Hilario Barrero es poetay dibujante, además de columnista con Quinta Columna en Nueva York. Tiene una página personal Publica De cuerpo entero los días 7 de cada mes. De cuerpo entero dejó de actualizarse en julio de 2006.
—Ya eres un mozo, ya puedes cruzar solo la charca, pero recuerda que el pez grande se come al chico— le dijo su madre.
Se puso los pantalones verdes y la camisa amarilla y salió a dar su primer paseo por la vida. Era un día de julio y las Ramblas estaban llenas de otros animales. Llegó hasta el mar y se sentó a la orilla. Observó que el agua ardía y se iluminaba incendiada. Miró a lo alto y vio una bola de mil colores que volaba cercana. No había nadie a su alrededor. Sintió miedo al ver que la bola de colores caía en picado sobre él. Quiso ponerse a salvo debajo de una piedra, pero el animal volador la levantó con su pico de plata y mirándole con ojos de corcho le preguntó su nombre…
Llegó a su casa muy excitado, la camisa mal metida dentro de los pantalones verdes, los calcetines mal puestos. Tenía miedo de que su madre le viera así y pasó despacio levantando sus setenta y una patas como en cámara lenta. Cuando parecía que estaba a salvo, su madre le preguntó:
—¿Qué tal te ha ido?
—Bien —respondió un poco turbado— he conocido a un pez que volaba.
Aquella noche cogió su libro de seda, se cambió de camisa y se fue a vivir con el pez volador. Llevan viviendo juntos treinta y cinco años.
Muchas noches el gusano chico se come al pájaro grande.
2006-02-08 20:21 Delicioso gusano, el turbado.
2006-02-08 23:35 Curioso, mi hermano hablaba también de un gusano ayer
:-)
2006-02-11 23:13 Blismo, este delicioso gusano, aparte de estar turbado, a mi me parece que esta perturbado primero, y (mas)turbado, despues. :)