Cada vez nos pasa a más gente esto que cuenta Enrique Dans: uno va a intentar comprar un libro digital en una tienda on line y después de un rato abandona la compra frustrado porque no consigue algo que “por vías alternativas” no lleva más de dos clicks de ratón. El libro electrónico y la experiencia de usuario
«El libro aparecía en en las primeras posiciones de los resultados naturales al buscar por su título. El proceso de compra me llevó a Casadellibro.com, que algo de experiencia tendrán en esto. Ningún problema a la hora de seleccionar la versión electrónica, a la hora de pagar… todo bien, hasta el momento de intentar obtener el producto. La página me ofrece lo que parecía un vínculo de descarga. Al hacer clic en él, se descarga un archivo de 4 KB de extensión .acsm que mi máquina no reconoce. Un archivo que no me dice nada, que no me permite llegar al libro, que me deja en un punto muerto. Tras múltiples intentos de hacer funcionar aquello, constaté que tras el proceso, tenía el escritorio lleno de copias de un archivo absurdo, ellos tenían mi dinero, y yo no tenía mi libro. Lo dejé por imposible, y tras descartar por pura pereza la posibilidad de acercarme con mi coche hasta Gran Vía y hacer un alunizaje en la Casa del Libro, me fui a dormir.»