Julio camina bajo la lluvia. Hace semanas que la anuncian por televisión pero se resistía a llegar. Llueve. No lleva paraguas. Cansado de pasearlo inútilmente decidió esta mañana dejarlo en casa.

Intenta coger un taxi. Todos llenos. Llueve. Sigue caminando. Al poco, una luz verde. Julio levanta la mano y entra en un taxi con olor a tabaco rancio y a algo más, que no desea identificar. De hecho, saldría de inmediato de ese habitáculo, pero tiene los pies húmedos y las siglas N1H1 revoloteando por su cabeza mojada. Decide quedarse.

- A Plaza Universidad, por favor.

El taxi se pone en marcha. Una emisora de radio anuncia una posible bajada de las temperaturas a consecuencia de la lluvia.

- Ya iba siendo hora.- Añade el taxista.- Porque como siga haciendo calor, este año pasamos la fiesta de “Tosantos” en la playa.

Julio no responde. Aún falta un mes para la noche de los difuntos o, como algunos dicen, para “Halloween”. Hace tiempo que las castañeras del Mediterráneo aderezan las castañas asadas con calor metereológico, calabazas y disfraces de brujas y demonios.

De fondo, en la radio, la voz de la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda explica que el IVA español está por debajo de la media europea.

- Como los sueldos.– Añade el taxista.

- No sea usted pesimista. –Contesta Julio.- En España somos los primeros en muchas cosas.

- Pues usted me dirá, que a mí no se me ocurre.- Responde el taxista.

- En corrupción, por ejemplo; –añade Julio.- en fracaso escolar… Y ¿qué me dice usted del paro? Si incluso batimos records y doblamos la media europea.

-Hombre, visto así…

Llegan a la Plaza Universidad. Julio paga la carrera, se despide y abre la puerta del taxi ansioso por respirar una bocanada de aire fresco.

El cielo sigue negro, pero ya no llueve. “Creo que he vuelto a perder la noción del tiempo.” Reflexiona cabizbajo mientras camina calle arriba. “Habría jurado que en La Casa Blanca ya han celebrado Halloween este año.”