Ingredientes: 2 onzas de realidad, 1 onza de ficción, 4 gotas de ironía, 1 pizca de mala leche.
Preparación: Mezclar todos los ingredientes en el procesador de textos y servir adornado con signos de puntuación. Puede completarse con ginebra, vodka, tequila…
Tras la barra cada viernes Concha Mayo, nacida en Barcelona, escritora y fotógrafa ocasional.
Tomaba café en silencio. No tenía ganas de hablar. Pero eso no importaba demasiado. Tampoco estaba él allí para escucharle.
Cogió una servilleta de papel y escribió una frase. Tan sólo una. La dobló sobre sí misma y la dejó sobre la mesa. Pensó en mandársela. Quizá, al compartirla con él, todo volvería a tener sentido.
Pidió la cuenta y fue un momento al lavabo. Necesitaba un poco de agua fresca corriendo por su cara para aclarar las ideas.
Mucho mejor.
Volvió a la cafetería a tiempo de ver como el camarero dejaba la cuenta sobre la mesa y se llevaba la taza y el papelito doblado que fue directo a la bolsa de desperdicios.
“Espera.” Pensó. Pero no dijo nada.
En el fondo, no tenía ganas de hablar.