Francisco Serradilla es poeta y doctor en Informática. Su línea principal de investigación se refiere al desarrollo de Softbots (Robots Software) y Agentes Inteligentes en Internet. Ha colaborado abundamentemente con Almacén como articulista. Computación creativa y otros sueños se publicará los 25 de cada mes.
El sindrome del sabio (savant syndrome) se ha definido como una rara condición en la que personas con trastornos en el desarrollo (incluidas las diversas variedades del autismo y retardo mental) poseen una o varias capacidades extraordinarias que contrastan con sus limitaciones generales.
Muchos de ellos, por ejemplo, son capaces de realizar cálculos matemáticos prodigiosos, lo que en ocasiones ha llevado a comparar a los ordenadores con personas con este trastorno.
Uno de estos prodigios es Ruedieger Gamm, a quien indica el investigador «empecemos por uno fácil; 62 entre 167»:
No hay por el momento ninguna teoría que explique este síndrome, que parece demostrar que, o bien las capacidades computacionales del cerebro humano son mucho mayores de lo que suponemos, o bien que ciertas tareas que en apariencia son enormemente complejas en realidad no lo son tanto.
Una segunda capacidad prodigiosa de algunos savants es la lectura. Kim Peek (que inspiró la película “Rain Man”) es capaz de leer simultáneamente las dos hojas de un libro con cada uno de sus respectivos ojos. Ha memorizado miles de libros, adquiriendo una enorme cantidad de conocimiento que abarca infinidad de ámbitos, desde la geografía hasta la literatura, pasando por música, historia, etc. Bien, de nuevo cosas sencillas para un ordenador. Memorización.
Una tercera capacidad se refiere a habilidades espaciales extraordinarias. El propio Kim Peek es capaz de indicar sin error el recorrido a efectuar para llegar de un punto a otro de Estados Unidos indicando cada carretera, calle y giro a realizar.
Pero el arte, ¿es computable? Un argumento recurrente contra la Inteligencia Artificial es que «una máquina nunca podrá crear arte, que el arte es algo genuino del ser humano, que no es algo exacto, abarcable por la matemática o la algorítmica y que por tanto no puede ser afrontado por una máquina». Pero los savants, tan similares a los ordenadores en las capacidades anteriores, también poseen, a veces, prodigiosas capacidades artísticas.
Stephen Wiltshire es capaz de pintar de memoria, después de un vuelo en helicóptero sobre Roma, un mural con una vista detallada de la ciudad.
Y un caso especialmente interesante es el de Derek Paravicini, prodigioso pianista savant capaz de interpretar cualquier obra oyéndola tan sólo una vez:
Y alguno estará pensando: «bien, tan sólo reproduce lo que oye de modo maquinal, igual que un ordenador reproduciendo una canción grabada. No es creativo». Pues bien, vean en este video cuando la entrevistadora le dice si es capaz de tocar “Para Elisa” y luego le dice si es capaz de tocarla como lo haría Mozart (sigan el link porque no es posible insertarlo; cosas del copyright):
Y ahora les vuelvo a preguntar: ¿podrán crear arte los ordenadores?
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Inspirado por esta anotación de microsiervos, con links a un documental completo sobre Derek Paravicini.
2009-06-25 21:40
El cerebro humano es increíble. Gracias por todos los enlaces, Paco.
La verdad es que sí creo que los ordenadores puedan llegar a crear arte. Lo que creo también es que lo más difícil de conseguir sería que lo disfrutaran, ¿no?
Y también pienso en que estos savants que son como ordenadores pagan un alto precio: el no poder discriminar qué dejar fuera de los recuerdos y de la percepción les inhabilita para la vida social (no del todo, veo, menos mal): es paradójico que Kim Peek sea «capaz de indicar sin error el recorrido a efectuar para llegar de un punto a otro de Estados Unidos indicando cada carretera, calle y giro a realizar» pero no pueda hacerlo por sí mismo él solo porque no tiene un «modelo mental» de la ciudad donde esté, sino que percibe esa ciudad tal y como es en ese instante, con todos sus cambios, con todas las pequeñas cosas incluidas las más nimias, visuales, sonoras, etc. Todos los estímulos como si fueran relevantes. La verdad es que ser autista tiene que ser un infierno, que no puedas dar al botón de switch off nunca…
Es estupenda la forma de Derek Paravicini de imitar a Mozart tocando la Para Elisa, me he quedado de piedra.
Curiosísimo lo del que tras el golpe en la cabeza y la pérdida de conocimiento puede recordar todas las fechas que ha vivido con lo que hizo y el tiempo que hacía, y saber qué día de la semana es el resto de las fechas.
Lo que queda por investigar, madre mía.
Un beso.
2009-06-25 23:45
Yo creo que el límite de los ordenadores ni siquiera está en el arte, ya que pueden imitarnos cada vez mejor. Pero, eso sí, dudo de que alguna vez lleguen a ser capaces de disfrutar de sus propias creaciones o de las de otros.
2009-06-26 11:56
Arte es expresión del interior, no reflejo del exterior. Proviene de esa olla donde cuecen juntos recuerdos, emociones y percepciones, llámale alma o psique, más allá del simple vehículo estético y sensorial elegido para expresarlo.
No digo yo que los artilugios electrónicos nunca serán capaces de comunicarse a través del arte, pero antes tenemos que aprender a implementarles verguenza, soberbia, envidia, compasión, placer, angustia, deseo, desprecio, miedo, …
Entonces, cuando logremos que un ordenador se sienta feliz o desgraciado —mejor ambas a un tiempo—, él mismo sentirá la necesidad de sacarlo afuera por el plotter o los altavoces o el monitor y cuando veamos su obra, o la vea otro ordenador, sabremos qué es lo que estaba sintiendo en ese momento.
2009-06-26 12:23
Claro, Miguel, en principio es así. Lo que creo que pretende explicar Paco, que se intenta en este documental y que se ve más fácilmente en estos sujetos es que esas habilidades, que a veces son artísticas, son conexiones eléctricas que establecen las células cerebrales, y que también tienen que ser reacciones químicas (puesto que las neuronas van renovándose y, sin embargo, no se pierden esas sinopsis). Partiendo de ello (la explicación es muy simplona: el que quiera una mejor, que vea el documental del primer enlace; las cinco partes, y luego siga; y que investigue un poco más), artificialmente se podría crear una inteligencia artificial a imitación de estas conexiones. Lo bueno para hacerlo es que la base es la misma que la de un ordenador. Que me corrija Paco porque creo que yo me expreso bastante mal en todo este asunto :-(
Lo que no creo que podamos llegar a hacer —pero al futuro quién se atreve a ponerle puertas— es que sientan de verdad, sino los efectos de sentir. Con lo que podrán seguramente crear, pero no disfrutar lo creado, aunque supongo que sí valorarlo objetivamente (esto es un oxímoron, ¿no?).
P.S.: Por cierto, Miguel, que sacaron en una feria de robots, creo que en Japón, claro, unos para limpiar: ¿sabes qué defecto les vi yo?, que para hacerlos más humanos, se perfumaban según se sentían ese día: si estaban tristes, se ponían colonia de lilas, por ejemplo; si alegres, colonia de lavanda… Pues vaya, te compras un robot para que limpie y encima va y tiene el día triste: ni hablar, todos los días aséptico lo querría yo, ni fu ni fa :-) (Supongo que en este caso sería algo aleatorio en su programación).
Bueh, ya me he enrollado.
Un beso.
2009-06-27 02:31
Todo lo contrario, Ana, creo que no sólo has entendido perfectamente lo que pretendía con el artículo sino que además el tema te ha impactado tanto como a mí. La sensación es que detrás de esas personas está la posibilidad de comprender el funcionamiento del cerebro y, por tanto, la posibilidad de construir máquinas no sólo que creen, sino que también sientan la creación.
Porque se me olvidó comentar la cara de auténtico placer que pone Paravicini no sólo cuando él toca, sino cuando oye a otro tocar.
Me recuerda a unos gemelos autistas de los que hablaba Oliver Sacks en “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, que eran capaces de saber si un número era primo de manera instantánea. Cuenta Sacks que se dedicó a buscar primos enormes para comprobar si seguían siendo capaces de distinguirlos y que, cuando les mostraba alguno, ponían cara de auténtica felicidad.
También es uno de los temas ocultos de Blade Runner y de la novela de Dick en la que se inspiró: ¿son capaces los androides/replicantes de desarrollar sentimientos, habiendo sido explícitamente diseñados para no tenerlos? Al final de la película se ve como Roy sufre al ver a Pris muerta, y seguramente por eso salva a Deckard. ¿O no?
En fin, creo que cuando se consigan comprender y replicar los mecanismos del pensamiento parecerá un proceso enormemente simple, igual que ahora nos lo parece la mecánica de Newton.
Y desde luego entenderemos qué pasa en el cerebro de los savants.
Quizá en un artículo futuro hablemos de Blade Runner…
2010-02-09 23:51
CUANDO LAS PERSONAS HEMOS VIVIDO DE CERCA CON UNA SER CON UN CEREBRO PRODIGIOSO ENTENDEMOS CLARAMENTE QUE ESTO ES POSIBLE GRACIAS A UN SELLO ESPECIAL IMPUESTO EN ESA PERSONA POR ALGO INFINITAMENTE SUPERIOR QUE LO PUEDO CALIFICAR COMO DIOS,Y DIOS SOLAMENTE HACE A LOS HUMANOS A SU SEMEJANZA,DE TAL MANERA QUE LOS ORDENADORES POR SER SOLAMENTE MATERIA Y ENERGIA MAS NO ESPIRITU,TENDRAN UN LIMITE NO MAS ALLA DE LA FRONTERA DONDE NACE LA RAZON.
A VECES ES TRAUMANTE COMO EN MI CASO VER UN HIJO UN MILLON DE VECES MAS CAPAZ EN TODO A AQUEL QUE LE DIO SOLAMENTE LA VIDA.
2010-06-27 03:30
Indicas: “No hay por el momento ninguna teoría que explique este síndrome”
Bueno, yo tengo una teoría y por si os interesa la cuento.
Yo entiendo el desarrollo cerebro lo mismo que el desarrollo de una sandía… cuando una sandía se desarrolla si la metes en una caja ajustada, la sandía queda presionada y aprisionada sobre el ladoq eu toca la pared, pero crece libremente por donde no está constreñido. En la sandiera hay varias ramas, cada una diciéndolo de forma simple, desarrola una sandía, propongamos que la sandiera tiene 10 sandías, bien ahora cuando tienen el tamaño del doble de una pelota de tenis, arranco 5… lo que sucede es que la ‘energía’ que antes tenía que repartirse entre 10 sandías ahora es reabsorbida y repartida entre 5 estas sandías crecerán más que la sandiera plantada al lado que también tiene 10 sandías y de la que no hemos arrancado ninguna.
La idea explicada de forma ilustrativa sería la siguiente imaginemos un alamcén de energía inteligente. se alamacén está controlado de modo inteligente, debe proporcionar al producto en cuestión 1000 ‘energiones’ pero no de cualquier manera sino siguiendo un esquema hay 10 conductos (por ejemplo) cada conducto provee energía pero paa un sistema concreto. Si por alguna razón un conducto queda obstruído el almacén no puede enviar energía por ese conducto, luego el sistema que recibe esa eenrgía queda como está y a su vez el alamcén deriva la energía que no puede envíar or ese conducto hacia otros conductos, no necesariamente deforma equitativa, posiblemente lo haga por ‘influjo’ el canal obstruído productjo un reventón que afectó a un conducto adhiacente que ahora se ve enriquecido con una cantidad energia extra que permite un mayor desarrollo del sussistema al que alimenta que lo inicialmente programado.
El alamcén inteligente, no lo es tanto, lo es en tanto que tiene un ‘plano o programa de reparto’ inicial pero que puede verse truncado por la realidad, el alamcén lo que si hace es comprobar la ‘presión’ de energía enviada, cuando detecta que el cerebro alacanzó el nivel de ‘presión’ programado deja de enviar flujos de crecimiento y empieza a mandar desde entonces sólo flujos de mantenimiento. Así si una zona que se encargaba del habla quedó minimizada dejó un espacio que un lóbulo adhicente tiene libre para crecer si ese se encarga de gestionar pongamos el equilibrio, pués ese cerebro acabará teniendo deficiencias de habla y excedencias delsentido de euilibrio.
Es por tanto un sistema autoequilibrado veo muy factible de que sea esto lo que sucede y esta es mi teoría descarnada rápido en 4 palabras (haciendo un volquete de ideas)…