Hilario Barrero es poetay dibujante, además de columnista con Quinta Columna en Nueva York. Tiene una página personal Publica De cuerpo entero los días 7 de cada mes. De cuerpo entero dejó de actualizarse en julio de 2006.
¿15.000 veces?
Era como desnudarse. El confesor revestido de sotana, roquete y estola morada, agazapado en la oscuridad del confesionario, esperaba acechante al pecador. Las mujeres tras la rejilla, los hombres cara a cara.
—He cometido actos impuros.
—¿Cuántas veces, hijo mío? ¿Solo? ¿Acompañado? ¿Cómo fue?
Dentro de la boca de lobo olía a tabaco, a humedad, a oscuridad pecaminosa. Fuera en la nave a incienso, a cera rendida, a devocionario cansando. Por la vidriera entraba una luz dolorosa como un árbol seco. Una virgen lloraba desconsolada.
—Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris et Filio et Spiritus Sancti…
Viendo la mano que te perdonaba, te sentías vestido y volvías de nuevo, entre ruidos hambrientos y sombras vigilantes, a buscar otro cuerpo que te desnudaría torpemente, arañándote el corazón. ¡Cómo te pesaba el olor a tabaco entre tus labios a volver a tu casa! Noche oscura del beso.