Atrapados en el norte, un reportaje sobre parados españoles que se lanzan al norte de Europa buscando trabajo y se topan con un muro. De Carmen Pérez Lanzac.
«Jesús Tierno, un catalán de 60 años que lleva cerca de un año en Bergen, lo resume con tino: “Españoles por aquí ha habido siempre. Estudiantes en verano, el clásico aventurero, gente que echaba la temporada, ahorraba sus buenos dineros y vivía de eso el resto del año. Pero en los últimos meses han empezado a llegar los desesperados. Gente de entre 30 y 55 años que necesita un trabajo de verdad”. El propio Jesús abandonó España siguiendo a su mujer, que decidió emigrar cuando el sueldo medio al que podía aspirar se redujo “de entre 1.300 y 1.000 euros a 800. Y con eso no nos daba”.»
2012-02-13 11:14
Un poco amarillista el artículo. Si te centras en obreros sin ninguna cualificación y sin hablar más idioma que el propio, el mismo resultado lo obtienes en cualquier otro país.
Noruega es un país con una población total menor que Madrid, muy dispersa y sin tejido industrial, por lo que su capacidad para crear puestos de trabajo es muy pequeña.
Aún así, en las oficinas de empleo (privadas) o en Internet puedes encontrar miles de ofertas de trabajo. Eso sí: tienen preferencia los que tengan alguna especialización y hablen, o al menos entiendan, alguna lengua noruega (hay tres) o como poco algo de inglés.
Además, Bergen tiene una estructura económica que gira en torno a la pesca tradicional, la actividad cultural y universitaria y el turismo de verano. Si el mismo reportaje lo hubiera hecho en Stavanger, unos 150 km más al sur, con astilleros, conserveras, puerto industrial y puerta de entrada del petróleo del Mar del Norte, el panorama habría sido bastante más esperanzador.