Hilario Barrero es poetay dibujante, además de columnista con Quinta Columna en Nueva York. Tiene una página personal Publica De cuerpo entero los días 7 de cada mes. De cuerpo entero dejó de actualizarse en julio de 2006.
Fue número uno en la escuela primaria, excelencia en el Bachillerato, ganó diplomas, medallas y títulos que se llenaron de polvo y humedad en el silencio y la oscuridad de una casa prestada, dejó su tierra cuando tenía dieciocho años y se fue a vivir a España, después a Inglaterra y más tarde a Estados Unidos. Sus ojos eran dos puntos luminosos resaltados por las interjecciones de sus cejas y las comas de sus pestañas. La boca finísima, labios del doncel de Sigüenza, cuerpo de un muchacho de Boticelli, torso del David de Miguel Ángel. Se enamoró en Barcelona una tarde de verano. Fue caballero de la corte de Carlos V, amigo de Garcilaso, ayudó a Juanelo Turriano en sus inventos del Hombre de palo, socorrió a Sancho cuando fue gobernador de la Isla de Barataria, sostuvo a Clavileño para que se subiera a él, pasó las partituras a Schubert, amó a cientos de cuerpos jóvenes y cuando una tarde de julio encontró al Amor fue su caballero para siempre, le ayudó en los inventos de la vida, le pasó sus hojas a limpio y le invitó a subir a su caballo de madera. Cabalgando juntos el caballo volaba por espacios de fuego. Hoy aquel niño de pelo fuerte y luminoso, mirada honda, labios de brasa, celebra otro aniversario del encuentro y enciende, lentamente, una hoguera en sus ojos, mientras intenta recordar los nombres de todos los cuerpos que le amaron y que él amó. Tu nombre va el primero.
2005-07-26 15:59 no me canso de decir qué lindo escribís.
(de cómo lloro cuando te leo me hago cargo).