad.

  10. Eps
    2007-08-09 13:02

    El deporte es la religión de nuestros días, una religión tan falsa e hipócrita como todas las demás.

  11. Marcos
    2007-08-09 13:15

    [Se me pasó este comentario tuyo, Alber]
    Estoy de acuerdo contigo, pero el asunto es complejo porque hay mucho dinero de por medio. Si yo me pongo hasta las cejas de drogas para ir a correr 5 kilómetros alrededor de mi casa, pues no pasa nada; si lo hago para ganar una carrera en la que el premio son sesenta mil euros, pues estoy estafando; si, pero que no sea una estafa, permites que todos los que corren se droguen, entonces ganará el que pueda pagar al mejor químico, y además perderá todo sentido el deporte (si es que no lo ha perdido ya) de competición, y podría ser sustituido definitivamente por robots.

    Saludos

  12. Alber
    2007-08-09 13:41

    Hay deportes y deportes. En algunos, disponer de alguna habilidad técnica es crucial. Por ejemplo, el fútbol o el tenis. Ya puedes tomar todas las drogas que quieras, que así no te convertirás jamás en Ronaldinho. Para ser Ronaldinho, tienes que nacer Ronaldinho.

    Pero hay otros deportes que dependen exclusivamente de la fuerza. El ciclismo es uno de ellos. El atletismo es otro. Yo soy corredor de fondo, así que algo puedo hablar del tema. Sé perfectamente que tengo un techo. Mi techo humano que es infranqueable por mucho que entrene. Y sé que tomando drogas, puedo traspasar ese techo. En mi caso, no me compensa, porque yo corro dos o tres pruebas populares al año y ya me quedo contento. Pero, ¿y si fuera profesional? Pues muy probablemente tomaría drogas. Las tomaría siempre buscando el límite para no dar positivo, que es lo que hacen todos. Moverse en el límite es lo normal en los deportes de fuerza: porque te juegas literalmente tu carrera si no lo haces.

    Espíritu deportivo tengo yo. Yo y los que como yo practican deporte por el simple placer de practicarlo. Lo demás es un engañabobos.

  13. Marcos
    2007-08-09 13:52

    Ya no sé si estamos en desacuerdo o no. Creo que no. El asunto ahora está en si acabar con el deporte profesional (voto porque sí) o regularlo; si se mantiene, hay que regularlo, y por eso hay que poner límites al dopaje: 50% de hematocrito no, 51% sí; pasa con todas las cosas. Para conducir puedes beber una caña, pero si te tomas dos y te cogen en un control antidopaje de tráfico, la cagas.

    Y hombre, creo que, en el ámbito profesional, en todos los deportes (en unos más que en otros) juega la técnica; en ciclismo desde luego; no hay más que oír la cantidad de cosas raras que dicen los comentaristas de cómo hay que situar el cuerpo, la cabeza, darle a los pedales en las cronos.

    Saludos


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