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El mundo gira sobre un eje podrido por Alber Vázquez

Alber Vázquez es escritor. “El mundo gira sobre un eje podrido” es una columna de opinión que se publica todos los lunes y que alberga como firme propósito convertir a este planeta en un lugar más habitable donde los hombres y las mujeres del mañana puedan compartir su existencia en condiciones igualdad y justicia. Estamos seguros de poder lograrlo. El mundo gira sobre un eje podrido dejó de actualizarse en abril de 2008.

Bernat Soria y la Inquisición Española

Antes era costumbre asumida otorgar cien días de tregua a los políticos antes de empezar a darles leña: juraban el cargo y se entendía que había que procurarles algo de tiempo para que pusieran sobre el escritorio la foto de los niños y se leyeran los expedientes pendientes. Ahora ya ni eso. A degüello, que, total, son escoria. ¿Que no? Pues mira tú la iglesia católica española, que ha comenzado a sacudir al nuevo ministro de Sanidad del gobierno de España, Bernat Soria, al día siguiente de tomar posesión de su cargo. Todavía no le habían explicado dónde estaba la máquina de café y los cabrones de los curas ya le estaban condenando a lo hoguera: por inmoral, por impío y por hijo de puta. ¿Es un ministro de un gobierno al que la gente le ha votado mayoritariamente? Nos la suda: tú ardes en la hoguera, por estas.

Y todo por un quítame allá unas células madre. Por un quítame allá una investigación con embriones. Nada más que por eso. Y por poner en cuestión un sistema de poder basado en la superstición y en la mentira podrida, claro.

Centremos el asunto: Soria, y la inmensa mayoría de la comunidad científica mundial, es partidario de que se experimente con embriones humanos. Es lo que el sentido común, además de la ciencia, dicta. Investigar para así, hallar la cura de enfermedades horribles.


Foto (cc) babasteve. Aquí pone “haced el bien” y no “comportaos como unos hijos de puta asociales”.

Me gustaría dejar claro de qué hablamos. Aquí nadie, repito, nadie, está pensando en abrirle la tripa a una embarazada para hurgar en ella. Me siento estúpido escribiéndolo, pero creo que es necesario hacerlo porque a mucha gente eso de los “embriones humanos” le produce respeto. Voy a citar un par de veces a mi amigo Santiago Egido, que de esto sabe muchísimo más que yo: “Los embriones usados hasta ahora en experimentos proceden de fecundaciones in vitro inviables, ya sea porque les faltan cromosomas y jamás podrían desarrollarse, o porque tras un análisis genético se sabe que esos embriones crecerían teniendo alguna enfermedad mortal. Por lo tanto sería legal abortarlos si estuvieran en un útero, y no parece lógico que el destruirlos en un laboratorio sea más ilegal”. Es decir, nada de abrirle las tripas a las embarazadas, ¿de acuerdo? Bien, sigamos.

¿Y qué significa “inviable” en el contexto que describe Santi? Pues él mismo lo explica a las mil maravillas: “Desde el punto de vista biológico sería aquel que no puede desarrollarse porque, por ejemplo, le faltan demasiados cromosomas. Desde el punto de vista genético sería aquel del que se sabe que daría lugar a una persona con una enfermedad grave. Desde el punto de vista social sería aquel que nadie quiere. Desde el punto de vista de algunas religiones, todos estos serían viables, lo que habría que hacer sería ‘repararlos’ y encontrarles familias adoptivas”.

Cuando Santi habla de “algunas religiones”, está pensando en los curas católicos. No lo dice él. Lo digo yo. Porque él es un señor hecho y derecho y yo un cabrón empeñado en que los macarras de sotana no nos impongan su absurda interpretación del mundo. Y porque, a fin de cuentas, Santi, Soria y yo queremos la misma cosa: que los científicos puedan experimentar con embriones humanos. Embriones que, conviene señalarlo bien claro, son estructuras vivas que no tienen en ningún caso más de 32 células.

Los curas dicen que, ojo, ese es tema suyo. 32 células (en el mejor de los casos, insisto: pueden ser bastantes menos) constituyen un ser humano. El cura está seguro de ello. La ciencia, no. La ciencia afirma que es ético y razonable utilizar ese material para investigar puesto que los beneficios podrían ser asombrosos y los perjuicios nulos: ni uno sólo de esos embriones podría prosperar jamás (y aunque pudiera, sin un útero a mano en el que implantarlo…).

Existe un amplio catálogo de enfermedades que se podrían curar o, cuanto menos, mitigar los síntomas que provocan. Santi nos cita unas cuantas: “diabetes, cirrosis, leucemia, osteoporosis, quemaduras, Alzheirmer, Parkinson, Huntington, tetraplejia, algunos tipos de cáncer, algunas dolencias de corazón y espalda, y otras”.

Personalmente no sólo estoy seguro de que Bernat Soria no hace promesas inmorales sobre la curación de enfermedades, como ha señalado recientemente el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, sino que pienso todo lo contrario: lo que hace Soria es lo moralmente conveniente en nuestra sociedad. Si podemos curar enfermedades, debemos hacerlo. Impedirlo es propio de miserables. De inquisidores. De hijos de puta malnacidos que prefieren ver a la gente muerta que curada por medios ajenos a Dios Todopoderoso Creador del Cielo y de la Tierra.

Y ahora, mi entrañable e ilustrativa experiencia personal.

Yo, como todo hijo de vecino, he tenido cuatro abuelos. Tres de ellos han pasado ya a mejor vida: los tres murieron de enfermedades realmente tristes. Ves cómo una persona que ha sido espléndida se convierte, poco a poco, en algo que ni siquiera es sombra de lo que fue. Mis dos abuelas, al final, ni siquiera me reconocían. Eso es muy triste. Tristísimo. Los médicos vienen y te dicen que no pueden hacer nada más. En realidad, lo que quieren decirte es que no saben qué más hacer. No lo saben, simplemente. Te mueres sin ni siquiera recordar cómo te llamas y ya está. Ese es el plan que, según los curas, Dios nos tiene reservado. Si por ellos fuera, las enfermedades degenerativas de las que murieron mis abuelas no deberían tener cura jamás. Palabra de Dios, te alabamos Señor.

Bien, pues por los cojones. Yo no me conformo. Yo digo que no a eso y lo digo con todas mis fuerzas. Digo que no a los curas y a sus opiniones nocivas, absurdas y malvadas. Porque hacen el mal cuando tratan de impedir que los científicos den saltos hacia delante, cuando impiden que en África la gente utilice preservativos para prevenir el contagio del sida, cuando simplemente mienten para, así, recobrar cotas de poder que en modo alguno les pertenecen.

Sin hacer daño a nadie, Soria investiga sin hacer daño a nadie. Recuerda: 32 células no son alguien. 32 células no tienen ojitos, ni boquita, ni deditos. Ni pueden sonreír en las ecografías, ni les puedes poner un nombre, ni hacerles una chaquetita de punto. 32 células humanas no son un ser humano. Si lo fueran, yo sería el primero en negarme a que se las tocara. Nada de clavarles jeringuillas a los chavales. Pero no, no se trata de eso. Se trata sólo de 32 células humanas. De las que se puede aprender mucho aunque la Inquisición Española no quiera. Y hay que hacerlo.

Alber Vázquez | 16 de julio de 2007

Comentarios

  1. Helena
    2007-07-16 11:16

    Me alegré mucho de su nombramiento, es como un reconocimiento a su excelente trabajo. Por suerte algunos retrógrados que no lo valoran no están en el poder, con ellos España en lugar de avanzar, retrocede.
    Saludos.

  2. Equilicua
    2007-07-16 11:28

    ¡Alma de cántaro! Desahogarse de aqueste modo. Con lo fácil que es votar, cuando toque, y no hacerse mala sangre.

    Luego te crece un ministro que se llama Bernat Soria.

    Entonces, un poner, sintonizas “la cope” mientras te afeitas, hasta que el espejo te devuelva esa sonrisa beatífica del tipo de enfrente, ...

  3. Jose
    2007-07-16 21:03

    Supongo que hará falta que Benedicto pille Parkinson o Alzheimer para que recapaciten, como le pasó a Nancy Reagan, aunque la “conversión” le llegó tarde. Saluda al señor Egido Arteaga de mi parte, que es amigo común y hace siglos que no le veo.

  4. manolo
    2007-07-31 18:24

    seguro que no lo pones porque los lenguaraces sois así, sólo vosotros podéis criticar, contar medias verdades-que es la forma más burda de mentir y manipular. Me tengo que conformar conque sólo tu lo leas y tu tijera lo recorte y lo desprecie por reaccionario. no te preocupes, te ira bien ser ignorante l

  5. Lizzy Bècquet
    2007-10-23 23:24

    Seguramente, si tuviera que decidir apoyaría estas investigaciones, pero no me parece un tema tan sencillo.
    Vaya por delante que soy atea.
    Pero pienso, por ejemplo: Yo quiero que se donen mis órganos cuando muera, pero no quiero entregar mi cuerpo a la ciencia. Cuando pienso en un grupo de postadolescentes haciendo el gili con cabezas de muertos en las prácticas de medicina, pues la idea no me convence. Y eso ocurre.
    Y por supuesto que no tiene importancia, que “eso” (la cabeza) y una piedra no son muy distintos en la sustancia, pero oye, no me da la gana de que lo hagan con mi cabeza, por mucho que ya no sea mía.
    El caso es que esos cuerpos a menudo no son de donantes voluntarios, sino de pobres diablos cuyo cuerpo nadie reclama.
    Y esos embriones, pues claro que no son personas, pero en fin, a mí me dan un poco de cosa y no han elegido estar ahí. Ya sé que los ratones de los laboratorios tampoco se presentan voluntarios, pero ¿qué quereis que os diga? No puedo evitar solidarizarme más con mi propia especie.
    Y todo esto no viene a decir que yo esté en contra, ni mucho menos, pero no me parece un tema tan sencillo y entiendo que mis reparos en otras personas se conviertan en clara oposición.
    Siento lo de tus abuelos, pero eso no justifica todo. Si yo estuviera embarazada (y ya sabemos que no se trata de eso, pero entiende a lo que me refiero) no sacrificaría a mi hijo porque la ciencia fuera a avanzar, y resulta que mi niño sería tan poca persona como esos embriones.
    Si por decir esto soy una retrógrada, pues bueno. Lo que es absurdo es dividirnos entre los que llevan la razón y los que no sólo porque unos se pongan la etiqueta de progres.

  6. riki
    2010-01-09 01:48

    vivimos en un mundo de mentiras….donde pelean por el poder y manipulando a la gente constantemente.iglesias,gobiernos,instituciones,multinacionales,policias………… muchos factores en contra para tan poka gente valiente.salud kompañeros y no os dejeis engañar.,


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