Por qué la gente hace las cosas qué hace. Ésa es la pregunta que se hace Lucía Caro, bien como publicista, como profesora, como investigadora sobre la identidad digital o como mera observadora de tu cesta de la compra en la cola del súper. Pero en Cosecha de Vértigos se centrará el día 2 de cada mes en analizar fenómenos comunicativos en el contexto de la web social. Lo del título promete explicarlo un mes de estos.
«Nuestros padres tuvieron la oportunidad de asistir a un acontecimiento histórico como fue el primer hombre en la luna. Anoche, fuimos nosotros los que vimos en directo un nuevo hito para la Humanidad: el salto del primer hombre desde la estratosfera.»
Así se refería un locutor de radiofórmula —soy incapaz de citar al autor, me temo— al salto de Félix Baumgartner desde una cápsula a 39 km de altura del suelo, el día después de tan histórico salto.
Y sin embargo, creo que a lo que millones de personas asistieron en directo ese día fue a un pseudoacontecimiento, el pseudoacontecimiento del año, eso sí. Con el término pseudoacontecimiento no pretendo negar la dificultad y riesgos asumidos, o las aportaciones tecnológicas, quizá también científicas, que podrán derivarse de la investigación y ejecución que el equipo de Red Bull Stratos realizó para hacer posible el salto. La cuestión que planteo no es sobre la dificultad de los hechos, sino sobre su relato mediático y el mensaje que, al fin y a la postre, es su razón de existir, como señalan fuentes de la propia compañía : “Red Bull decidió apoyar el salto de Félix porque vio en él los valores de la marca, esa es nuestra estrategia ayudar a deportistas e impulsar sus proezas”. En fin, ya saben que “Red Bull te da alaaas”.
Un impulso que atrajo a 8 millones de usuarios a Youtube para ver el streaming, así como millones de comentarios y conversaciones en las redes sociales digitales repitiendo todos los pormenores de la hazaña ofrecidas por Red Bull en su web y sucesivas notas de prensa a los medios de comunicación; quejándose de la espera o protestando en torno al protagonismo del invento de Red Bull. Una cuenta atrás de horas, retransmitida en directo, accesible, compartible, consumible, comentable por parte de audiencias globales, en la que un héroe ofrece su vida en la consecución de varios récords ante millones de miradas. El peligro buscado de la muerte posible en directo, el colmo de la telerrealidad laureada en este caso bajo el marchamo de la innovación, la ciencia, la Historia. Todo perfectamente programado para llenar nuestras horas de hastío de domingo.
¿Qué es un pseudoacontecimiento?
Daniel Boorstin acuñó el concepto de pseudoacontecimiento a principios de la década de los sesenta, ante el crecimiento en la cobertura mediática de los eventos de relaciones públicas y publicidad en Estados Unidos, y coincidiendo también con la elevación a los altares de las celebridades, donde antes la sociedades habían encumbrado héroes —apenas heroínas, para ser realistas—. Para Boorstin, este tipo de eventos:
- son planeados o inducidos; – son diseñados de acuerdo a los parámetros de los medios masivos, se adaptan a sus rutinas; – su relación con la realidad es ambigua, algo que constituye una inagotable fuente de morbo informativo para audiencias y fans; – constituyen profecías autocumplidoras y tautológicas: su importancia proviene del hecho mismo de obtener cobertura mediática y obtienen cobertura mediática porque son importantes.
El problema de los límites del discurso
Sin duda las audiencias son activas y no mera receptoras, y seguro que a una parte importante no se le escapa qué objetivo es el que llevó a Red Bull a pagar esta fiesta, por supuesto; pero ¿qué hay de los medios? ¿y cuáles son los límites entre información y espectáculo? ¿la naturaleza de Red Bull Stratos está más cerca de la llegada del hombre a la luna o del equilibrista que cruza sin red de uno al otro lado de la pista? Cuesta no pensar en La sociedad del espectáculo de Guy Debord cuando todas los informativos, las radios, los digitales, los blogueros, toda tu red de contactos en todas tus plataformas está hablando al mismo tiempo de lo mismo, redistribuyendo esencialmente la misma información proporcionada por la empresa vía nota de prensa y señal de vídeo. Red Bull 1 – sociedad de la información 0.
Y me despido con Boorstin: “We have used our wealth, our literacy, our technology, and our progress, to create the thicket of unreality which stands between us and the facts of life” (1992: 3).
2012-12-02 16:54
Inevitable recordar el posiblemente primer “pseudoacontecimiento” militar de la historia: el bombardeo de Libia en 1986.
En palabras de Chomsky:
2012-12-03 20:46
Vamos, que no dejan de ser eventos de marketing planeados y anunciados como si fueran noticias.
La audiencia de este salto fue tal porque la gente quería ver si se estrellaba.