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Edición LdN
Cuentos mínimos por María José Barrios

Desperdigados, escondidos en los rincones de su imaginación, centenares de microrrelatos esperan ser hallados por su dueña, María José Barrios, hábil cazadora de pequeñas historias. Los días 15 de cada mes la autora publica en LdN los que ha ido encontrando en los últimos treinta días.

Soledad y otros cuentos

Soledad

Hay un hombre que no conozco sentado en el sofá de mi salón. Ahora que lo pienso mejor me parece que siempre ha estado allí, aunque yo no me haya dado cuenta hasta hace unos días, cuando llegué del trabajo. Pero no es un fantasma ni nada parecido, sino un hombre mayor, bajito y un poco calvo.

Ayer eché un vistazo a los álbumes familiares y vi que salía en las fotografías de todos nuestros cumpleaños. Entonces era un poco más joven y más delgado, y siempre estaba en el mismo sitio, quieto, sin hacer nada. A lo mejor por eso no lo vi antes, porque en casa éramos todos muy ruidosos. He intentado averiguar quién es, o qué quiere, y no hay manera de hacerle hablar.

Hoy, a la hora del almuerzo, pensé que tendría hambre y le llevé un plato de sopa recién hecha. Mientras él se la tomaba en silencio, me puse a pensar en lo sola y en lo triste que me siento yo a veces en este piso tan grande. Quizá esto lo cambie todo. Todavía se me hace un poco raro, pero creo que no me va a importar demasiado que se quede y me haga un poco de compañía.


Optimismo

Soy un oso de peluche de treinta y dos años vestido con un estúpido traje de bailarina. El maldito vaso está completamente vacío, pero él se empeña en verlo medio lleno. Bebe, me dice, bebe un poco más de té, ¿unas galletitas? Y yo le sigo la corriente, qué remedio. ¿Qué otra cosa podría hacer, sentado en esta mesa diminuta con este disfraz ridículo?


La siesta

El séptimo día se echó a dormir a la sombra de un membrillo. Hubo lluvias, guerras, plagas, epidemias y, sobre todo, muertos, muchos muertos. Pero él no se enteraba de nada.

Se despertó miles de años después en medio de un inmenso desierto de arena, cuando ya no quedaba casi nada que salvar.

María José Barrios | 15 de noviembre de 2007

Comentarios

  1. martika
    2007-11-15 10:51

    El último cuento es buenísimo. Además, a pesar de estar escrito en prosa, tiene una gran fuerza poética…. Enhorabuena.

  2. Airos
    2007-11-15 13:31

    Que la periodicidad de estos textos sea mensual me parece mucho esperar.
    Saludos.

  3. Pk_JoA
    2007-11-16 01:42

    Preciosos…no hay otra palabra

  4. Ana Lorenzo
    2007-11-16 09:45

    Son preciosos los tres. Me encanta el de Optimismo: «El maldito vaso está completamente vacío, pero él se empeña en verlo medio lleno.» Qué bueno, nunca lo había pensado desde el punto de vista del oso; es genial. Me falla un poco que ese «él» no sea «ella»; pero quizá es porque tengo niñas y a mis sobrinos nunca les he visto con tanta paciencia con los muñecos.
    Creo, como Airos, que nos haces esperar demasiado entre entrega y entrega.
    Un beso.

  5. María José
    2007-11-16 13:15

    Pues Ana, fíjate lo que me pasó con ese cuento. Al releerlo, me dispuse a cambiar casi automáticamente el “él” por un “ella” (dejemos discursos sexistas o de activismo de género a un lado por ahora), porque también me sonaba más creíble. Entonces me paré en seco y pensé: un momento, ¿quién me dice a mí que este cuento está protagonizado por un niño pequeño? Lo dejé así, porque se me hacía más perverso. Que cada uno entienda lo que quiera.

    Y gracias a todos por vuestros comentarios, que me hacen muy feliz. La periodicidad mensual se mantiene de momento, me temo, pues miedo me da comprometerme a más y no estar luego a la altura. :)

  6. Alberto
    2007-11-16 19:45

    Lo estarías.

    Busca otra excusa.

  7. Ana Lorenzo
    2007-11-19 23:17

    Pensado ese «él» así, sí que el cuento se hace más perverso, María José; hay que ver lo que cambia un simple pronombre.
    Estoy con Alberto: creo que estarías a la altura.
    Un beso.

  8. Oyros
    2007-11-20 18:30

    ¿A la altura? Por supuesto. Pero no es menos cierto que las cosas que cuestan conseguir se disfrutan más. Esperar un mes para leerte es duro, pero entonces llega el 15 y, pum! ahí están :)

    ¿Qué voy a decir de los cuentos? Pues que, como siempre, me gustan :)

  9. María Fe
    2009-07-31 02:54

    Hola, no sé si por destino o casualidad llegué a tu blog, pero me encantó tu cuento “Optimismo”, espero que no te moleste pero me gustaría citarlo en mi blog, casi nadie lo lee pero para tenerlo siempre, lo haré y pondre tu nombre y link y todo, te dejo mi link por si tienes algún inconveniente con esto, avísame y sigue escribiendo así!

    Saludos,

    María Fe
    http://elotroladodelaluna.blogspot.com


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