Alber Vázquez es escritor. “El mundo gira sobre un eje podrido” es una columna de opinión que se publica todos los lunes y que alberga como firme propósito convertir a este planeta en un lugar más habitable donde los hombres y las mujeres del mañana puedan compartir su existencia en condiciones igualdad y justicia. Estamos seguros de poder lograrlo. El mundo gira sobre un eje podrido dejó de actualizarse en abril de 2008.
Yo, como millones de pobres seres indefensos sobre la faz de la Tierra, fui educado en el catolicismo, religión estúpida, majadera y mema donde las haya. Es lo que había y tocaba lo que tocaba, qué le vamos a hacer. Mis viejos me enviaron a un colegio católico y como todavía Franco andaba por ahí, los curas hacían de su capa un sayo. Los muy cabrones.
Por suerte, luego, con lo de la democracia, a los curas les empezó a ir mal, lo cual, mira tú, hace que no quepa en mí de gozo. ¿No insistían en aquello de que no había que desear el mal a nadie? Pues toma dos tazas, por capullo y por sátrapa. A mí eso me coincidió con la adolescencia y, tras arduas sesiones de estudio e interminables horas de reflexión y recogimiento, decidí adoptar el método científico. En consecuencia, me alejé de la superstición católica y de toda su monserga corolaria.
Y en esas he andado, mal que bien, hasta estos días. A los curas nunca los he perdido de vista, por lo que de peligroso tienen. Y los curas españoles, más todavía. Como todo el que tiene dos dedos de frente, yo sé que la Conferencia Episcopal Española es una organización de ultraderecha cuyo único interés es controlar lo que hacemos, lo que pensamos y lo que sentimos. Cualquier cosa antes que dejar que la gente viva la vida en paz. A las pruebas me remito: si hay algo de bueno en el mundo, ellos están, indefectiblemente, en contra. Contra la investigación con células embrionarias, contra el divorcio, contra el sexo homosexual, contra el sexo heterosexual, contra las familias no tradicionales, contra la libertad de pensamiento, contra los valores laicos, etc. Son tan hijos de puta que hasta en las últimas elecciones se permitieron el lujo de señalar a qué partido debía votar un buen católico. Sólo les faltó añadir que quien no se sacara el carné del PP, incurría en pecado mortal e iría derechito al infierno.
Total, que a cuenta de la memez esta del catolicismo, más de uno y más de dos vive a cuerpo de rey sin pegar un palo al agua. El estado, o sea, cada hijo de vecino que en España paga impuestos, mantiene a los católicos. Incluidos, por supuesto, aquellos que, como yo, marcan la casilla de “para otros fines de interés social” en su declaración de la renta. Un sostenimiento realmente voluntario de la Iglesia Católica sería ofrecer (uno) la posibilidad de dar el tanto por ciento de tus impuestos para dicho sostenimiento u ofrecer (dos) la posibilidad de no dar nada a nadie y quedarte tú con ese dinero en tu propio bolsillo: eso es un sostenimiento voluntario; quien quiere da y quien no quiere, no da.
Y voy yo y me digo: Si a mí el ateísmo no me soluciona nada. Si esto del método científico está de perlas, pero no da de comer. Si yo lo que quiero es vivir sin trabajar, como los jerifaltes de cualquier religión de medio pelo. Así que me puse, con todo mi ímpetu, a hacerme religioso. Y yo, bromas aparte, cuando me pongo a algo, me pongo.
Estuve mirándome la posibilidad de volverme de nuevo católico. Por comodidad, más que nada. Sigo pensando que Jesús era un esquizofrénico que, con la medicación adecuada, podría haber llevado una vida más o menos normal, pero convertirme de nuevo al catolicismo me ahorra el trabajo de aprenderme toda la patraña completa porque ya me la sé desde pequeñito. Pero me daba como cosa… Son tantos años despotricando que ahora renunciar a todo lo dicho da una pereza bestial. Como que no compensa.
Luego pensé en hacerme musulmán, religión en auge donde las haya. Pero entre que no está muy bien vista, que hay que estudiar una barbaridad para ser un buen creyente y que si a mí me quitan el chorizo me hacen un hijo de madera, pues decidí que tampoco.
¿Qué quedaba? Los budistas, los maoístas y todos esos que, en esencia, son unos mingafrías. Antes me tiro por un barranco que volverme zen. Por estas.
Entonces, cuando ya desesperaba, descubrí la Iglesia del Nota del Último Día. Desde el principio, me sentí atraído hacia ella. Yo, lo reconozco, ya era seguidor de El Nota desde el mismísimo día en que supe de Él y, a mi manera, creía en Su mensaje y en Su forma de ver el mundo. Pero saber que hay más gente como yo en otros lugares del mundo y que, ¡por fin!, estamos organizándonos para imponer nuestra fe en dirección a los cuatro puntos cardinales, me llenó de gozo y de alborozo. Todo a una.
¡Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor! Y fui, amigos, yo fui. Fui y vi a El Nota y El Nota me dijo que yo era uno de sus elegidos y que, aunque al principio los tiempos serían duros, advendría una época de loor y felicidad universal. Y muchos porros para todos.
Total, que me he convertido al notaísmo y, tras seguir el precepto oportuno, he sido ordenado sacerdote de la Iglesia del Nota del Último Día. Espero que, de ahora en adelante, se me dé el trato correspondiente. Soy, amigos, un cura. Y ojo, que yo soy de la vieja escuela y no pienso aguantar una sola broma con esto: si tu religión patrañosa merece todo el respeto del mundo (y las subvenciones correspondientes), mi religión patrañosa merece el mismo respeto (y, desde luego, las correspondientes subvenciones).
Creo en El Nota y quien se ría del notaísmo, blasfema. Perseguiremos con contundencia a todo aquel que mancille Su nombre. Perseguiremos con saña a los impíos que se nieguen a hacer, sentir y pensar lo que nosotros decimos que deben hacer, sentir y pensar. Porque esto es una religión hecha y derecha y como toda religión, sus leyes son las suyas y son particulares, únicas, infalibles e indiscutibles. Son, en suma, dogmas. Y los dogmas no se discuten: se acatan. De momento, podéis hacerlo de forma voluntaria. Pero en cuanto hayamos tomado el poder, terminaréis haciendo lo que nosotros digamos. Por las buenas o por las malas.
Paz, amor y bolos.
2008-03-24 11:19
¡Felicidades, Monseñor!
2008-03-24 11:29
Sólo una cosa: no entiendo la traducción que das de “dudeism”... los diccionarios que manejo no dan nada parecido. De paso, podrías, como sacerdote, abrir una sucursal en español.
Saludos
2008-03-24 11:52
Vea “El gran Lebowski” , señor Marcos.
2008-03-24 12:06
Ya. Está, desde hace tiempo, entre mis “tareas pendientes que no sé porqué demonios no realizo”.
2008-03-24 12:09
Propongo que intentemos solicitar por vías oficiales la misma financiación para el pastafarismo y el notaísmo que reciben otras religiones. (Si un día se me cruzan los cables me pongo a buscar información sobre cómo hacer la solicitud.)
2008-03-24 12:31
“...Cuente tero, cuente tero…” (Cubillo dixit) y nosotros acatando (Que no atacando) los dogmas…
¡ Qué tiempos, Hermano Policarpo !
2008-03-24 12:48
A ver, Alber, ¿tú ahora eres priest o minister de la iglesia dudeist esa? Porque ya me has hecho un lío. Por cierto, tenéis que renovar un poquito la línea de ropa… muy uniformadita la veo yo, ¿no?
Dogmas, dogmas… ¿dogmas de fe? Hombre, fe en la duda sí que hay, de todas todas. Pero en eso coinciden todas las religiones, ja.
Bueno, yo me quedo con la católica (depurada), que no he visto yo que en esta ofrezcáis un más allá mejor ni un más acá mejor ;-)
Un beso.
>>Pero en cuanto hayamos tomado el poder, terminaréis haciendo lo que nosotros digamos. Por las buenas o por las malas.
Hay que ver, te dan un título de sacerdote y ya estás como todos… con el palo y amenazando. Zambombo.
2008-03-24 14:32
No se porque leyendo este articulo no puedo quitarme de la cabeza a Chris por la mañana de “Doctor en Alaska” y su ordenación mediante un anuncio aparecido en la revista “Rolling Stone”. ¿Sería la misma iglesia?
Había otra muy buena pulla sobre la religión. En un episodio Holling quiere circuncidarse porque a Shelly le parece curioso que su “cosita” tenga como “un jersey de cuello alto”. Fleischmann no quiere hacerlo porque no hay razón médica para ello. Cuando Holling le dice que precisamente él como judío debería ser mas sensible al tema, Joel le dice que en su caso “estaba en el contrato”, pero que se niega a hacerlo a otro por capricho…
Perdon por la digresión, siempre he sido una fan terminal de esa serie…
2008-03-24 19:16
Este rollo sobre la religión católica y las alternativas que se proponen me recuerda mucho a las actividades del mundo editorial o empresarial. O a las diferencias entre escritores luchando por posicionarse en el mercado.
Cuanto más atacan a la Iglesia Católica más se parecen a ella. ;)
2008-03-24 20:04
El Nota!
Sí claro, si de un libro hacen una religión, ¿por qué no se va a poder hacer una religión de una peli?
Además, en los dos casos, la historia es puta decadencia y patetismo, pero claro, con el Nota te echas unas buenas risas, hasta casi que te sientes identificado…
Por cierto, añado un artículo del escritor Victor Moreno. Imperdible, como casi todos sus artículos en prensa: http://www.gara.net/paperezkoa/20080321/68776/es/Modesta/proposicion/
2008-03-25 00:49
Las religiones son el opio del pueblo; pero la Nota es su bitacora.
El Altisimo, sacratisimo Nota, no permitira que las mujeres sean de mala Nota.
El Ser Supremo Nota autorizara a sus apostol Alber, santo varon, a ponerte buena o mala Nota de conformidad con tu comportamiento. Se bueno.
IGLESIA DE LOS ULTIMOS DIAS DEL DULCE de LECHE
2008-03-27 19:02
gringo.
2008-11-05 23:47
Amén