Sentado en una vieja Butaca no numerada de terciopelo rojo, el autor se lanza a una reflexión impúdica todos los miércoles sobre cualquier cosa que se atreva a moverse por las pantallas, sean éstas de cine o no. Alberto Haj-Saleh es editor de LdN y autor de la columna Teatro Abandonado.
Mi señora, de tendencia natural a ser agradable con todo el mundo, se ha visto atrapada en una encerrona que le han hecho los compañeros de trabajo. Se ha encontrado medio obligada a ir al cine con ellos y de repente se encuentra con que va a tener que tragarse la tontada que hayan hecho Mila Kunis y Justin Timberlake. Claro, eso le pasa por no ser capaz de ejercer el derecho a veto y decir en voz alta: “ESA, ni de coña”.
Aquí cada uno tenemos nuestras bestias negras. Durante mucho tiempo me negué a ver westerns o musicales de ningún tipo, era joven y radical, y hasta que no empecé a darme cuenta de la de obras catalogadas como “obras maestras del cine” que me estaba perdiendo no di mi brazo a torcer. También me escamaban las películas japonesas, chinas, coreanas, orientales en general, y también se me pasó, aunque aún hoy me sigo haciendo el remolón cuando tengo que ver una de estas.
Así que me he vuelto más específico con mis fobias. Me puse a pensar en ello a partir de la película que me echaron en un AVE hace poco. Se trataba de Secretariat, una película protagonizada por Diane Lane y John Malkovich sobre… un caballo de carreras.
No. Un caballo de carreras no. Nada de películas de caballos, sean de carreras o no. Nada de Belleza negra, Seabiscuit, El hombre que susurraba a los caballos, El corcel negro o el maldito Spirit. ¿Pero quién narices quiere ver películas sobre caballos? El/la protagonista mira al caballo, la cámara le saca un primer plano, suena un bufido y alguien dice “se comprenden”. Arg. ARG. Películas deportivas sí, películas de caballos no.
Ni de perros. Mejor ninguna película con animalitos, mucho menos con animalitos que hablan, mucho menos con muchos animalitos que NO hablan pero de los que escuchamos su pensamiento. Un animalito puede llegar a ser un secundario digno, ese perro de Mejor imposible, ese mono de Piratas del Caribe, pero si es el protagonista no cuentes conmigo, así me maten.
Su turno, estimado lector. ¿A qué película no os acercáis ni con un palo? ¿A qué filme le decís “contigo no, bicho”?
2011-09-28 11:23
Musicales. Nada peor que de repente, en una escena cotidiana, el padre se suba a una escalera y comience a cantar las alabanzas de esa nueva casa, mientras la familia berrea un estribillo al tiempo que interpretan una bella coreografía con escobas y trapos. Esas ni de coña.
2011-09-28 12:25
Usted tiene que leerse We3 de Morrison y Quitely. Sí, lo sé, no es una película. Pero estuvo a punto de serlo, hombre ya.
2011-09-28 13:31
Así de repente, hay al menos tres pelis caballunas que me encantan. Dos muy conocidas: Broadway Bill y El último caballo (Capra & Neville), luego That’s my man, una de Borzage que ni siquiera les suele gustar a los que les gusta Borzage, ni te cuento si encima odian las pelis de caballos.
Fobias a géneros o directores ninguna y todas. Puedo tenerlas pero no me impiden que siga viendo cosas; a veces ejercen el efecto contrario. La más acusada de los últimos tiempos ha sido la tiña hacia Mark Wahlberg, el peor actor del mundo. Tal era, que no quería ver las pelis de James Gray en las que salía. Al final lo superé.
Un saludo.
2011-09-28 13:56
¿Y qué pasó cuando las viste?
2011-09-28 14:09
No hay nada más absurdo que una película musical, y lo absurdo mola.
Yo no trago a Lars von Trier desde Dancer in the Dark, ni a Aronofsky desde Requiem for a Dream, me he negado a ver todo lo que han hecho posteriormente.
Las películas sobre enfermedades, sobre todo si hay niños y/o animales presentes o algún otro tipo de ser supuestamente débil y desamparado.
También me da mucha pereza el cine oriental contemporáneo, el viejuno no, las películas de guerra y del oeste en general y actores concretos a los que no soporto, como Ben Stiller, Matt Damon y Ben Aflleck.
2011-09-28 14:17
Por poner un ejemplo: No soporto muy bien a Woody Allen ese hábil charlatán de feria.
2011-09-28 14:36
Si me véis entrando a una de Steve Martin, id a mi huerto y quemad todos los repollos: están generando clones de la gente.
En general no soporto ninguna de risa fácil o sal gruesa. Si además incluyen la palabra “boda” en el título, huyo.
2011-09-28 15:12
Pues yo soy de buen comer, y generalmente son mis estados de ánimo quien decide qué. Sin embargo, me produce indigestión psicológica sólo pensar en ver una de artes marciales, y los musicales… puedo probar uno de vez en cuando, pero si es ligerito y siempre acompañándolo de una copita de aguardiente.
Saludos
2011-09-28 15:32
Si hay que hablar de géneros elijo “comedia romántica”. Afortunadamente tienen unos títulos y unos carteles que no engañan a nadie pero no hay que dejar de estar alerta un segundo: ¡Jennifer Aniston no descansa!
2011-09-28 16:07
Las que llevan las palabras loco/chalado/chiflado en el título me causan urticaria: http://halondisparado.com/?p=3583
2011-09-28 16:14
@Alberto: que me siguió pareciendo igual de malo y las películas estupendas. Y que Gray lo utiliza mil veces mejor que en las otras películas que he visto de él, con esas apoteosis monguer que alcanza en El planeta de los simios, The Departed o Tres Reyes.
Un saludo.
PS. Con Shyamalan a pesar de hacer de ¡profesor! tampoco me fastidió del todo.
2011-09-28 16:20
Odio todas las películas del género “nos muestra X a través de los ojos de un niño” y todas las de “X es un/a adolescente que descubre …”
Odio las películas al principio de las cuales se hace una predicción. Odio las películas en las que hay un flashback a la niñez del protagonista para explicar su comportamiento actual.
Odio las películas en las que el protagonista conoce un anciano indio con ojos blancos o un mayordomo negro o un monje chino o un pordiosero ciego y este le enseña una verdad trascendental.
Odio las películas en las que Anthony Hopkins aparece y sin hacer nada para ganárselo ya se cree que puede dar consejos porque todos le respetan.
Odio las películas en las que el protagonista supera una dificultad con una sucesión de escenas con música, por ejemplo desde la silla de ruedas hasta la superbowl.
2011-09-28 19:47
Hombre, Miguel, “Bowfinger” de Steve Martin estaba bastante bien, con su spoof de peli-dentro-de una peli y todo. Y Steve no sobreactuaba demasiado.
2011-09-28 19:55
NI DE COÑA,las de Van Damm (¿se escribe así?) y similares.Tambien evito las francesas aunque luego me lleve alguna que otra sorpresa.
2011-09-28 21:05
#JJ: Ninguna es ninguna. Es más: he revisado su filmografía y solo he visto “La tienda de los horrores” y porque me engañaron: pensaba que era la de Roger Corman
Además, nunca le he perdonado que hiciera un remake de “El padre de la novia”, pero cuando ya estaba por olvidarme del tema, me sale con otro de ¡La pantera rosa!
Cruz y raya.
2011-09-28 22:08
Las de …… acosadores de matrimonios en habitació alquilada, de mujeres, de hombres, de niños…. Bueno de acosadores en general. Ni de coña
2011-09-28 23:54
Jo, pues a mí los musicales me encantan.
Ah, perdón, que esto iba de fobias…
2011-09-29 21:36
Alberto, no soporto las de terror con vísceras, quita quita, bicho bicho.